No hay espectáculo sin escenografía, esta, es la principal responsable del impacto y el encanto de los participantes de un evento, ya sea cultural o corporativo. La importancia de la escenografía es tal que influye en todo el evento, desde la construcción del escenario hasta las principales sensaciones que experimenta el público durante el evento. Por ello, no es exagerado decir que una buena escenografía es imprescindible para el éxito de un proyecto audiovisual, trátese de un metraje, programa de televisión o evento.

En un mercado que exige entornos cada vez más creativos, diferenciados y funcionales, la escenografía es la responsable de que el evento destaque y se gane el corazón de los participantes.

Cualquier tipo de evento tiene en cuenta una serie de factores. Por ejemplo: el clima organizativo, la naturaleza de la empresa y el tema. La escenografía funciona como medio principal para hacer llegar al público todas estas sensaciones de forma tangible.

Un evento infantil, por ejemplo, necesita en primer lugar despertar en los niños el deseo de jugar. En pocas palabras, la escenografía debe crear una atmósfera de juego y de colores vivos, para que los niños tengan ganas de interactuar con el espacio.

Una boda, sin embargo, requiere una escenografía acogedora y alegre, de modo que los invitados se sientan partícipes de la felicidad de los novios.

Hay otros ejemplos que podemos mencionar, por ejemplo, los eventos o fiestas de empresas, generalmente, necesitan un ambiente más sobrio y una atmósfera corporativa, sin perder el sentido de la elegancia.

Así, también es función de la escenografía combinar la sobriedad con lo lúdico, para crear un ambiente a la altura de las expectativas del cliente. Es decir, la escenografía se enfoca en crear toda la atmósfera del evento y sumergir al público en las sensaciones que propone el concepto, como la calidez, diversión, alegría, seriedad, romance, etc.

Decimos que la escenografía es esencial para el éxito porque, en su planificación, está en juego todo el escenario y la construcción del concepto propuesto por el espectáculo. Los colores, el mobiliario, la iluminación y la identidad visual son sólo algunos de los factores que intervienen en la escenografía.

Lo principal es tener en cuenta que cada evento tiene un mensaje que transmitir al público, especialmente en el caso de decorados para Cine, teatro y televisión. Este mensaje influirá en la percepción de los participantes y/o espectadores, haciendo que el proyecto sea memorable u olvidable.

Por lo tanto, no dar la importancia debida en el presupuesto para la escenografía de un evento repercutirá negativamente en el resultado deseado.

Un error común es pensar que sólo los eventos al aire libre necesitan una escenografía impresionante. Sin embargo, los espectáculos de interior también dependen de los elementos escénicos para tener éxito.

Una de las mejores cosas de la escenografía es su poder para reconstruir espacios según la necesidad que se presente. En otras palabras: siempre se puede cambiar y ajustar todo para conseguir el mejor resultado.