Vol. 9, núm. 2 / octubre 2017 - marzo 2018 / e-ISSN 2007-1094
Posibilidades de Facebook en la
docencia universitaria desde un caso de estudio
Possibilities
of Facebook in university teaching
from a case study
Tras quince años de escuchar cómo Internet nos ha cambiado la vida,
podemos identificar que estos “milagros” contemporáneos son aplicables
en ciertos contextos, bajo algunas circunstancias
y para determinados públicos (Cobo, 2010).
María Cristina López de la Madrid
Adolfo Espinoza de los Monteros
Cárdenas
Universidad de Guadalajara, México
RESUMEN
El presente
estudio descriptivo tuvo como objetivo identificar las posibilidades de la red
social Facebook en el ámbito de la docencia. Para ello, diseñamos y validamos
una encuesta de reactivos cerrados aplicada a una muestra de 142 docentes del
nivel superior. Trabajamos, además, una pregunta abierta a partir de la cual se
generaron categorías de análisis que complementaron los resultados
cuantitativos representados a través de frecuencias en porcentajes. Algunos de
los hallazgos más significativos refieren, por un lado, la alta frecuencia de
uso de Facebook (diariamente), y el dominio entre medio y alto que tiene la
mayoría de los docentes (90.92%) en el uso de esta red social; por otro,
encontramos una amplia variedad de usos de Facebook, tanto en el proceso de
enseñanza como en las demás actividades de los docentes, lo cual puede ser del
interés de aquellos que quieran implementar esta red social a su práctica. Identificamos
algunos factores negativos en el uso de ella, como la falta de estructuración y
el exceso de ruido visual. Concluimos que, con una dirección y un diseño
adecuados, Facebook puede propiciar ambientes de aprendizaje dinámicos y
atractivos para los estudiantes de educación superior.
Palabras clave
Redes
sociales, Facebook, educación superior, competencias digitales, formación
docente, TIC
ABSTRACT
This article
presents a descriptive study whose objective was to identify the possibilities of
the social network Facebook in the field of teaching. For this purpose, a closed
reagent survey was designed and applied to a sample of 142 higher education
teachers. We also worked on an open question from which we generated categories
of analysis that complemented the quantitative results represented by
frequencies in percentages. Some of the most significant findings refer the
high frequency of use of Facebook (daily), and the mastery between medium and
high that has the majority of teachers (90.92%) in the use of this social
network. We find a great variety of uses
of Facebook, in the teaching process and in the rest of the activities of
teachers, which may be of special interest to those teachers who want to
implement this social network to their practice. We identified some negative
factors such as lack of structure and excessive visual noise. We conclude that,
with a proper direction and design, Facebook can promote dynamic and attractive
learning environments for higher education students.
Keywords
Social
networks, Facebook, higher education, e-skills, teacher
education, ICT
INTRODUCCIÓN
En México, el uso de las redes sociales es una actividad que
se ha incrementado paulatinamente en los últimos diez años. Como ejemplo, en
2007, 15% de los usuarios de internet en este país accedían a sitios de
comunidades virtuales, como eConozco y Orkut (AMIPCI, 2007). En 2016, el acceso
a las redes sociales (79%) fue la principal actividad de los usuarios de
internet (AMIPCI, 2016), lo que implica un crecimiento de 493.75%; Facebook
sigue siendo la red social de referencia, con 92% de usuarios de internet
inscritos en ella. Para Ciuffoli y López (2010), “Facebook se presenta como una
plataforma unificada, que articula con naturalidad en un mismo espacio una
pluralidad de funcionalidades que antes se encontraban separadas, y hasta
podían llegar a competir en Internet: agendas personales, e-mails, foros y
grupos de discusión” (p. 114).
Con esa capacidad de penetración, es frecuente que el uso de
las redes sociales se haya extendido hasta el ámbito educativo. Selwyn (2009) y
Mazer et al. (citados en Balula &
Moreira, 2014), entre otros autores, señalan que, en el contexto educativo,
algunas de las cualidades de las redes sociales pueden entrar en conflicto con
paradigmas pedagógicos actuales, ya que estas redes son canales informales de
comunicación y espacios poco estructurados para actividades académicas, y los
docentes pueden quebrantar las expectativas de los estudiantes al usar Facebook.
Sin embargo, Junco (2011) encontró que el uso de Facebook en la educación tiene
un impacto positivo en el rendimiento académico de los estudiantes, idea
apoyada por Amador y Amador (2014), quienes encontraron que los estudiantes
consideran que Facebook es una plataforma benéfica para su carrera académica. Para
López, Flores y Espinoza de los Monteros (2015), “Facebook tiene aplicaciones
educativas y administrativas que ayudan a facilitar diferentes tareas, más allá
de la inmediatez y facilidad de acceso” (p. 112), mientras que Christakis y Fowler (2010) respaldan la idea de que
“las redes sociales tienen valor precisamente porque nos pueden ayudar a
conseguir lo que no seríamos capaces de lograr por nosotros mismos” (p. 44), ya que “generan lazos
emocionales de pertenencia a un determinado colectivo o grupo social con el que
interaccionamos” (Area y Pessoa, 2012, p. 4).
La idea que defendemos aquí es que el riesgo de integrar las
redes sociales a la educación aun considerando posibles usos inadecuados es
menor que el decidirnos a dejarlas fuera de ese contexto, una idea que Downes
(2010) expresa como “el estancamiento que creamos cuando nos tratamos a
nosotros y a nuestros estudiantes como observadores pasivos” (p. XIII). Los
niños y jóvenes ya las utilizan para sus actividades cotidianas, consultan sus
estados y mensajes varias veces al día, se conectan desde celulares y tabletas
que llevan consigo a todas partes y en la escuela se interesan más por esos
espacios virtuales que por la realidad que tienen frente al pizarrón; los
alumnos se aburren con facilidad y necesitan una variedad de estímulos; son
impacientes y esperan una gratificación instantánea y atractiva (Balula &
Moreira, 2014), lo que pueden conseguir a través de la navegación permanente y
la participación continua en las redes sociales.
Considerando que las redes sociales están presentes en los
grupos sociales mediante los diversos escenarios de convergencia que se ofrecen
tanto desde lo social y lo educativo, conviene identificar y analizar los usos
que ya se les están dando en las instituciones educativas de nuestro país,
aunque la mayoría de las veces sin una planeación formal. Como mencionan
Ellison, Steinfield y Lampe (2007), Facebook constituye un sitio atractivo para
los investigadores interesados en las redes sociales debido a sus patrones de
uso y capacidades tecnológicas, y según lo concluyen Fogg, Bair y Fogg (s.f.),
los docentes han expresado su interés en aprender cómo integrarlo en sus
programas de estudio para enriquecer las experiencias educativas de los
estudiantes, aumentar la relevancia de los contenidos, y alentarlos a colaborar
con eficacia con sus compañeros. Ante estos argumentos, “la creciente
popularidad de las redes sociales no hace más que evidenciar la necesidad de
incorporar su uso como plataforma para la docencia e investigar sus
potencialidades al mundo académico y educativo” (Meso, Pérez y Mendiguren,
2011, p. 144).
El objetivo de este trabajo es identificar las posibilidades
de las redes sociales en la docencia universitaria desde la perspectiva de un
grupo de profesores que recurre a Facebook en su práctica en diversas
actividades que incluyen cuestiones académicas y administrativas. El ámbito de
estudio es el Centro Universitario del Sur de la Universidad de Guadalajara,
institución con amplios antecedentes en el uso de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC), ya que, a partir de 2000, ha trabajado en
el diseño de materiales audiovisuales, diseño e implementación de cursos en
línea (2002), desarrollo de MOOC (2015) y ha evidenciado el aprovechamiento de
las redes sociales desde hace más de cinco años (2012).
LAS REDES SOCIALES EN LA
EDUCACIÓN
Hace apenas dos décadas, las instituciones educativas
discutían la pertinencia de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje y
demás actividades educativas; en sus inicios había más detractores que
defensores. Hoy, como menciona Cobo (2010), “el tema no está reducido al nivel
de simpatía o antipatía, confianza o incredulidad que se tiene frente a los
aparatos tecnológicos, sino que se refiere a la dicotomía entre ‘conectados’ y ‘desconectados’”
(p. 132). Todos queremos estar conectados, a la vanguardia y sujetarnos al
sentido de pertenencia que nos cobija y nos da un tema de conversación, aunque
muchas veces esto no sea la solución a los conflictos y carencias que estamos
viviendo en los sistemas educativos, porque, a decir de Gairín y Darder (citados
en el prólogo de Majó y Marqués 2002), “una educación pensada y desarrollada en
el siglo XX no es la respuesta que necesitan los individuos que deben vivir en
un nuevo siglo, plagado de nuevas perspectivas y urgencias” (p. 8).
Poco a poco, estos
espacios educativos han sido invadidos por una oleada de desarrollos y
herramientas tecnológicas y este incremento de tecnología ha procedido de los
estudiantes la mayoría de las veces, aunque los docentes también han
contribuido en gran medida a su inserción. El acento se ha puesto en la creación
y transmisión de información, por ejemplo, ahora sabemos lo que pasa al otro
lado del mundo de inmediato; la comunicación es una actividad de todos y para
todos y los libros impresos van perdiendo el protagonismo de antaño para dar
paso al libro electrónico y al hipertexto que se pueden actualizar, analizar y
discutir tanto en el aula como en las nacientes comunidades virtuales. Meso et al. (2011) señalan que “la educación
formal no puede permanecer ajena a significativos cambios en la creación,
gestión, distribución y recepción de la información. El profesorado se ve
obligado a un replanteamiento constante de las implicaciones educativas que los
desarrollos tecnológicos tienen en la sociedad en general y en los entornos
educativos en particular” (p. 139).
En este impulso tecnológico, las redes sociales no se han
quedado atrás y tienen a Facebook como su principal exponente, espacio que se
ha convertido en una posibilidad de interacción para la educación. Según Duffy
(2010), la innovación de Facebook para la enseñanza y el aprendizaje surge de
la capacidad de desafiar las teorías y paradigmas de aprendizaje existentes a
partir de una comunicación permanente entre las personas, y de permitir a los
estudiantes compartir información y conocimientos dentro de una comunidad red
dinámica y creativa, vinculados a través de los perfiles personales de los
miembros, las asociaciones y los grupos de interés. Por su parte, Siemens y Weller (2011) indican que “si uno ve el aprendizaje
como una empresa principalmente social, como hacen muchas personas, entonces
las nuevas formas de socialización que las redes sociales permiten parecen
hechas a medida para que se adopten en la enseñanza superior” (p. 159).
Al igual que con otras tecnologías y herramientas de
apoyo a las clases presenciales, se deben observar algunos elementos básicos
para el buen uso de Facebook. De acuerdo con Loving y Ochoa (2011), una
consideración que se ha de tomar en cuenta al momento de incorporar Facebook en
un ambiente académico es definir el método idóneo de comunicación y el envío de
documentos, y clarificar todos estos aspectos a los estudiantes; esta idea es apoyada por Balula y
Moreira (2014), para quienes no es recomendable el uso de una gran cantidad de
herramientas tecnológicas para enriquecer el proceso educativo sin antes brindar
una explicación de su pertinencia a los estudiantes, porque “se trata de
adaptar y seleccionar la tecnología más pertinente en función de las
características de los alumnos” (Cabero, Llorente y Gisbert, 2007, p. 271).
Para Siemens y Weller (2011), “las
redes se definen por atributos de autonomía, resistencia reducida al flujo de
información, facilidad de conexión, crecimiento orgánico, iteración rápida y
mejora de ideas y conceptos, además de facilidad de escalabilidad” (p. 159), lo
que, según estos autores, puede ser opuesto al modelo existente de enseñanza
superior “en el que la estructura se define por la centralidad del educador y
el flujo de contenido estructurado y normalmente en un solo sentido” (p. 159).
Como toda tecnología que se introduce en los
espacios educativos, las redes sociales deben analizar, desde sus alcances y
posibilidades, la integración de estrategias de enseñanza y aprendizaje acordes
con el modelo educativo de la institución, y también considerar las
características de los estudiantes, las posibilidades tecnológicas de las escuelas,
así como la disposición, capacidad y creencias de los docentes.
CAPACIDADES DOCENTES PARA
LA INTEGRACIÓN DE LAS TIC
Los docentes son el grupo de actores que mayor incidencia
tienen en el éxito o fracaso de los proyectos de integración de las TIC en la
educación; en ellos se asienta la responsabilidad de lograr que los alumnos
hagan un uso más consciente, estructurado e inducido de estas tecnologías hacia
prácticas educativas efectivas. Pensar que el docente tiene un papel secundario
en el proceso educativo, es menospreciar el potencial intelectual, formativo y
emocional que pueden brindar a los estudiantes en sus procesos de aprendizaje,
más allá de los medios por los cuales se puede acceder a la información, y es
que “el desafío va más allá de la incorporación o no de la tecnología en el
aula: reside en la innovación de las prácticas pedagógicas” (Piscitelli y
Adaime, 2010, p. XVI).
Calderhead (1984, citado por Rivas, 1997) menciona que “los
profesores más experimentados tienen esquemas diferentes de los principiantes,
lo que les permite juzgar y actuar más rápidamente ante las situaciones
cambiantes que se dan en el aula” (p. 133). Este aspecto es importante si se
considera el supuesto de que los profesores noveles son los que tienen mayor
experiencia en el uso de las TIC y se ha dejado de lado la capacidad de los
profesores de más edad y antigüedad en la docencia. La idea a discutir es que,
si bien la tecnología va ganando espacio en el ámbito educativo, otros factores
son fundamentales para generar una buena práctica docente. Como menciona Rivas
(1997), “en el docente, dos grandes apartados constituyen la representación
mental de su actividad profesional: los conocimientos relacionados con su
formación teórica (Clark, 1987) y su experiencia o conocimientos profesionales
(Bromme, 1988)” (p. 132). Estos dos aspectos influyen en la manera en que el
profesor diseña la planificación y la intervención en el aula, asigna valores a
las funciones, distribuye las actividades de la enseñanza y el aprendizaje, y
diseña procesos de evaluación pertinentes.
En la última década se han establecido algunos estándares de calidad y niveles de competencia que ayudan a identificar cuál es la habilidad que los docentes requieren para usar y aplicar la tecnología en el aula. Uno de los organismos internacionales que ha lanzado más propuestas para la elaboración de políticas públicas e institucionales relacionadas con el uso de las TIC es la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que en 2008 publicó el documento Estándares de competencia en TIC para docentes, que busca combinar los conocimientos pedagógicos con el desarrollo de habilidades para la integración de TIC a partir de los siguientes objetivos:
- Contribuir a resolver la capacitación de los profesores en el uso e integración de las TIC.
- Contribuir a la mejora de la práctica pedagógica.
- Contribuir a un uso creciente del e-learning en la escolaridad de los diferentes niveles educativos.
- Formar al profesorado a partir de un posicionamiento teórico en el cual se considera que aprender es el resultado de un proceso de colaboración (p. 89).
Para Villa y Poblete
(2007), “a nivel personal, las competencias son efectivas en la medida en que
cada uno establece la base y referencia de superación en sí mismo. Así, somos
competentes en la medida en que alcanzamos logros efectivos. El origen de esos
logros está en el perfeccionamiento de nuestras cualidades personales, tanto
individuales como sociales” (p. 23). En general, para Area y Pessoa (2012), las
nuevas competencias en el ámbito del uso de las TIC se pueden concentrar en:
- Competencia instrumental: relativa al dominio técnico.
- Competencia cognitivo-intelectual: aprender a utilizar de forma inteligente la información.
- Competencia sociocomunicacional: habilidades para la creación de textos, trabajo colaborativo e interacción en las redes sociales.
- Competencia axiológica: adquisición de valores éticos y democráticos con relación al uso de la información y las TIC.
- Competencia emocional: relativa al conjunto de afectos, sentimientos y pulsiones emocionales provocadas por la experiencia en los entornos digitales.
Por su parte, Cobo (2010) hace una clasificación similar
sobre las habilidades que debe poseer el individuo para considerarse competente
en el ámbito tecnológico (e-competencias):
- e-conciencia: Esta habilidad cognitiva se caracteriza por la comprensión del papel que desempeñan las TIC en la sociedad de la información.
- Alfabetismo tecnológico: Guarda relación con el uso diestro de los medios electrónicos tanto para estudiar y trabajar como para el ocio.
- Es la habilidad de comprender, evaluar e interpretar información proveniente de diferentes fuentes. [1]
- AlfabetAlfabetismo informacional:ismo digital: Es la capacidad para generar y reproducir en diferentes formatos nuevo conocimiento apoyado en el uso estratégico de las TIC.
- Alfabetismo mediático: Tiene que ver con comprender cómo los medios de comunicación tradicionales están transformándose dentro del entorno de los medios electrónicos (p. 140).
Como menciona Cobo (2010),
“en caso de adoptar las aproximaciones teórico-conceptuales que dan forma a la
trilogía educación-tecnologías-competencias, es clave que ello se haga de
manera crítica, contextual y contando con indicadores que permitan evaluar el
impacto prepost de estas transformaciones” (p. 141). En relación con lo
anterior, clasificamos algunas áreas en las que las TIC y las redes sociales
han tenido un mayor impacto de acuerdo con las investigaciones y discusiones de
diferentes autores:
- Usos de las TIC en los procesos de enseñanza y aprendizaje (E/A), con aportaciones de Meso et al. (2011), López (2013), Pérez, Lee y De la Cruz (2014), y Rodríguez, Restrepo y Aranzazú (2014), quienes han identificado los alcances de la tecnología para enriquecer y modificar estos procesos educativos. Como refiere Rivas (1997), hablamos de enseñanza en relación con las actividades que parten del profesor al mostrar contenidos y guiar al alumno para que logre la adquisición de un bagaje cultural determinado; por su parte, el aprendizaje se refiere a los procesos cognitivos para alcanzar cambios comportamentales. [2] En este sentido, podemos identificar al menos tres elementos a considerar:
─
Estrategias de enseñanza que ponen en juego aspectos
didácticos y metodológicos para el desarrollo del currículo.
─
Estrategias de aprendizaje, entendiendo la forma en que el
estudiante dispone y organiza sus propias acciones y gestiona la organización
de sus actividades académicas.
─
Control y evaluación del proceso de enseñanza y aprendizaje (Rivas,
1997) para identificar logros y aciertos, y también lo que debe irse
modificando en el proceso.
- Diversificación de las vías de comunicación e incremento de su intensidad, pasando de un contacto cara a cara la mayoría de las veces a la utilización de una diversidad de medios, como el correo electrónico, las plataformas educativas, el mensajero instantáneo y las redes sociales, que permiten a alumnos y docentes una relación más estrecha que puede reflejarse positivamente en el desempeño académico de los estudiantes (Ellison et al., 2007; Roblyer, McDaniel, Webb, Herman y Vince, 2010; Duffy, 2010; Loving & Ochoa, 2011; Area y Pessoa, 2012; López, 2013; Amador y Amador, 2014).
- Realización de varias tutorías y asesorías, las cuales se han innovado con el uso de las TIC, específicamente con las redes sociales, ya que se han documentado experiencias de éxito con el trabajo de tutorías individuales y grupales, atención a las dudas, y asistencia permanente a través de Facebook; así, los alumnos ya no tienen que desplazarse al campus para esas actividades (Cabero et al., 2007; Amador y Amador, 2014; López et al., 2015).
- El trabajo con los pares, referente tanto al trabajo en las academias como al realizado con otros investigadores a través de redes de colaboración, participación en foros y proyectos afines, co-creación de documentos y reflexiones colectivas (Cabero et al., 2007; Duffy, 2010; López, 2013).
A partir de los elementos desarrollados en este apartado,
citamos a Cabero et al. (2007), para
quienes los roles que desempeñará el docente en un modelo mediado con el uso de
las TIC serán de:
- Consultor de información/facilitador del aprendizaje.
- Diseñadores de situaciones mediadas de aprendizaje..
- Moderadores y tutores virtuales.
- Evaluadores continuos.
- Orientadores.
- Evaluador y seleccionador de tecnología.
En relación con lo anterior, es importante señalar que la
diversidad de usos que los docentes hagan de Facebook varía según la
experiencia en el uso de otras tecnologías dentro y fuera del aula, y los
resultados de estas aplicaciones con los alumnos. Sin embargo, y como mencionan
Balula y Moreira (2014), el hecho de que esta generación utilice de manera
frecuente las TIC no significa que los estudiantes no enfrenten dificultades
para manejar algunas de estas herramientas, por lo cual estos investigadores
sugieren a los docentes: no seleccionar herramientas complejas; asegurarse de que
los estudiantes tengan asistencia técnica; que el uso de las herramientas sea
pertinente con los objetivos educativos que los alumnos deberán alcanzar; y
explicar a los estudiantes lo que el empleo de una o más herramientas puede
aportar a su proceso individual de aprendizaje.
METODOLOGÍA
Nuestro estudio es transversal con enfoque mixto y alcance
descriptivo a partir del diseño y la aplicación de una encuesta de reactivos
cerrados (escala de Likert), que incluyó una pregunta abierta. El análisis de
la información se hizo a través de frecuencias representadas en porcentaje;
para el análisis de la pregunta abierta, se llevó a cabo una poscodificación (Borsotti,
2009), que redujo las respuestas obtenidas a una clasificación de una cantidad
limitada de valores.
Población y muestra
La indagación inicial identificó a los docentes que hacían un
uso general y uno intencionado (académico) de Facebook; en total fueron 158 de
los 520 profesores que constituían la planta académica del Centro Universitario
del Sur en 2013; a estos les enviamos la liga de la encuesta a sus cuentas de
correo, y obtuvimos un total de 142 instrumentos contestados, lo que representa
cerca de 90% de la población (89.87).
Diseño de la encuesta
Para identificar los elementos que se deberían incluir en el
diseño de la encuesta, trabajamos dos grupos focales, uno con docentes y otro
con alumnos, resultados que se presentan en Flores y López (2014), y López et al. (2015). Ambos estudios indagan
los principales usos que se hacen de la red social Facebook, tanto a nivel
personal como académico. Añadimos una pregunta abierta para profundizar en los
comentarios generales sobre la inclusión de Facebook en la práctica docente.
Validación de la encuesta
Para la validación de la encuesta, llevamos a cabo los
siguientes procedimientos:
- El primer proceso fue el referente a la validación de constructo (Hernández, Fernández y Baptista, 2014) a partir de la revisión teórica con la delimitación de las siguientes dimensiones:
─
Datos generales sobre las TIC: infraestructura, capacitación
y frecuencia de uso.
─
Usos de Facebook en los procesos de comunicación.
─
Usos de Facebook en los procesos de enseñanza.
─
Usos de Facebook en la práctica docente en general.
- Posteriormente, la encuesta se envió a cuatro expertos en la materia para verificar la pertinencia, claridad y amplitud de las preguntas, así como la congruencia de las diferentes dimensiones; se hicieron las correcciones necesarias a partir de sus observaciones.
- Aplicamos una prueba piloto a 32 docentes, la cual se envió a sus cuentas de Facebook. Con base en los resultados obtenidos, medimos la consistencia interna del instrumento calculando el alfa de Cronbach, y obtuvimos un valor de .964, que se considera altamente confiable.
- Hicimos llegar un cuestionario a los mismos 32 docentes, en el cual se les preguntó sobre la claridad de las preguntas, redacción, ortografía, amplitud de la encuesta y comentarios generales. Recurrimos a sus observaciones para diseñar el instrumento final, que constó de 35 preguntas y 105 ítems.
Aplicación de la encuesta
La encuesta se aplicó de manera virtual a través de la
plataforma comercial SurveyMonkey, la cual se ligó a las cuentas de Facebook de
los docentes.
RESULTADOS
Los profesores que participaron en el estudio fueron
equivalentes en género; la edad que prevaleció fue de treinta y uno a cuarenta
años (45.77%), con una predominancia de antigüedad en la docencia en el rango
de seis a quince años (55.63%); 60.56% eran profesores de asignatura o de
tiempo parcial, y el resto contaba con un nombramiento definitivo; ese mismo
porcentaje (60.56) corresponde a los docentes con grado de maestría. A
continuación presentamos las cinco dimensiones trabajadas en esta
investigación, con la frecuencia medida en porcentaje:
Datos
generales sobre uso de las TIC
Algunos autores como Roblyer et al. (2010), López (2013) y Rodríguez et al. (2014) destacan la importancia de
los elementos de infraestructura, capacitación en el uso de las TIC y
frecuencia de uso para que los docentes hagan un empleo extensivo y dirigido de
la tecnología en el aula. En este sentido, 77.86% de los profesores han
estudiado algún programa en línea, mientras que 60% han impartido cursos en
línea. En relación con otros aspectos a considerar, encontramos lo siguiente:
a) Infraestructura (TIC)
El contar con la tecnología adecuada es un factor que influye
tanto para la frecuencia de uso como para la diversidad de aplicaciones; no es
lo mismo que los docentes cuenten con equipo propio de calidad y conexiones de
banda ancha a que tengan que conseguir equipos prestados o que dispongan de
alguno que no satisface sus necesidades de capacidad, velocidad y funciones.[3] En esta investigación, 85%
de los profesores encuestados poseen un equipo portátil y 73.57%, una PC. En la
fecha en que se realizó el estudio, 50% de los profesores tenían un teléfono
inteligente, dato que se ha visto modificado, ya que en una encuesta general
reciente (2016), 98% de los profesores del Centro Universitario del Sur contaban
con este tipo de dispositivos. En cuanto a la conexión a internet, 94.29% de
los encuestados tenían un servicio contratado ya sea en casa o para sus
dispositivos móviles.
b) Capacitación (TIC)
Para que los docentes puedan hacer un uso más intensivo de
la tecnología, es fundamental que muestren una preparación básica sobre su
manejo; al preguntarles sobre su capacitación en el uso de las TIC, 72.86%
señalaron que fue a través de cursos ofrecidos por la Universidad de Guadalajara,
y solo 7.14% dijeron que no habían tenido alguna capacitación. En relación con
lo anterior, 52.14% de los docentes aseguraron que se capacitan continuamente
en el manejo y aplicación de las TIC, mientras que 40% lo hace solo cuando
necesita aprender una nueva aplicación.
c) Frecuencia de uso (Facebook)
Respecto a la frecuencia de uso de Facebook, 94.5% de los
docentes se conectan al menos una vez a la semana (ver tabla 1), y lo hace más
frecuentemente desde su hogar (84.12%), y en segundo nivel desde su lugar de
trabajo (53.97%). El dispositivo desde el cual se conectan con mayor frecuencia
es la computadora portátil (68.25%), seguido por la tableta o el celular
(60.32%). Cabe resaltar que la antigüedad en la docencia fue un dato
significativo, ya que la mayoría de los docentes con menos de cinco años en la
práctica educativa (55.56%) ingresan a Facebook varias veces al día, lo que no
sucede con los profesores que tienen más de veinte años en la docencia; de
estos, solo 13.3% se conectan con esa frecuencia. Sin embargo, en cuanto al uso
intencionado de esta red social –actividades de docencia y de investigación–,
las diferencias entre los grupos de edad no fueron significativas en ninguno de los
casos.
Tabla 1. Frecuencia de uso de Facebook
Frecuencia
|
Porcentaje |
Varias veces al día
|
35.71
|
Diariamente
|
35.71 |
2 o 3 veces por semana
|
19.05 |
Cada semana
|
3.97 |
Cada 15 días
|
3.17 |
Cada mes
|
2.38 |
Fuente:
elaboración propia.
d) Dominio de uso (Facebook)
De los profesores, 90.98% se ubican
entre los niveles medio y alto en el uso de Facebook y solo 9.02% se consideran
principiantes en esta red social. La relación entre la antigüedad en la
docencia y el dominio de uso de Facebook es significativa (p=0.00): 62.96% de los profesores que tienen menos de cinco años aseguran
tener un dominio alto frente a 7.69% de profesores con más de veinte años en
esta misma categoría (nivel alto) (ver tabla 2). De los docentes, 82.79% aprendieron
a usar Facebook por cuenta propia, y lo que los motivó fue el ampliar la
comunicación con familiares, amigos y colegas (95.09%).
Tabla 2. Dominio de uso de Facebook en relación con la antigüedad en
la docencia
Antigüedad en la docencia/ dominio de uso de Facebook |
Alto (%) |
Medio (%) |
Deficiente (principiante) (%) |
Nulo (%) |
Menos de 5 años |
62.96 |
33.33 |
3.70 |
0.00 |
De 6 a 10 años |
50.00 |
47.50 |
5.00 |
0.00 |
De 11 a 15 años |
20.00 |
63.33 |
16.67 |
0.00 |
De 16 a 20 años |
16.67 |
75.00 |
8.33 |
0.00 |
Más de 20 años |
7.69 |
76.92 |
15.38 |
0.00 |
Fuente:
elaboración propia.
Usos de Facebook en los
procesos de comunicación
a) Frecuencia de las interacciones
La inmediatez generada a través del
uso de las TIC es una de las características más notables de apoyo al proceso
de aprendizaje de los alumnos al contar con una respuesta rápida a sus dudas o
una retroalimentación de sus comentarios. En este sentido, 71.42% de los
docentes afirman que tienen contacto con sus alumnos diariamente a través de Facebook
y, en algunos casos, incluyendo los fines de semana; en cambio, 16.67% no tienen
interacción con sus alumnos, pero sí admiten que recurren a esta red social
para otros usos.
b) Diversidad de comunicados a los alumnos
Los usos más frecuentes que reportan
los docentes son los referidos a cambio de horarios y aulas, información sobre congresos
y coloquios, así como becas y otras notificaciones (ver gráfica 1).
c) Comunicación con instancias administrativas
Se incluyen aquí la comunicación con
las diferentes unidades y coordinaciones administrativas de la institución, y
la comunicación con jefes y otros directivos (ver gráfica 1).
Fuente:
elaboración propia.
Gráfica 1. Usos de Facebook en los procesos de comunicación
Usos de Facebook
en los procesos de enseñanza
a) Aspectos metodológicos
Uno de los cambios que se han
introducido con el uso de Facebook es el relacionado con la metodología de
trabajo entre docentes y alumnos, como es el caso de creación de grupos de discusión
para temas específicos, envío de documentos y materiales de apoyo y recepción
de tareas (ver gráfica 2).
b) Aspectos evaluativos
A través de las diferentes
actividades realizadas en Facebook y de la innovación en los aspectos metodológicos,
un grupo de docentes ha modificado sus estrategias de evaluación al considerar
en el puntaje final las participaciones en los foros, la creación de grupos
para trabajo colaborativo y la evaluación de tareas enviadas desde esa red
social (ver gráfica 2).
c) Aspectos didácticos
Como mencionamos en los primeros
apartados, los aspectos didácticos (práctica) y pedagógicos (teoría) son uno de
los pilares de los procesos de enseñanza; por ello, su adecuación a los medios
tecnológicos con la apropiada contextualización es fundamental. En esta
investigación algunos docentes han desarrollado contenidos del curso a través
de Facebook e implementado nuevas estrategias de enseñanza que implican la
interacción permanente en esta red social. En el caso de que los alumnos
requieran asesorías individuales, algunos docentes planean sesiones para
trabajar uno a uno con ellos, y facilitar el proceso de retroalimentación más
allá del aula (ver gráfica 2).
Fuente:
elaboración propia.
Gráfica 2. Usos de Facebook en los procesos de enseñanza
Otros usos de Facebook en
la práctica docente
a) Trabajo colaborativo
La docencia incluye diversas
actividades más allá de la enseñanza, sobre todo lo que se refiere a las reuniones
de academia para revisión y actualización de programas de estudio; aunque en esta
investigación son pocos los docentes que utilizan Facebook para ese fin, sí
desarrollan otras actividades colegiadas, como foros de discusión y trabajo en
red a través de comunidades especializadas con propósitos de actualización
disciplinar o pedagógica, entre otros (ver gráfica 3).
b) Realización de tutorías y dirección de tesis
La tutoría es una actividad que va
tomando más impulso en las instituciones de educación superior, y Facebook se
ha considerado una plataforma adecuada para tal fin. En esta investigación, algunos
docentes realizan sus acciones de tutoría mediante esta red, mientras que una
minoría ha llevado a cabo la dirección de tesis por este medio, con lo cual se
evitan el trabajo de concertar una cita para expresar sus dudas a los
profesores y tener que desplazarse hasta la institución (ver gráfica 3).
Fuente:
elaboración propia.
Gráfica 3. Usos de Facebook en
diversas actividades de la práctica docente
Comentarios
generales sobre el uso de Facebook en la práctica docente
En esta sección consideramos todas
las respuestas a la pregunta abierta que dieron las unidades informantes
(Borsotti, 2009), y las agrupamos en las siguientes categorías:
a) Facebook como facilitador de la comunicación
Los docentes, en su mayoría,
consideran que la principal ventaja del uso de esta red social es facilitar la
comunicación con los estudiantes, ya que, de forma inmediata, pueden informar
sobre los cambios en la programación, los horarios y los espacios de trabajo.
Toman en cuenta la necesidad de establecer reglas precisas, sobre todo en el
uso adecuado del lenguaje y que los temas a tratar sean acerca de las
asignaturas y no de cuestiones sociales, aunque algunos señalan que han usado
esta red para dar orientación y consejos personales a los alumnos que lo
solicitan.
b) Necesidad de formación para el uso adecuado de Facebook
en la educación
Algunos docentes sugieren la impartición de cursos con
orientación didáctica y pedagógica para hacer un adecuado uso de Facebook en
sus procesos de enseñanza, y el contar con una planeación apropiada y
lineamientos para su uso a través de políticas institucionales específicas, lo
que les daría mayor sustento para su introducción en la práctica docente.
c) Elementos negativos del uso de Facebook
Un minoría de docentes (18%) identifican
prácticas negativas con el uso de esta red social, como el exceso de distractores
visuales, que puede causar déficit de atención o la adicción que algunos
estudiantes adquieren al querer estar conectados a toda hora. Otro de los
elementos que los docentes expresaron fue la falta de estructura didáctica de
esta red, lo que impide trabajar grandes fragmentos de la asignatura a través
de ella. En menor medida, se identificó el uso de lenguaje no adecuado por
parte de algunos estudiantes.
CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN
Cuando las redes sociales comenzaron a incrementarse en el
espacio virtual hace diez años, solo se incluían actividades de tipo social,
como un intercambio de perfiles, datos generales, y otras cuestiones personales,
acciones identificadas por Roblyer et al.
(2010) como las más comunes entre los estudiantes universitarios. Poco se pensó
en ellas como una herramienta que pudiera incluirse en los espacios educativos
para dinamizar las interacciones entre alumnos, docentes y administrativos,
discutir temas de alguna asignatura, intercambiar documentos y generar una
construcción colectiva de ideas y escenarios de aprendizaje. En virtud de ese
corto tiempo de aplicación en la enseñanza, Siemens y Weller (2011) señalan que
“apenas hemos empezado a explorar el impacto de las redes –sociales y
tecnológicas– en la enseñanza y el aprendizaje” (p. 159); por ello, estudios
como el que aquí se presenta pueden servir para iniciar o continuar con
investigaciones similares.
En esta investigación, las acciones más frecuentes que los
docentes efectúan en Facebook conciernen a la comunicación, ya sea entre pares,
con los alumnos o con los directivos y administrativos, para intercambiar
opiniones, dar indicaciones a los alumnos, o discutir temas y resolver dudas de
las asignaturas. De acuerdo con los datos obtenidos, 87.7% de los docentes creen
que la comunicación con sus estudiantes ha mejorado con el uso de Facebook, ya
que es un medio que puede generar espacios de confianza (Ellison et al., 2007; Roblyer et al., 2010) e inmediatez, además de
incrementar y enriquecer la relación entre docentes y alumnos (Selwyn, 2009;
Roblyer et al., 2010; Loving y Ochoa,
2011; Amador y Amador, 2014).
Amador y Amador (2014) encontraron en su estudio que los
alumnos consideran que la red social Facebook es un mecanismo para responder a
algunas de sus preguntas de asesoramiento, pero no están interesados en confiar
únicamente en Facebook para todas las necesidades de asesoramiento académico.
Roblyer et al. (2010) identificaron que
la comunicación con directivos y administrativos a través de Facebook ha sido
una de las acciones que a los alumnos les ha facilitado su tránsito en el medio
académico. Esta idea es compartida por Ellison et al. (2007), quienes opinan que Facebook ha servido para reducir
las barreras de participación de algunos estudiantes que, de otra forma,
evitarían iniciar una comunicación o responder a otros y las posibilidades que
ofrece esta red los animan.
Observamos que, además de la comunicación, hay actividades
que se realizan con mayor frecuencia que otras, como son el envío de materiales
(77.78%), la recepción de tareas (72.22%) y las sesiones individuales de
trabajo (76.98%); entre las de menor frecuencia están la dirección de tesis (38.89%),
la publicación de resultados de investigación (30.16%) y el trabajo de campo
(38.1%), como entrevistas y aplicación de encuestas. Aquí se recuperan otros
elementos señalados por los 142 docentes participantes:
- El 91.67% consideran que Facebook puede ser un apoyo fundamental para el proceso de aprendizaje de los estudiantes, lo que se refleja, entre otras acciones, en un aumento del aprendizaje colaborativo (93.33%), ya que “cuando el docente coloca en el centro del proceso al estudiante y adapta sus estrategias de enseñanza al ámbito de la red social, se logra una verdadera experiencia educativa” (Esquivel y Rojas, 2014, p. 10).
- Los docentes perciben que los alumnos se sienten entusiasmados por la creación de sus propios espacios de aprendizaje, como foros, consultas y comentarios (92.5%), lo que facilita su participación en los espacios que apoyan sus asignaturas (85.83%), punto de vista que es compartido por Siemens y Weller (2011), para quienes las “tareas que antes eran responsabilidad del cuerpo docente están ahora bajo el control de los estudiantes: buscar información, crear espacios de interacción, formar redes de aprendizaje, etc.” (p. 158).
El conocimiento de la herramienta tecnológica es uno de los
elementos que los docentes señalan como fundamental; 92.86% de los encuestados
han tomado cursos sobre el uso de las TIC y el resto ha sido autodidacta; 92.14%
se actualizan en el manejo y la aplicación de las TIC, ya sea de manera
continua o cuando necesita conocer una nueva aplicación, elementos esenciales
para ampliar la diversidad de usos (López, 2013). La edad fue otro factor que
influyó para una mayor frecuencia y diversidad de usos de Facebook, dato que
coincide con lo encontrado por Rodríguez et
al. (2014). De los docentes, 96.03% utilizan Facebook para usos personales,
sobre todo en actividades relacionadas con la comunicación, por lo que, al
integrar esta red social a su práctica educativa, ya conocían sus alcances y posibilidades.
Los docentes destacan algunos elementos negativos que identifican
al interactuar en esos espacios virtuales, como la falta de estructura,
lenguaje no adecuado y ruido visual, elementos que se han descubierto en otros
estudios desde la perspectiva de los propios estudiantes (Selwyn, 2009; Roblyer
et al., 2010; Loving y Ochoa, 2011; Flores
y López, 2014). Sin embargo, “el propósito de las redes sociales es transmitir
resultados positivos y deseables […]. Hasta cierto punto, la transmisión de
comportamientos negativos y de otros fenómenos adversos son meros efectos
secundarios que debemos tolerar para aprovechar las ventajas de las redes” (Christakis
y Fowler, 2010, p. 303). La discusión no gira solamente sobre la efectividad de
Facebook en la educación, sino sobre la pertinencia y eficacia de sus
aplicaciones en el campo pedagógico a través de acciones proyectadas para que
tanto alumnos como docentes las acepten como parte de sus procesos educativos,
y las políticas institucionales son fundamentales para el buen uso de las redes
sociales en educación, como señala Junco (2011).
En todo caso, para que Facebook pueda tener un impacto
positivo en estos procesos, los docentes deben considerar su incorporación a la
planeación académica al comienzo de cada ciclo escolar, y no integrar
actividades a través de esta red social conforme se avanza en el programa de la
asignatura y sin un acuerdo institucional a través de las academias, conclusión
a la que llegaron Punie et al. (2006,
citados en Balula & Moreira 2014), para quienes el uso de las TIC en la
educación solo producirá los efectos deseados en los procesos de aprendizaje si
se acompañan con los cambios sociales e institucionales necesarios.
Limitaciones
En este estudio identificamos las acciones que los docentes
de un centro universitario de la Universidad de Guadalajara realizan mediante
la red social Facebook. Una de las limitaciones es el número de participantes y
el pertenecer a una sola institución educativa; consideramos que la aplicación
de la encuesta a un número mayor de participantes pertenecientes a diversas
instituciones podrá brindar datos que se generalicen. Otra de las limitaciones
fue incluir únicamente algunos aspectos comunes del proceso de enseñanza, y dejar
de lado la perspectiva de los estudiantes, que daría un panorama general sobre
las posibilidades de Facebook en la educación superior.
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Adolfo Espinoza de los Monteros
Cárdenas
Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad de La Habana.
Profesor-investigador adscrito al Departamento de Ciencias Económicas y
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Guadalajara. México.
Diana Rojo Morales
Candidata a doctora por el Programa en Gestión de la Educación Superior
del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas de la
Universidad de Guadalajara. Profesora-investigadora adscrita al Departamento de
Ciencias Económicas y Administrativas del Centro Universitario del Sur de la
Universidad de Guadalajara. México.
Fecha de recepción: 27/3/2017
Fecha de aceptación: 28/4/2017
Fecha de publicación: 30/9/2017
[1] Para Piscitelli (2010), “la información presupone la consideración de una realidad independiente del sujeto a la que éste puede acceder mediante la puesta en práctica de determinadas competencias y habilidades cognoscitivas complejas. Así pues, dado que existe un saber-objetivo, éste puede ser enseñado a condición de que el sujeto adopte una posición activa en el propio proceso de aprendizaje” (p. 17).
[2] Según lo refiere Piscitelli (2010), “el aprendizaje es un proceso dinámico e implica la selección y organización de la información por parte del sujeto. Desde estos supuestos cognitivistas, el educador debe procurar hacer accesible, inteligible, el objeto de enseñanza” (p. 18).
[3] Los dispositivos de acceso a internet se han modificado en los últimos años; en 2008, la mayoría de los usuarios accedían a través de una PC o Laptop, y solo 6% de los usuarios de telefonía celular accedían a internet a través de su dispositivo móvil (AMIPCI, 2009). En 2016, la proporción de los usuarios de internet que se conectan por medio de sus teléfonos inteligentes ha aumentado a 77% (AMIPCI, 2016), lo que refleja la posibilidad de conectarse desde cualquier lugar y a toda hora.
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Comentarios sobre este artículo
por Pedro Rezende (2018-04-29)