Para que un curso virtual se realice de forma adecuada, debe proyectarse correctamente. El objetivo de este artículo es proporcionar una metodología para diseñar un proyecto de curso virtual, evaluarlo y seguir su realización. La metodología propone el seguimiento de las seis fases siguientes: análisis del problema educativo; justificación y objetivos del proyecto; propuesta de perspectivas del proyecto; planificación pedagógica, operativa y económica; proyección de resultados esperados, evaluación continua y seguimiento del proyecto. De acuerdo con la metodología, se proyectó e implemento el curso virtual "Uso de rúbricas para evaluar las actividades de aprendizaje en línea", que se impartió en una universidad a distancia en Polonia. Aunque los participantes valoraron el curso positivamente, sus opiniones sugieren la necesidad de mejorar los elementos pedagógicos. Este proyecto permitió obtener respuestas a las preguntas fundamentales que plantean las decisiones centrales implícitas en el proyecto de un curso: ¿qué se piensa hacer?, ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿quiénes lo van a hacer?, ¿cuáles son los recursos con los que se va a desarrollar y financiar? Se concluye que la metodología propuesta puede constituir un marco de referencia para las universidades que pretendan crear un curso virtual de calidad, ya sea en Polonia o en otros países.
In order for an online course to be properly carried out it must be properly planned. The goal of this paper is to provide users with a methodology to design, assess and follow up a good quality online course project. The methodology proposes six phases to be followed in order to accomplish the task: Analysis of educational problem; justification and purposes of the project; proposal of project's perspectives; education, operational and financial planning; project's expected results, and project tracking and assessment. The proposed methodology allowed designing and carrying out the online course project called Rubrics for Assessment of Activities of e-Learning which was given at the Distance University of Poland. Even though the course was highly assessed by its participants, their comments imply the necessity of a more careful planning of the pedagogical components of the course. Despite this weakness, the project allowed to obtain answers to the main questions raised by decisions to be made when planning a course: What is intended to be done?, why?, what for?, how?, when?, by whom?, with what resources and funds? It is concluded that the proposed methodology may constitute a reference framework for the universities that wish to plan a high quality online course, both in Poland and in other countries.
No cabe duda que para llevar a cabo un curso virtual es preciso contar con un
proyecto previamente diseñado que constituya una guía para todos los involucrados en
su elaboración e implementación y que, además, asegure que estos u otros grupos de
interés dispongan de información sobre cómo será el curso, quiénes lo realizarán,
cómo, cuándo, con qué recursos, etcétera. Buenos proyectos fracasan debido a la
falta de un diseño adecuado, lo que confirma la Universitat Oberta de Catalunya
(
En este punto es importante precisar que no existen fórmulas o prescripciones para
diseñar el proyecto de curso virtual. Cada proyecto es único; su estructura y
funcionamiento dependen de las metas, contenidos, destinatarios y presupuesto que se
establezcan. No obstante, existen algunas propuestas metodológicas que proponen cómo
se debe elaborar (ver
Fuente: elaboración propia.
Aunque las metodologías presentadas en la tabla 1 se diferencian en cuanto al número de fases y su denominación, en cada una de ellas se pueden encontrar elementos comunes que establecen, en general, las fases básicas de diseño de proyecto de curso virtual. Estas fases son: definir los objetivos del proyecto, identificar y caracterizar a los destinatarios, y diseñar una propuesta pedagógica.
En nuestra opinión, dichas fases son imprescindibles para el diseño de un proyecto de curso virtual, pero no son suficientes, ya que no proponen, entre otras, las fases de prospectiva, operativa, evaluación y seguimiento del proyecto. Si estas no se cumplen, no se cuenta con la información y el marco de posibles decisiones necesario para proceder con dicho diseño.
Para llenar este vacío, el objetivo de este artículo es proponer una metodología aplicativa para el diseño de un proyecto de curso realizado en la modalidad virtual y dar a conocer las fases que este implica. La metodología propuesta se utilizó para diseñar e impartir el curso virtual de "Uso de rúbricas en la evaluación de actividades de aprendizaje en línea", que se llevó a cabo en la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad a Distancia de Polonia al principio del año académico 2014-2015.
El proyecto se define desde diferentes perspectivas. Entre las palabras clave
utilizadas para describirlo se encuentran: plan, equipo, recursos, actividades,
temporalización, único, creación, estado de transmisión (
Un curso se refiere al estudio sobre una materia, desarrollada con unidad; también,
al tratado sobre una materia explicada o destinada a ser explicada durante cierto
tiempo (
Con estas aclaraciones podemos centrarnos en el concepto de proyecto de curso
virtual. Para
Por otro lado, según
El problema a resolver La visión del producto final de Los objetivos y el alcance del proyecto Las responsabilidades de las personas involucradas Las prioridades relativas de tiempo, costos y calidad El riesgo del proyecto Los métodos de comunicación entre los diferentes grupos de interés del
proyecto
Por otra parte, para
A modo de conclusión de las definiciones citadas y con base en todo lo expuesto, definiremos lo que nosotros entendemos por proyecto de curso virtual. Se trata de una propuesta formativa que alguien plantea realizar en la modalidad virtual. Puede decirse que un proyecto de curso virtual consiste en el proceso de planificación de objetivos formativos para un período determinado, actividades y otros elementos necesarios para alcanzar dichos objetivos y desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje de una materia impartida en dicha modalidad.
El producto resultante de este proceso es el plan general del curso virtual en el cual se determina como objetivo principal solucionar un problema formativo anteriormente identificado, de manera exacta y bien organizada, y teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos tanto humanos como materiales, tecnológicos y financieros. En general, dicho plan debe ofrecer respuestas a preguntas fundamentales que plantean las decisiones centrales implícitas en él, como: ¿cuál es el problema formativo?, ¿quiénes lo tienen?, ¿qué se piensa hacer para solucionarlo?, ¿por qué se quiere hacer?, ¿para qué se quiere hacer?, ¿cómo se va a hacer?, ¿quiénes lo van a hacer?, ¿con qué se va a hacer?, ¿cuánto va a costar?, ¿cuándo se va a hacer?, ¿qué resultados se espera obtener?, ¿cómo sabemos que lo estamos haciendo bien? Al diseñar un proyecto de curso virtual no hay que olvidar ninguno de estos datos; todos son importantes.
Diseñar un proyecto de curso virtual requiere una adecuada organización y
planificación de un conjunto de fases, subfases, actividades y tareas que impliquen
el desarrollo de escenarios de aprendizaje virtual. Exige, por lo tanto, la
elaboración de un plan en el cual la definición de objetivos, acciones, actividades
y recursos quede debidamente precisada en su desarrollo temporal (
En este artículo nos proponemos diseñar un proyecto de curso virtual según la
metodología presentada en la siguiente
Según la figura, el diseño de un proyecto de curso virtual se divide en seis fases y once subfases que se describen a continuación.
El objetivo de esta fase, que se compone de dos subfases, es identificar y reconocer un problema formativo que puede ser resuelto con el apoyo de tecnologías digitales.
Todos los proyectos empiezan con un problema. Si no hay problema, no hay proyecto. Por eso, la primera cuestión fundamental en el diseño del proyecto de un curso virtual es identificar un problema educativo que pueda ser resuelto con el apoyo de la modalidad virtual.
En este punto se debe acercar a los que tienen el problema a la asignatura o al curso en el que tenemos el dilema.
Esta fase, cuyo objetivo es justificar la elección del problema para desarrollar el proyecto y definir sus objetivos, se constituye de dos subfases:
La justificación es una de las primeras tareas de todo el proyecto y es clave para su posterior diseño. De ella depende que la institución lo encuentre razonable. Por eso, la justificación debe mostrar la necesidad e importancia del proyecto que se propone para solucionar el problema identificado en la fase anterior. También se debe explicar por qué es pertinente que sea un curso virtual.
Después de establecer el problema educativo y justificar el proyecto, podemos definir sus objetivos (objetivo general y un número limitado de específicos).
En esta fase, que se compone de dos subfases, se propone al lector un futuro que
plantea una "prospectiva" o "escenario" a fin de demostrar
qué se espera con la realización del proyecto en un tiempo determinado. De
acuerdo con
En este punto se considera qué sucedería si el proyecto llega a realizarse (qué se puede ganar).
En este punto se expone qué sucedería si el proyecto no llega a realizarse (qué se puede perder).
Esta fase es la parte fundamental de un proyecto de curso virtual. En ella se presenta cómo será el modelo pedagógico general del curso, prácticas de aprendizaje y tecnologías, materiales didácticos, tutoría, administración del curso. Además, se planifican todos los gastos de realización del curso y su cronograma. La fase se divide en tres subfases:
En este paso se debe explicar al lector cómo será, pedagógicamente hablando, el
proyecto. Según Council on Higher Education (
En este punto se propone buscar el modo de comunicar cómo será el funcionamiento
del proyecto cuando esté en su fase de implementación. Según
Para la ejecución del proyecto y alcanzar las metas establecidas, es necesario
elaborar un presupuesto de gastos y cronograma (
En esta fase se describe qué esperamos con la ejecución del proyecto en un tiempo
determinado.
El objetivo es planificar cómo se va a evaluar y seguir el proyecto para asegurarnos de que el curso se está llevando a cabo según lo esperado. Esta fase abarca dos subfases:
"La evaluación de un proyecto proporciona información continua acerca del
avance del mismo. Esta información permitirá mejorar el proyecto a través de la
retroalimentación del mismo" (
En esta etapa se explica cómo se efectuará el seguimiento para ver qué está sucediendo en cuanto a los resultados esperados durante el transcurso y final del proyecto.
Para comprobar la eficacia de la metodología propuesta, esta se aplicó al diseño y la realización del curso "Uso de rúbricas en la evaluación de actividades de aprendizaje en línea" en la Facultad de Administración y Dirección de Empresas de la Universidad a Distancia de Polonia (en adelante FADEUD). El curso fue impartido en el primer semestre del año académico 2014-2015.
Conscientes de las limitaciones impuestas por el tipo de artículo, a continuación compartimos la mayor parte del proyecto diseñado para dar al lector un ejemplo e indicaciones relativas a cómo se puede elaborar cada una de las fases y subfases que abarca la metodología propuesta. En la presentación utilizamos el tiempo presente y futuro, según la forma en que elaboramos y expusimos el proyecto al responsable del desarrollo de los recursos humanos de la citada universidad para recibir su permiso de impartir el curso.
Empezamos nuestro proyecto por la identificación y descripción del problema. En la primera subfase describimos en qué consiste el problema y en la segunda, quién lo tiene.
Durante el curso cada estudiante de la FADEUD debe participar en los foros de discusión y opinar sobre los temas propuestos. El estudiante también está obligado a elaborar y entregar los trabajos prácticos y el trabajo final en la fecha indicada. En todas las actividades, el estudiante recibe calificación por puntos. La nota final, de acuerdo con las reglas de evaluación de los estudios, consiste en los puntos anotados en:
Trabajo práctico: máximo 20 puntos. Trabajo final del curso: máximo 30 puntos. Actividad en los debates en los foros: máximo 40 puntos. Puntos adicionales disponibles para el tutor: 10 puntos para todo el
curso.
Los estudiantes conocen esta calificación. Sin embargo, en las encuestas de satisfacción se quejan de que no saben ni cómo se asignan estos puntos ni cómo pueden recibir la nota máxima por cada actividad, porque no existen criterios establecidos ni normas bien detalladas de la evaluación de sus actividades. En su opinión, dicha calificación resulta insuficiente para evaluar de forma profesional, objetiva y consistente las actividades que realizan. Esa es la razón por la cual la evaluación continua de las actividades de aprendizaje ejecutadas por los estudiantes se convierte en un gran problema para los docentes en línea y suele ser una de las tareas más desagradables para ellos.
Para solucionar este problema, efectuamos la lluvia de ideas con los docentes en
línea afectados. La idea que gozó de más interés fue la aplicación de
rúbricas
Aunque las rúbricas son conocidas y utilizadas para la evaluación de las actividades ejecutadas por los estudiantes en algunas universidades del país, en la FADEUD no se emplean como una herramienta eficaz de dicha evaluación. Los docentes desconocen cómo elaborarlas de forma correcta. Para que los docentes de dicha facultad conocieran las rúbricas, sus tipos, ventajas y cómo diseñarlas, decidimos ofrecerles un curso en línea sobre rúbricas como herramientas de evaluación continua de actividades de aprendizaje realizadas por los estudiantes.
El problema concierne a unos 44 docentes en línea de la FADEUD, quienes, al final de cada módulo de su curso o curso completo, están obligados a enfrentarse a la responsabilidad profesional de evaluar actividades de aprendizaje realizadas por los estudiantes. La mayoría de ellos son docentes de tiempo completo de la universidad, con título de doctor, y 35% son eméritos de amplia experiencia en la enseñanza universitaria.
El problema de la evaluación de las actividades de aprendizaje concierne tanto a los docentes como a los estudiantes que cursan el primer ciclo de grado de Administración y Dirección de Empresas (860 estudiantes). Estos últimos son de nacionalidad polaca y mayores de veintiún años (la media de edad es de treinta y seis años), tienen una formación previa en administración de empresas, ciencias empresariales o económicas, derecho u otras ciencias sociales, y pueden estar en activo, o no.
A fin de obtener el permiso del responsable del desarrollo de los recursos humanos de la universidad para el curso, debimos convencerlo de lo que ganaría la facultad con la solución del problema descrito en la fase anterior. Por ello, justificamos el proyecto y presentamos sus objetivos.
Para los docentes en línea de la facultad, la creación de una herramienta de evaluación que les permita especificar con claridad qué se espera de los estudiantes y proporcionar los criterios para calificar sus actividades de aprendizaje justifica suficientemente la necesidad de un curso sobre las rúbricas de evaluación de las citadas actividades.
Otros aspectos que evidencian tal necesidad son los siguientes:
Además del conocimiento práctico sobre la elaboración de dichas
rúbricas, el curso permitirá a los participantes responder a algunas
interrogantes: ¿qué significa la evaluación continua de las
actividades realizadas por los estudiantes en entornos virtuales de
aprendizaje?, ¿para qué evalúan?, ¿deben conocer los estudiantes los
criterios a partir de los cuales serán evaluados? La modalidad virtual del curso se justifica porque los docentes en
línea, afectados por el problema, viven en diferentes partes de
Polonia (algunos en el extranjero) y no sería posible que vinieran a
la universidad para participar en un curso presencial de cinco
semanas de duración.
Objetivo general: implementar un sistema de evaluaciones de actividades de aprendizaje mediante rúbricas que sea claro y transparente.
Objetivos específicos: para conseguir el objetivo general del proyecto, decidimos capacitar a los docentes de dicha facultad en el uso de rúbricas para la evaluación continua de las actividades realizadas por los estudiantes. Para ello, resulta necesario:
Diseñar e implementar un curso virtual sobre las rúbricas de
evaluación mediante la plataforma virtual de la universidad. Promover entre los docentes el uso de rúbricas como herramientas
eficaces de la evaluación de las actividades de aprendizaje
realizadas por los estudiantes. Impulsar las competencias didácticas de los docentes participantes en
el curso.
Para fundamentar la importancia y necesidad del curso, y mostrar lo que puede lograr la facultad mediante la evaluación de las actividades del aprendizaje con las rúbricas, proyectamos el escenario ideal y el posible.
El docente establece normas bien detalladas del trabajo durante el
curso y define, de forma clara e inequívoca, sus expectativas a la
vez que proporciona los criterios con los cuales se van a calificar
las competencias definidas previamente a través de las actividades,
e informa a los estudiantes acerca de ellas. El proceso de evaluación de las actividades de aprendizaje no queda
oculto y los estudiantes comprenden muy bien qué se espera de
ellos. Facilita el proceso de evaluación de las actividades de aprendizaje y
los docentes lo perciben como objetivo, claro y transparente.
La cultura propia de la universidad muestra una tendencia clara a
priorizar la importancia del examen final de la asignatura por
encima de la evaluación continua del aprendizaje. Por lo tanto, la
evaluación se centra en la etapa final y se concibe, de forma
general, para aprobar más que para aprender. Por eso, los
estudiantes dedican su esfuerzo a lo que se evalúa y no son
conscientes de su propio progreso en el aprendizaje. La necesidad de una revisión exhaustiva de algunos instrumentos de
evaluación de las actividades de aprendizaje es, en particular,
desagradable para la mayoría de los docentes en línea.
Al principio de esta fase IV (subfase 7) formulamos la propuesta pedagógica del curso, que abarcó todos los elementos necesarios para el desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje. A continuación (subfase 8), compartimos cómo será el funcionamiento del curso cuando se implemente. Luego, planificamos el presupuesto del curso, que incluía todos los gastos humanos, materiales y otros imprescindibles para llevarlo a cabo. Dicha fase finalizó con la elaboración del cronograma completo del desarrollo del curso, en el cual establecimos todas las fases y subfases.
Conscientes de las limitaciones impuestas por este tipo de artículo, presentamos algunos aspectos de la propuesta pedagógica y los operativos del proyecto.
El curso está dirigido a los docentes en línea de la FADEUD con el reto y la responsabilidad de manejar los nuevos programas diseñados para evaluar las actividades de aprendizaje realizadas por los estudiantes de dicha facultad.
El objetivo general es que los docentes en línea, es decir, los participantes del curso, sean capaces de definir una rúbrica de evaluación, analizarla en términos de nivel y calidad del aprendizaje del estudiante, identificar los pasos de su elaboración, y realizar unos ejemplos de ella a partir de un aprendizaje esperado para, por último, aplicar estos criterios al proceso de evaluación continua de los cursos que imparten.
El curso consistirá en cinco unidades:
En la unidad I se presentará el campo de evaluación de las
actividades de aprendizaje y sus componentes, y se mostrarán sus
indicadores y procedimientos. Además, se expondrá la problemática
del sistema y las técnicas de evaluación. La unidad II tratará el tema de la evaluación continua de las
actividades de aprendizaje en entornos virtuales, sus funciones,
características y tipos. Las unidades III y IV estarán dedicadas a las rúbricas de evaluación,
su concepción, uso y procedimiento de elaboración. La unidad V tratará el tema de las e-rúbricas, que son herramientas
en línea para diseñar y construir rúbricas de evaluación. El acento
estará puesto en la identificación y aplicación de varias
herramientas en línea para diseñar y crear e-rúbricas.
En la
Fuente: elaboración propia.
Los objetivos del curso se alcanzan a partir del planteamiento de actividades de
aprendizaje adaptadas a las características del curso. Las actividades se
basarán en la aplicación de los conocimientos a situaciones adaptadas a los
propios contextos laborales de los docentes en línea. Para ello, durante el
curso, se proponen las actividades descritas en la
Para cada una de las cinco unidades del curso, el docente en línea responsable del curso preparará la clase virtual y la unidad didáctica correspondientes. El participante tendrá acceso a los materiales didácticos (básicos y complementarios) desde el aula virtual del curso.
Los materiales didácticos a diseñar o seleccionar para su inclusión en el curso serán:
Texto productivo Artículos en la Red Multimedia existentes en la Red
La estrategia de evaluación utilizada es la evaluación continua, basada en el
desarrollo de las cinco actividades propuestas, es decir, dos debates y tres
trabajos prácticos que se llevarán a cabo durante el curso y que el docente en
línea valorará de acuerdo con los criterios establecidos en las rúbricas para
evaluar el trabajo práctico, que consistió en elaboración de unas rúbricas (ver
Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.
La modalidad del curso será virtual y tendrá una duración de treinta horas distribuidas en cinco semanas.
Dado que el curso se realizará exclusivamente en el ámbito virtual, se plantean y aprovechan con especial atención las distintas herramientas de comunicación, tanto sincrónicas como asincrónicas, disponibles en la plataforma (foro, chat, correo electrónico, entre otras).
El estudiante hará llegar las actividades resueltas a través del buzón de entrega de actividades del aula, cuyo acceso de lectura es exclusivo para el docente en línea.
Para enfrentar la demanda se requieren dos grupos simultáneos (cada grupo contará con 22 participantes). Se asignará un solo docente en línea a cada grupo y este docente atenderá las dos comisiones. El docente en línea realizará su acción a través de las siguientes herramientas:
Tablón del docente en línea Foro de debate Foro de espacio abierto Espacio de recursos Espacio de evaluación
La matrícula del curso se hará exclusivamente a través del Departamento de Información y Matrícula en línea de la universidad.
Pueden inscribirse en este curso todos los docentes en línea de la FADEUD, en especial docentes con asignaturas de grado ya implantadas, docentes que implantarán asignaturas de grado o docentes que quieran profundizar en las habilidades a desarrollar en el ámbito de la evaluación continua.
El curso se llevará a cabo en la plataforma Moodle configurada para este curso. Para asegurar su correcto funcionamiento a lo largo del curso, será necesario un administrador, quien será el encargado de ingresar todas las funciones de configuración del curso virtual, así como de actualizar la información allí expuesta y del mantenimiento informático de la plataforma.
Además del administrador, otra figura que estará involucrada en el curso será el docente en línea, quien, a la vez, será docente-creador del curso. Como docente-creador se encargará de organizar el curso y distribuir su contenido usando las herramientas y los recursos de los que dispone la plataforma. Como docente en línea, realizará las tutorías con los estudiantes y entre sus tareas destacan dar seguimiento a los participantes del curso y apoyarlos en sus actividades, así como evaluar estas, ofrecer retroalimentación y calificarlas.
Para la ejecución de este proyecto y alcanzar las metas trazadas, se invertirán 7
580 euros, suma distribuida por partidas según cada renglón (ver
Fuente: elaboración propia.
El cronograma presentado en la
Fuente: elaboración propia.
Tras un año de implementación de este proyecto, se espera que la totalidad de 44 docentes en línea de la facultad:
Generen y utilicen las rúbricas para evaluar de manera continua las
actividades de los estudiantes. Evalúen de forma objetiva y consistente dichas actividades. Provean a los estudiantes de estándares claros y modelos aceptables
de desempeño. Fomenten la autoevaluación en los estudiantes a través de la
reflexión sobre lo aprendido. Gracias a todo esto, los 860 estudiantes que cursan el primer ciclo
de grado de Administración y Dirección de Empresas sabrán cómo son
evaluados. Se espera que 80% de los estudiantes obtengan retroalimentación sobre
sus puntos fuertes y débiles en las áreas que deben mejorar.
En esta etapa describimos cómo se evaluarán las tres fases por las cuales pasa el proyecto durante su existencia, la inicial, la de desarrollo y la final, con el objetivo de revisar, en un principio, lo que se había planificado, organizado y preparado para saber si se puede empezar a ofrecer el curso, cómo se ha ido desenvolviendo y comprobar si los objetivos propuestos han sido alcanzados (medición de los efectos). Además, proponemos un conjunto de actividades para seguir el proyecto y asegurar su correcta evolución.
En la
Fuente: elaboración propia.
Para una práctica satisfactoria en cuanto al seguimiento del proyecto, proponemos las siguientes acciones:
Taller de reflexión. Entrevistas con los destinatarios (participantes del curso), con los
participantes que abandonaron el curso o no consiguieron los
objetivos de este y con otros integrantes involucrados en el
proyecto. Autoevaluación de cada etapa del proyecto.
Una vez terminado el curso, recopilamos la información para identificar sus puntos fuertes y débiles y, a la vez, la posibilidad de mejorar la metodología sugerida. Con esta finalidad, llevamos a cabo una encuesta con los 44 participantes del curso a través de un cuestionario difundido mediante el aula virtual del curso. El cuestionario fue anónimo y voluntario; sin embargo, todos los participantes lo rellenaron.
En el cuestionario preguntamos a los participantes sobre diferentes aspectos del
curso, como la importancia de este para su desarrollo profesional; la calidad del
material didáctico ofrecido; la calidad de las actividades de aprendizaje; la
calidad de las tareas realizadas por el docente en línea; y la calidad de la
plataforma virtual del curso. Los participantes lo valoraron con los criterios
establecidos en la rúbrica para su evaluación (ver
Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.
Fuente: elaboración propia.
Los resultados obtenidos de la encuesta muestran que para todos los participantes el curso resultó muy importante para su desarrollo profesional. Según sus opiniones, las mayores ventajas fueron: muchas actividades prácticas, el foro de debate muy activo, las tareas realizadas por el docente en línea (contacto frecuente con los estudiantes, la calidad y claridad de sus explicaciones sobre las actividades de aprendizaje, la rapidez de su retroalimentación) y la calidad del material didáctico. La falta de clase virtual, el contacto cara a cara con el docente en línea y las actividades colaborativas, así como la intensidad del curso, fueron considerados por los participantes como las mayores desventajas.
Existe la demanda de mejorar diferentes partes de la educación virtual relacionadas
con el curso virtual y la gestión de las universidades virtuales (
Para que un curso virtual sea bien elaborado debe estar proyectado de manera adecuada. En el diseño de un proyecto de curso virtual resulta muy importante disponer de un marco metodológico y un modelo de curso que sirvan como base para llevar a cabo y con éxito el trabajo de producción de cursos virtuales. Por ello, en este artículo hemos planteado una propuesta metodológica para diseñar un proyecto de curso impartido en la modalidad virtual. Dicha metodología considera que un buen proyecto de curso virtual debe estar centrado no solo en la oferta educativa que se le brindará al estudiante, los objetivos formativos, los contenidos, los materiales educativos y medios necesarios, sino también en las fases de diagnóstico del problema educativo y su contexto, la justificación del proyecto de curso, la prospectiva y los resultados previstos, los aspectos operativos, el cronograma y el presupuesto, además de la evaluación continua y el seguimiento del proyecto. Una vez que estas fases se cumplen, se cuenta con la información necesaria y completa para tener una perspectiva de futuro y proceder al diseño.
La aplicación piloto de la metodología en el diseño y la realización del curso virtual presentados en este artículo permitió validarla en un contexto real y comprobar su utilidad y gran potencial al diseñar un proyecto de curso virtual mediante las fases válidas; entre ellas se encuentran: el diagnóstico del problema, prospectiva, planificación general del curso (propuesta pedagógica y objetivos), planificación de aspectos operativos, evaluación y seguimiento, presupuesto y cronograma. Una vez cumplidas estas, recibimos respuestas a las preguntas fundamentales que plantean las decisiones centrales implícitas en dicho proyecto: ¿qué se piensa hacer?, ¿por qué se quiere hacer?, ¿para qué se quiere hacer?, ¿dónde se quiere hacer?, ¿cómo se va a hacer?, ¿cuándo se va a hacer?, ¿a quiénes va dirigido?, ¿quiénes lo van a hacer?, ¿con qué se va a hacer y costear?
Aunque el curso ofrecido según la metodología propuesta fue altamente valorado por los participantes, sus opiniones indican algunos de sus puntos débiles, sobre todo en el campo de planificación de la propuesta pedagógica, como la carencia de una clase virtual, la falta de actividades que promuevan el trabajo colaborativo y la intensidad del curso un poco inadecuada a su carga lectiva. Estas debilidades encierran la necesidad de planificar los elementos pedagógicos con más cuidado.
A pesar de dichas debilidades, creemos que el uso de la metodología desarrollada y expuesta en este artículo puede ir más allá de lo inicialmente propuesto, y convertirse en una herramienta que aporte valor añadido, además de conocimiento, y que constituya, asimismo, un marco de referencia para las instituciones que quieran diseñar un proyecto de curso virtual, ya sea en Polonia o en otros países.
Una rúbrica "es un instrumento cuya principal finalidad es compartir los
criterios de realización de las tareas de aprendizaje y de evaluación con los
estudiantes y entre el profesorado. La rúbrica, como guía u hoja de ruta de las
tareas, muestra las expectativas que alumnado y profesorado tienen y comparten
sobre una actividad o varias actividades, organizadas en diferentes niveles de
cumplimiento: desde el menos aceptable hasta la resolución ejemplar, desde lo
considerado como insuficiente hasta lo excelente" (
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por Isaac Rios (2018-01-17)