Apertura / vol. 6, núm. 1 /
abril, 2014 / ISSN: 2007-1094
Aprovechamiento de las
TIC en México:
una aproximación
empírica mediante el uso de microdatos y la aplicación de la modelación PLS
Using ICT in Mexico:
an empirical approach using microdata
and application of PLS modeling
El
Colegio de la Frontera Norte
RESUMEN
El
aprovechamiento de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) se
establece como un tema trascendente para la integración a la sociedad de la
información, y se ubica en el seno del discurso racional como finalidad central
para el uso de estos artefactos y servicios. No obstante, la polarización de
los enfoques de estudio en la accesibilidad a las TIC y la falta de datos que
permiten medir su aprovechamiento han limitado la investigación de estos temas.
Con el apoyo de microdatos sobre el uso nacional de la TIC y el soporte de las
ecuaciones estructurales PLS, este trabajo explora la pertinencia de las
relaciones causales que dan sustento al aprovechamiento de las TIC en México.
Este último parece influenciado por las habilidades y destrezas potenciadas por
los usos en la escuela o en el trabajo.
Palabras
clave:
Aprovechamiento
de las TIC, México, microdatos, modelación PLS.
ABSTRACT
The dividends
from ICT uses are established as an important issue for the information society
integration, positioning itself in the rational discourse as central purpose of
these artifacts and services uses. However, the polarizing approaches in ICT
accessibility and lack of data to measure the benefits of uses have limited
research on these topics. With the support of microdatas on national ICT uses
and the PLS structural equation, this assay explores the relevance of causal
relationships that sustain the dividends of ICT uses in Mexico. This one seem
to be influenced by the skills and abilities enhanced by the uses in school and
/ or work.
Keywords:
Dividends from ICT uses, Mexico, microdatas,
PLS modeling.
INTRODUCCIÓN
Con una tasa de usuarios de la computadora de 43.4% y de internet de 39.8 de la población nacional de seis años y más, en México la accesibilidad a las TIC, durante 2012, sigue siendo vista como uno de los problemas más agudos de la integración a los beneficios de la sociedad de la información (INEGI, 2013). En
efecto, independientemente de que el número de usuarios creció entre 2001-2012
con una tasa promedio anual alta de 9.12% para el uso de la computadora y de 15.83
para internet, los indicadores disponibles muestran un bajo aprovechamiento de
las TIC (INEGI, 2005 y 2013). Durante 2012, sólo la tercera parte de los
usuarios emplearon las TIC para apoyar un proceso educativo o de capacitación,
un poco más de la mitad para buscar información y apenas 4.5% realizaron una o
más transacciones en línea (INEGI, 2013).
El
aprovechamiento de las TIC aparece en estos contextos como una de las
dimensiones intrínsecas de la brecha digital que viene caracterizando a un
concepto dinámico y de múltiples significados (Toudert, 2013). En este sentido,
la mutación conceptual de la brecha digital desde la disponibilidad de las TIC
a una visión de accesibilidad social e individual diferenciada permitió
cimentar otro camino natural hacia los determinantes del aprovechamiento
digital (DiMaggio et al., 2004).
Lo
anterior ha venido rompiendo con el posicionamiento monolítico de la brecha
digital y el binarismo de los que tienen/no tienen acceso a las TIC, lo que genera
una renovación del entendimiento de la integración digital en el marco de una
nueva relación con las políticas públicas (Hilbert, 2011). Con base en esta
perspectiva, la idea de un empoderamiento segmentado por el tipo de interacción
y aprovechamiento de las TIC hace su camino en contextos marcados por los
patrones de las desigualdades socioeconómicas tradicionales (Ono & Zavodny,
2007; Segev & Ahituv, 2010).
Sin
embargo, considerando que tanto los entornos de uso de las TIC como el beneficio
que se espera de ellas son múltiples, en este trabajo, además de centrarnos únicamente
en las dimensiones educacional, laboral y económica del aprovechamiento, acotaremos
la investigación al uso de la computadora, internet y teléfono móvil. Estas
delimitaciones responden más bien a una estricta adaptación a la oferta de
datos de la fuente elegida que presenta ventajas y desventajas para su uso. En
efecto, estos nuevos intereses de estudio, basados en información de encuestas a
la medida aplicadas en comunidades pequeñas, tienen en la generación y
liberación de microdatos nacionales una considerable fuente de datos generales
y estandarizados.
Por su cobertura
nacional y pertinencia de los datos recabados, el Módulo sobre Disponibilidad y
Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (MODUTIH) del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2013) se convierte en una fuente de
datos aceptable para conformar un marco exploratorio que permite aclarar algunas
dimensiones del aprovechamiento de las TIC. La disponibilidad de estos microdatos
encuentra también en la aplicación de la modelación de ecuaciones estructurales
un método robusto para verificar y analizar el proceder de las relaciones
causales que dan sustento a la modelación teórica del aprovechamiento de las
TIC.
En este
sentido, recurrir a una adaptación del modelo UTAUT (por su sigla en inglés
Unified Theory of Acceptance and Use of Technology), como lo hace el presente
trabajo, constituye un emprendimiento exploratorio alterno para el
entendimiento del aprovechamiento de las TIC. De hecho, la adaptación del UTAUT
al contexto mexicano a través de los datos disponibles del MODUTIH y su
formulación en el seno de la modelación PLS (por su sigla en inglés Partial Least
Squares) parecen ser un importante potencial para validar el conocimiento
teórico en los temas aquí analizados.
Este
artículo se compone de tres secciones: la primera muestra el marco teórico y
conceptual que permitió interactuar con la problemática del aprovechamiento de
las TIC; la segunda describe el soporte de información y el desarrollo metodológico
e instrumental que hicieron posible la investigación; la última presenta y
discute los diferentes hallazgos de los aspectos analizados.
MARCO TEÓRICO
El aprovechamiento de las TIC como
corpus conceptual multidimensional tiende a darse en contextos dinámicos que
terminan requiriendo la revisión y actualización del conocimiento establecido. De
hecho, la evolución de las propias TIC, las trayectorias involucradas en su
apropiación y las diferentes estrategias de uso son aspectos que deben reconsiderarse
de manera continua (Ono & Zavodny, 2007; Hilbert, 2011). No obstante esta
volatilidad conceptual, registramos dos grandes ejes en cuanto a la
contribución teórico-empírica para explicar la variación en el aprovechamiento
de las TIC. La primera perspectiva centra su interés epistemológico en las
desigualdades del acceso a las TIC y la segunda, en las inequidades que
caracterizan la distribución de las habilidades y destrezas para interactuar
con estas herramientas (Epstein et al., 2011; Toudert, 2013).
Además de estas dos perspectivas, planteamos
la necesidad de un enfoque holístico sustentado en las inequidades que se
desprenden de la disponibilidad de los artefactos y servicios de las TIC, de la
autonomía de uso (control sobre la utilización de internet), de las habilidades
de interacción con las TIC, del apoyo social y asistencia técnica y,
finalmente, del propósito de uso de las TIC
(DiMaggio & Hargittai, 2001; DiMaggio et al., 2004). Dentro de esta
amplia caracterización del aprovechamiento de las TIC, la presente
investigación pretende impulsar su modelo teórico, sustentado y limitado, al
mismo tiempo, por la disponibilidad de microdatos. En efecto, el propio
acotamiento que caracteriza a cualquier fuente de datos delimita, de igual
modo, los alcances que pueden lograrse por medio de la información disponible
en el MODUTIH de 2012.
Aunada a
los senderos recorridos tradicionalmente por la investigación pragmática de las
TIC, la creciente disponibilidad de microdatos sobre el uso y aprovechamiento de
estos artefactos y servicios facilitó una amplia actualización conceptual y
empírica (Ono & Zavodny, 2007; Zhao et al., 2010). En este sentido, el uso
de microdatos en el análisis contextual descriptivo nos permitió avanzar en la
definición de la relación del aprovechamiento con el entorno sociodemográfico
conforme a las destrezas y habilidades del usuario (Ono & Zavodny, 2007;
Segev & Ahituv, 2010). Lo anterior nos llevó a profundizar en el
conocimiento de las inequidades digitales de género, educación, ingreso y otras
variables que reflejan el espectro de las grandes segmentaciones que afectan la
disponibilidad y el uso de las TIC (Ono & Zavodny, 2007; Zhao et al., 2010;
Segev & Ahituv, 2010).
Asimismo,
esta accesibilidad a datos individuales facilitó el estudio del impacto de los
incentivos de uso de las TIC en el hogar, la escuela y el trabajo en la
conformación de los perfiles vocacionales que terminan impactando, de una manera
u otra, el aprovechamiento que logran los usuarios de estos artefactos y
servicios (Ono & Zavodny, 2007; Zhao et al., 2010). Sin embargo, la
disponibilidad de microdatos no permite por sí sola estructurar y analizar un
modelo explicativo del aprovechamiento de las TIC sustentado en algunas de las
relaciones causales enumeradas anteriormente. Con base en esta perspectiva, la
adaptación de un modelo teórico reconocido y el uso de la técnica de las
ecuaciones estructurales constituyen dos aspectos fundamentales de nuestro
trabajo.
El
contexto teórico de nuestro estudio se fundamenta en la reflexión desarrollada en
el citado modelo UTAUT, el cual se sustenta en la premisa de que la expectativa
de resultado y de esfuerzo e influencia social impactan la intención de uso que,
junto con el contexto facilitador, determinan los comportamientos de uso de las
nuevas TIC (Venkatesh et al., 2003). El UTAUT originó un impresionante
desarrollo de modelos encaminados a explorar diferentes clases de variaciones
tanto en la estructuración como en la conformación y significado de los nuevos
constructos incorporados. En este sentido, podemos mencionar el modelo de
adopción de tecnología en los hogares, por su sigla en inglés MATH,
desarrollado por Brown y Venkatesh (2005) y uno más que fue producto de la
hibridación con la teoría del conflicto en el seno de la modelación lograda por
Gohar et al. (2010). Nuestra investigación se inscribe como parte de estas
dinámicas de exploración y modelación.
METODOLOGÍA
Nuestra
fuente proviene del archivo de microdatos del citado MODUTIH, levantado en
abril de 2012 por el INEGI[1] y aplicado en 7 000
viviendas a una población objetivo de seis años y más ubicada tanto en áreas
urbanas como rurales de las entidades federativas (INEGI, 2013). Lo anterior
resultó en un archivo mixto de microdatos complementarios: el primero se enfocó
a las condiciones del hogar con 7 133 registros y el segundo captó la
perspectiva de los entrevistados por medio de la aplicación de 21 155 cuestionarios
a los integrantes de estos hogares.
De este conjunto
de información disponible, seleccionamos los datos que mejor se ajustaran a las
condiciones metodológicas y estructurales de nuestro estudio a fin de caracterizar
el aprovechamiento de las TIC en el contexto mexicano.
Modelo teórico y selección de variables
La
búsqueda de una adecuación metodológica y estructural entre la información del MODUTIH
(INEGI, 2013) y la elaboración de una propuesta de modelo teórico, a posteriori, para explicar el aprovechamiento
de las TIC, constituyó un gran reto tanto en términos de la reflexión
epistemológica como de la puesta en marcha de la investigación. En efecto, tomando
en cuenta que la generación de datos de la validación empírica se da en una
etapa posterior al modelo teórico, resultó imperativo encontrar caminos
alternos para explicar las relaciones causales que intervienen en el aprovechamiento
de las TIC con base en el amplio conjunto de datos nacionales para elevar los
niveles de pertinencia temática y de representatividad territorial del
análisis. Lo anterior se vuelve estratégico cuando se presenta, como suele pasar,
una incapacidad operativa para la validación de una propuesta específica de un modelo
explicativo para un hecho socioterritorial expresado en un ámbito regional o
nacional.
La
adaptación de los datos disponibles a través de una organización eficiente de
la investigación, fue facilitada por la modelación de ecuaciones estructurales
que permiten operar una exploración flexible de las supuestas relaciones
causales que dan sustento al aprovechamiento de las TIC. En este sentido, el
modelo teórico propuesto en esta investigación parte, como mencionamos, del
modelo UTAUT y termina estructurándose alrededor de siete variables latentes
sustentadas tanto por la disponibilidad de datos como por los diversos
desarrollos teóricos y conceptuales que involucran las relaciones causales que
definen el aprovechamiento de las TIC.
Figura 1. Modelo de variables latentes propuesto para la
exploración.
El
modelo teórico propuesto se organiza en siete variables latentes: unas son
predictivas o constructos causales exógenos (caso de la variable “INC-HOG”) y
otras son constructos endógenos (caso de la variable “HAB”); éstos son
expresados individualmente por variables manifiestas (o ítems) que suman en total
16 indicadores integrados con base en una lógica reflexiva para unos e
informativa para otros (tabla 1). Los ítems de nuestro estudio fueron caracterizados
en un principio por las modalidades de respuesta a las preguntas específicas
del cuestionario, y fueron recodificados, como se advierte en la tabla 1, a fin
de hacerlos compatibles con los requerimientos técnicos de coherencia para la
aplicación del algoritmo PLS.
Hay que
precisar que, independientemente de que las variables del modelo PLS puedan presentar
diversas escalas y que éstas no tienen por qué cumplir con el requisito de la
normalidad (como ocurre en los modelos basados en el análisis de la
covarianza), la búsqueda de una cierta coherencia en el modelo en su conjunto es
considerada (Falk & Miller, 1992; Fernandes, 2012). De hecho, además de
estas características que favorecen el uso de la técnica PLS en la
investigación exploratoria, el modelo PLS, que se sustenta en la estimación de
mínimos cuadrados ordinarios y componentes principales, opera tanto en entornos
de muestreo grandes y reducidos (Chin et al., 2003).
Después
de la selección y preparación de datos, procedimos al cálculo y al análisis de
la robustez de los parámetros que dan sustento al modelo de aprovechamiento de
las TIC. Conforme a las recomendaciones en esta materia, analizamos, en primer
lugar, el modelo de medidas y, después de corroborar su total cumplimiento con
los requerimientos del modelo PLS, validamos el modelo estructural (Chin, 1998;
Fernandes, 2012).
Tabla 1. Variables latentes y manifiestas consideradas en el
estudio.
(USO-TIC) Uso de las TIC* |
(FREQ-USO) Frecuencia de uso de las TIC* |
(A1) Uso de la computadora durante los últimos 12 meses [codificación: si=1; no=0]. |
(B1) Frecuencia de uso del teléfono [codificación: una vez al año=1; una vez cada 6 meses=2; una vez cada mes=3; una vez a la semana=4; una vez al día=5]. |
(A2) Uso de internet durante los últimos 12 meses [codificación: si=1; no=0]. |
(B2) Frecuencia de uso de la computadora [codificación: una vez al año=1; una vez cada 6 meses=2; una vez cada mes=3; una vez a la semana=4; una vez al día=5]. |
(INC-HOG) Incentivos para el uso de las TIC en el hogar** |
(USO-TRAB) Uso de las TIC en el trabajo, escuela u otra institución * |
(E1) Disponibilidad de TV de paga en el hogar [codificación: si=1; no=0]. |
(C1) Uso de la computadora en el trabajo, escuela u otra institución [codificación: trabajo, escuela u otra institución=1; otras opciones=0]. |
(E2) Disponibilidad del teléfono fijo en el hogar [codificación: si=1; no=0]. |
(C2) Uso de internet en el trabajo, escuela u otra institución [codificación: trabajo, escuela u otra institución=1; otras opciones=0]. |
(E3) Disponibilidad de internet en el hogar [codificación: si=1; no=0]. |
(USO-HOG) Uso de las TIC en el hogar* |
(APRO) Aprovechamiento del uso de las TIC** |
(D1) El hogar como principal lugar de uso de la computadora [codificación: en hogar=1; otras opciones=0]. |
(G1) Principales motivos de uso de la computadora [codificación: apoyar/realizar trabajos=3; apoyo escolar=2; entretenimiento/comunicación=1; otras opciones=0]. |
(D2)- El hogar como principal lugar de uso de la Internet [Codificación: en hogar=1; otras opciones=0]. |
(G2) Principales motivos de uso de internet [codificación: apoyo educativo/capacitación=4; interactuar con gobierno/operaciones bancarias=3; obtener información=2; entretenimiento/comunicación=1; otras opciones=0]. |
(HAB) Habilidades para el uso de las TIC** |
(G3) Transacciones por internet y frecuencia [codificación: si=1; no=0 y se multiplica por las modalidades de la frecuencia: diariamente=5, una vez a la semana=4; una vez al mes=3; cada seis meses=2; al menos una vez al año=1; otras opciones=0]. |
(F1)- Aplicaciones de primer uso en la computadora [codificación: manejador de bases de datos o lenguajes de programación=5; procesador de texto, hoja de cálculo, editor de imagen/graficadores=4; programas de administración=3; programas para el apoyo a la enseñanza/aprendizaje=2; programas de juego/comunicación=1; otras opciones=0]. |
(F2) Aplicaciones de segundo uso en la computadora [codificación: manejador de bases de datos o lenguajes de programación=5; procesador de texto, hoja de cálculo, editor de imagen/graficadores=4; programas de administración=3; programas para el apoyo a la enseñanza/aprendizaje=2; programas de juego/comunicación=1; otras opciones=0]. |
*/
Variables latentes reflexivas.
**/Variables
latentes informativas.
Solidez y validez del modelo evaluado
En un
modelo desarrollado con la técnica PLS, la solidez y validez condicionan su pertinencia
y consideración como un paso exploratorio positivo en la construcción del
conocimiento (Díez, 1992; Fernández,
2012). En este sentido, el análisis de la validez y fiabilidad nos permiten averiguar
si el modelo mide lo que se propuso medir y examinar si estas mediciones son
estables y consistentes. Una vez que se cumplieron los pasos anteriores, procedimos
a la evaluación de la magnitud y significación estadística de las relaciones
causales involucradas en la estructuración del modelo propuesto.
Evaluación del modelo de medidas
La
evaluación del modelo de medidas tiene el objetivo de verificar el cumplimiento
del modelo propuesto con la fiabilidad de las variables manifiestas y los
constructos, así como la validez convergente y discriminante.
Respecto
a las variables manifiestas, se consideran como aceptables los valores de carga
cercanos a 0.707, que se traducen en una participación superior a 50% de la
varianza observada compartida por el constructo (Chin 1998; Tenenhaus et al.,
2005). Desde luego, se excluyen de la regla antes expuesta, por reflejar pesos
y no cargas, las variables manifiestas de los constructos informativos, como en
el caso de APRO (aprovechamiento del uso de las TIC) y HAB (habilidades para el uso de las TIC) (tabla 2).
No obstante,
como lo menciona Chin (1998), se pueden admitir excepciones a esta regla
empírica cuando nos encontramos en etapas iniciales de desarrollo del modelo
teórico. Desde esta perspectiva, salvo un solo ítem del constructo INC-HOG, con
un valor de carga de 0.63, las demás variables manifiestas cumplen de manera satisfactoria
la regla empírica (0.707). La validación anterior se consolida también con la
ausencia de la muticolinealidad entre las variables manifiestas de los
constructos informativos, que son valorados en función de sus pesos, que resultó
en todos los casos concordante con un factor de inflación de la varianza
inferior a 5 (Diamontopoulos y Winklhofer, 2001).
Tabla 2. Fiabilidad de los ítems involucrados.
Variables |
Factor de carga |
Comunalidad |
Variables |
Factor de carga |
Comunalidad |
USO-TIC |
|
0.9553 |
FREQ-USO |
|
0.9097 |
A1 |
0.9757 |
|
B1 |
0.9569 |
|
A2 |
0.9791 |
|
B2 |
0.9507 |
|
INC-HOG |
|
0.6168 |
USO_TRAB |
|
0.8574 |
E1 |
0.6319 |
|
C1 |
0.9295 |
|
E2 |
0.7936 |
|
C2 |
0.9224 |
|
E3 |
0.9063 |
|
USO-HOG |
|
0.9123 |
APRO |
|
D1 |
0.9545 |
|
|
G1 a |
0.9899 |
|
D2 |
0.9558 |
|
G2a |
0.3747 |
|
HAB |
|
|
G3a |
0.2653 |
|
F1 a |
0.9997 |
|
F2 a |
0.3699 |
|
aÍtems informativos; los valores mencionados son pesos.
Una vez
que se valida satisfactoriamente la fiabilidad de las variables manifiestas del
modelo propuesto, se procede a la comprobación de los constructos reflexivos mediante
el examen del coeficiente alfa de Cronbach (AVE) y la fiabilidad compuesta
(CR). En lo anterior se toman en cuenta los datos exhibidos en la tabla 3, que
corroboran los coeficientes de Cronbach (AVE) de los constructos reflexivos con
valores superiores a 0.5 (Chin, 1998; Tenenhaus et al., 2005). De igual manera,
se valida también la fiabilidad compuesta (CR) con valores superiores a 0.8, que
caracterizan un nivel de investigación básica.
Después
de realizar de manera satisfactoria la evaluación del modelo de medidas, proseguimos con la valoración del
modelo estructural.
Tabla
3. Validez convergente y discriminante.
Constructos |
CR |
AVE |
USO-TIC |
FREQ-USO |
USO-TRAB |
USO-HOG |
INC-HOG |
HAB |
APRO |
USO_TIC
|
0.977 |
0.955 |
0.977 |
|
|
|
|
|
|
FREQ_USO |
0.953 |
0.910 |
0.003 |
0.954 |
|
|
|
|
|
USO_TRAB |
0.923 |
0.857 |
0.003 |
0.115 |
0.926 |
|
|
|
|
USO_HOG
|
0.954 |
0.912 |
-0.007 |
0.322 |
-0.480 |
0.955 |
|
|
|
INC_HOG |
0.826 |
0.617 |
0.383 |
0.247 |
-0.081 |
0.452 |
0.785 |
|
|
HAB |
- |
- |
0.008 |
0.252 |
0.342 |
-0.049 |
0.055 |
- |
|
APRO |
- |
- |
0.034 |
0.372 |
0.302 |
0.038 |
0.136 |
0.599 |
- |
*/ Raíz cuadrada de AVE.
Evaluación del modelo estructural
La
evaluación del modelo estructural permite verificar el valor predictivo del modelo
interno analizando su pertinencia nomológica por medio de la R2 y la
calidad de la ecuaciones estructurales a través del coeficiente de
Stone-Geisser Q2, que consiste en una validación cruzada entre
variables manifiestas de una variable latente y las demás involucradas en la
estimación del constructo endógeno (Chin, 1998; Tenenhaus et al., 2005).
Los valores
de R2 que se exhiben en la tabla 4 confirman que todos los
constructos lograron explicar más del límite inferior aceptable de 10% de la
varianza caracterizando una formulación de hipótesis con un nivel predictivo
aceptable (Falk & Miller, 1992; Chin, 1998). No obstante, este nivel
predictivo se vuelve muy alto en el caso del constructo APRO, que representa
casi la mitad de la varianza y con los constructos USO-TRAB y USO-HOG, respectivamente,
con la cuarta parte de la varianza; esto se corrobora con el índice de
redundancia en la validación cruzada (coeficiente de Stone-Geisser Q2), que
arroja para todas las variables latentes endógenas un valor superior a cero
(tabla 4).
Tabla 4. Pertinencia del modelo estructural.
Variables latentes |
R2 |
Q2 |
USO_TIC |
0.1465 |
0.1399 |
FREQ_USO |
0.2025 |
0.1837 |
USO_TRAB |
0.2533 |
0.2169 |
USO_HOG |
0.2421 |
0.1647 |
INC_HOG |
- |
- |
APRO |
0.4227 |
0.1657 |
HAB |
0.1645 |
0.1162 |
La
significación de los coeficientes del modelo estructural se llevó a cabo con la
técnica de bootstrap de 300 re-muestreos
que permitió deslindar los valores de t de Student y determinar los niveles de
significación de las relaciones causales entre variables latentes o hipótesis
formuladas a P<0,05; P<0,01; P<0,001 (Chin, 1998; Tenenhaus et al.,
2005). A partir de este último paso, llegamos a la determinación de que las 16
relaciones consideradas en el modelo estructural propuesto inicialmente son todas
significativas: fueron aceptadas 15 para P< 0.01 y una para P<0.001 (tabla
5).
Más allá
de la importancia de los niveles de significación que caracterizan a las
relaciones entre variables latentes del modelo propuesto, el reto más
importante para el aprovechamiento de estos resultados sigue siendo el explicarlos
de manera coherente.
Tabla 5. Significación de las relaciones entre variables
latentes.
Variables latentes |
Efecto total |
Coeficientes path |
T Statistics (boostrap) |
FREQ_USO →APRO*** |
0.3086 |
0.2104 |
24.5908 |
FREQ_USO → HAB*** |
0.1953 |
0.1953 |
18.3009 |
HAB → APRO*** |
0.5032 |
0.5032 |
59.5169 |
INC-HOG → FREQ-USO*** |
0.2466 |
0.083 |
9.6672 |
INC-HOG → USO-HOG*** |
0.4518 |
0.5326 |
79.1832 |
INC-HOG → USO-TIC*** |
0.3828 |
0.3828 |
62.5723 |
INC-HOG → USO_TRAB*** |
-0.0813 |
0.1702 |
25.2527 |
USO-HOG → APRO*** |
-0.005 |
0.0596 |
6.7496 |
USO-HOG → FREQ_USO*** |
0.2584 |
0.4454 |
47.1153 |
USO-HOG → HAB*** |
-0.0879 |
0.0536 |
4.2132 |
USO-HOG → USO-TRAB*** |
-0.5568 |
-0.5568 |
80.9025 |
USO-TIC → FREQ-USO** |
-0.0814 |
-0.0269 |
3.2245 |
USO-TIC → USO-HOG*** |
-0.211 |
-0.211 |
28.5811 |
USO-TRAB → APRO*** |
0.4115 |
0.1343 |
15.2025 |
USO-TRAB → FREQ-USO*** |
0.3359 |
0.3359 |
32.7982 |
USO-TRAB → HAB*** |
0.4104 |
0.3449 |
27.3054 |
Niveles de significación: **P<0.01; ***P<0.001.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Considerando un paso necesario el cumplimiento de las condiciones de robustez
y pertinencia de los modelos de medidas y estructural propuestos, resulta
importante constatar que esta observancia fue positiva y que, además, contó con
una alta significación de todas las relaciones causales involucradas. En este
sentido, la lectura de la tabla 5 deja entrever que el uso de las TIC en el
hogar (USO-HOG) y en el trabajo (USO-TRAB) se refleja por impactos altamente
significativos sobre el aprovechamiento de estos artefactos y servicios (APRO).
Con el mismo nivel de significación sobre el aprovechamiento (APRO), se caracterizaron
también tanto el uso frecuente de las TIC (FREQ_USO) como las habilidades demostradas en su uso (HAB). Estos hallazgos,
que parecen irrebatibles, se generaron en el marco de un modelo de alta
predicción del aprovechamiento de las TIC (APRO) que logra expresar casi la
mitad de la varianza explicada (0.4227).
No obstante, más allá de los niveles de significación de las relaciones
causales que implican los constructos de la modelación propuesta, sus efectos
totales en el aprovechamiento de las TIC (APRO) y en las variables
intermediarias, como las habilidades demostradas en el uso de estos artefactos
y servicios (HAB), son diferentes. De hecho, los constructos habilidades mostradas
(HAB), el uso en el trabajo de las TIC (USO-TRAB) y el uso frecuente de las TIC
son los que logran, en el orden citado, el mayor efecto total en el aprovechamiento
de estos artefactos y servicios (APRO).
Desde esta perspectiva, con independencia del nivel altamente significativo
que logra imprimir el uso en el hogar de las TIC, su efecto total en el
aprovechamiento de estas herramientas es bastante reducido comparado con las
demás variables (HAB, USO-TRAB y FREQ-USO). Lo anterior puede verse como un hallazgo
contextual específico dado que existen también estudios que ubican el hogar
como el lugar más eficiente para el uso de las TIC en el caso de los
estudiantes chinos analizado por Zhao et al. (2010).
Tomando en cuenta el impacto de la accesibilidad a las TIC en distintas
ubicaciones (hogar, escuela, trabajo, cibercafés) sobre la reducción de las
desigualdades (Wei et al., 2009), los hallazgos de nuestro estudio parecen
coincidir también con el cruce de las relaciones causales intermedias implicadas
en la modelación propuesta. Así, el uso de las TIC en el trabajo (USO-TRAB) se
refleja en un fuerte efecto total sobre las habilidades mostradas en la
utilización de estas herramientas; este impacto es nueve veces más importante
que el uso en hogar de estos artefactos y servicios (USO-TRAB) y dos veces más que
el impacto del uso frecuente (REQ-USO). Sin embargo, en el caso en que los
incentivos en el hogar (INC-HOG) parecen favorecer el uso frecuente de las TIC
(FREQ-USO), el efecto registrado es casi igual al uso de estas herramientas en
el hogar (USO-HOG), que resulta, por cierto, de bajo impacto comparado con el
efecto del uso en el trabajo de estos artefactos y servicios (USO-TRAB). En
este sentido, de acuerdo con lo observado por DiMaggio et al. (2004), podemos
conjeturar que el aprovechamiento de las TIC tiende a darse con mayor
frecuencia alternando el acceso desde el trabajo y la conectividad desde el
hogar.
CONCLUSIÓN
El aprovechamiento de las TIC aproximado a través de los microdatos
del MODUTIH (INEGI, 2013) resulta un aspecto complejo que segmenta ampliamente
el grupo de usuarios por medio de la frecuencia de usos y las habilidades de
interacción con estos artefactos y servicios. De hecho, si de por si los
usuarios de las TIC en México son considerados todavía como insuficientes, los
que las utilizan a diario y con las habilidades suficientes apenas suman una
fracción reducida del universo total de usuarios.
Más allá de la aportación de los enfoques operados desde la perspectiva
de la accesibilidad, el desarrollo de otros tipos de aproximaciones, como en nuestro
caso, se vuelve inevitable para la elaboración de un conocimiento que permite optimizar
el uso y aprovechamiento de las TIC. En efecto, la creciente disponibilidad de éstas
no parece incentivar por sí sola el uso y aprovechamiento en los segmentos
sociales que concentran las inequidades digitales de género, edad, educación e ingreso,
entre otras.
Entre los hallazgos de nuestro trabajo, se evidencia, en el contexto
nacional, una relación altamente significativa entre un aprovechamiento
importante y el uso hábil y frecuente de las TIC en un entorno doméstico o de
trabajo. Sin embargo, debemos subrayar que, aunque estos dos últimos contextos
de uso parecen complementarse entre sí, las mayores frecuencias de uso de las
TIC corresponden a altos incentivos de uso y accesibilidad en el hogar,
mientras que las habilidades y destrezas en el uso se encuentran altamente
potenciadas por los usos en la escuela o en el trabajo. En este contexto, tanto
la escuela como el trabajo parecen estructurar espacios de alto aprovechamiento
de las TIC y, por lo tanto, es quizás aconsejable tomarlos en cuenta en el
diseño de las políticas públicas encaminadas a elevar los indicadores y los
beneficios de integración a la sociedad de la información.
De igual manera, este trabajo aclara que mejorar el aprovechamiento en
el uso de las TIC implica también ampliar los propósitos y esperas de los
usuarios a finalidades pragmáticas que permiten estimular la formación y
transmisión de habilidades concretas. Con base en ello, tanto la disponibilidad
de las TIC como su uso con una finalidad estrictamente recreativa no parecen conducir
al usuario, por sí solos, hacia un aprovechamiento social e individual
pertinente. En este sentido, continuar con la exploración en dirección de otras
facetas de la problemática del aprendizaje y la práctica de las TIC aportará,
desde luego, un mayor conocimiento para mejorar su empleo.
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Acerca de los autores
Djamel Eddine Toudert es doctor en Geografía, Urbanismo
y Ordenamiento del Territorio. Profesor-investigador de El Colegio de la
Frontera Norte, Carretera Escénica Tijuana-Ensenada, km 18.5, San Antonio del
Mar, 22560, Tijuana, Baja California, México. Tel. (664) 631-6300. Correo
electrónico: toudert@colef.mx
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Fecha de recepción del
artículo: 21/10/2013
Fecha de aceptación para su
publicación: 21/03/2014
[1] Para mayor información de los parámetros
técnicos y operativos del citado módulo sobre disponibilidad y uso de
tecnologías de la información en los hogares, consultar el sitio web del INEGI
[www.inegi.gob].
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