Introducción

Las características de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) permiten su utilización en propuestas de innovación educativa. Este trabajo se centra en el estudio de las pantallas táctiles de tabletas, teléfonos inteligentes y computadoras portátiles usadas en el desarrollo de adaptaciones curriculares en la enseñanza de lenguas extranjeras a niños y niñas con necesidades educativas especiales vinculadas, o no, a la discapacidad.

Para cumplir el propósito de la inclusión social y educativa, la tecnología podría ser una aliada clave porque ha logrado superar las barreras del espacio y el tiempo (Palazio-Arko, 2016), condición que potencia el acceso de personas con discapacidad a los servicios educativos en el siglo XXI (Cabero y Barroso, 2016). Las naciones han avanzado en la formulación de políticas públicas para la inclusión educativa (Unesco, 2008); sin embargo, Macías y Villafuerte (2020) sostienen que en Ecuador urge perfeccionar la política pública para la inclusión social, desarrollar las prácticas docentes y fortalecer la cultura inclusiva.

Con el fin de avanzar en la construcción de sociedades equitativas, inclusivas y progresistas, la ciencia dirige esfuerzos hacia la detección de afecciones de tipo neuronal en la infancia con la intención de implementar los tratamientos tan pronto sean diagnosticados (Ferre et al., 2019). Los estudios se extienden hacia la niñez (Cañas-Ramírez y Sánchez-Herrera, 2020), pero la atención desciende en las edades de la adolescencia y la juventud (Lo et al., 2016; Segers, Bravo y Villa-fuerte, 2018).

Es necesario atender las demandas de juego libre que expresan permanentemente los infantes, y que varían según la edad y el contexto. Este trabajo se realizó en el marco del proyecto de investigación educativa titulado: Juegos recreativos para potenciar el equilibrio motriz de niños y niñas de educación básica del cantón Manta, de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí 2018-2020 de Ecuador.

Nuestro estudio parte de la afirmación de Clemares (2014) respecto a que el uso de las pantallas táctiles se ha extendido a los diversos ámbitos educativos y ha dado lugar al surgimiento de la tecnología para el aprendizaje y el conocimiento (TAC) (Marcet, 2015). Garay (2016) y Villafuerte (2019) advierten que las TIC son el medio y no el objetivo del aprendizaje.

Por su parte, Chávez, Pizarro y Jiménez (2018) sostienen que la tecnología para la enseñanza de lenguas extranjeras a estudiantes con trastorno por déficit de atención (TDA) aún es escasa en la región. Así, el trabajo en esa línea de investigación podría aportar de manera considerable al desarrollo de los sistemas educativos para superar las limitaciones individuales y grupales de los contextos multiculturales (Blanco, 2015; Salgado, 2017).

El acceso a los dispositivos electrónicos e internet se relaciona de manera directa con las políticas de gobierno y el nivel de desarrollo tecnológico de cada una de las naciones a nivel global (Gómezet al ., 2018; Martínez-Domínguez, 2020). Cabe señalar que debido a la pandemia por el Covid-19, los sistemas de educación en el ámbito mundial tuvieron que acoplarse en pocos meses a la educación digital para permitir el acceso de niños y jóvenes a la educación desde el confinamiento (Unesco, 2020; Villafuerte et al., 2020).

La presente investigación se llevó a cabo en Ecuador, por lo que revisaremos su política pública para la inclusión social y educativa. Con base en la Constitución de la República del Ecuador (2008), esta nación se declara espacio multicultural y pluridiverso (Pinoargote, 2019). La revisión literaria y el estudio del contexto muestran que la meta de convertirse en una sociedad equitativa, justa y progresista ha sido alcanzada parcialmente. Esto se debe a que la educación inclusiva ha avanzado en su marco jurídico, pero las prácticas docentes y la cultura inclusiva aún son débiles (Luzardo et al., 2018); por lo tanto, las brechas sociales e inequidades persisten y demandan una atención urgente (Cevallos y Villafuerte, 2019; Macías y Villafuerte, 2020).

En el escenario descrito que expone los avances y las limitaciones de la educación inclusiva en Ecuador, se hace evidente la necesidad de dirigir esfuerzos desde la investigación científica hacia el mejoramiento del trabajo escolar con estudiantes que tienen TDA. En este contexto, nuestra investigación responde a las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo pueden ser utilizadas las pantallas táctiles en adaptaciones curriculares para la enseñanza de lenguas extranjeras a niños con TDA?

  • ¿Qué tipo de evaluaciones pueden aplicarse en las adaptaciones curriculares que utilizan pantallas táctiles en la enseñanza-aprendizaje de niños con TDA?

  • ¿Cuál fue el progreso en el conocimiento del inglés de los niños con TDA que trabajaron con las adaptaciones curriculares por medio de pantallas táctiles?

El objetivo de nuestro trabajo es socializar una experiencia en la que se usan las pantallas táctiles en adaptaciones curriculares para potenciar la enseñanza-aprendizaje del inglés como lengua extranjera en niños y niñas que presentan el TDA. Además, proponemos una didáctica que articula las pantallas digitales con juegos en función de los objetivos del currículo de la asignatura de inglés en Ecuador.

Revisión de la literatura

Pantallas táctiles como herramienta de enseñanza-aprendizaje

El uso de las pantallas táctiles en procesos de enseñanza-aprendizaje se ha extendido de forma amplia en el mundo. Esto se debe a que las condiciones de usabilidad de los dispositivos electrónicos, las aplicaciones desarrolladas y el sistema operativo que utilizan favorecen su accesibilidad (Clemares, 2014). Las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (Marcet, 2015) ayudan a los maestros a estructurar y administrar los procesos cognitivos en la era de la información actual (Cabero y Valencia, 2019; Cevallos et al., 2016) y facilitan la ejecución del currículo en entornos de aprendizaje innovadores e inclusivos sincrónicos y asincrónicos.

Los gobiernos han invertido en tabletas de bajo costo con funciones básicas, como parte de su política de democratización y acceso a la tecnología, ya que persiste la idea de que el avance tecnológico no llega a todos en la misma magnitud ni tiempo (Cabero y Barroso, 2016).

Las innovaciones en los diversos procesos de enseñanza-aprendizaje utilizan herramientas, sitios y actividades disponibles en internet que facilitan el intercambio de información disponible, donde la capacidad de debate y reflexión estimula el pensamiento crítico de los aprendientes, lo que resulta ser una práctica imprescindible (Rivera, Pisco y Vélez, 2019). No obstante, se reconoce la prevalencia de metodologías y didácticas obsoletas que fueron migradas hacia los ambientes de aprendizaje en línea. Esta situación debe ser superada para encontrar formas que optimicen el uso de los recursos tecnológicos (Área, 2010).

En la clase de inglés como lengua extranjera se ejecutan prácticas idiomáticas que involucran el uso de la tecnología educativa para la repetición de vocabulario nuevo, la producción de ensayos y audios, la comprensión lectora y auditiva, el filtrado, la reflexión y la reconstrucción del nuevo conocimiento (Cabero y Barroso 2016; Garay, 2016). Por lo tanto, los servicios educativos establecen el logro de niveles más exigentes cuando se aplican herramientas informáticas (Palazio-Arko, 2016).

Las pantallas digitales son parte del grupo de medios audiovisuales que suelen ser denominados recursos didácticos de tipo multisensorial, cuyo propósito es acercar a los aprendientes a ambientes de aprendizaje más dinámicos para lograr mayor proximidad entre el alumnado y la realidad del objeto de estudio (Barros y Barros, 2015; Aierbe-Barandiaran y Oregui-González, 2016); por lo tanto, se trata de recursos que se actualizan de modo permanente para responder con eficiencia al contexto (Chávez et al., 2018).

Así, los procesos de formación inicial de los docentes del siglo XXI incorporan las competencias digitales en los currículos (Esteve, Castañeda y Adell, 2018) con el propósito de expandir el uso apropiado de la tecnología educativa en los futuros ámbitos de desarrollo profesional del educador (Maiz y Tejada, 2016; Villafuerte, 2019) y aplicar las TIC para potenciar la identificación temprana de problemas de aprendizaje (Ferre et al., 2019; Cabero y Martínez, 2019).

Conceptualización de educación inclusiva y adaptaciones curriculares

La educación inclusiva se ocupa de las personas que tienen alguna de las siguientes discapacidades: sordera, ceguera, diversos tipos de parálisis y otros problemas neuromotores, como discapacidad intelectual, o aprendizaje emocional (Velásquez y Villafuerte, 2020).

Las necesidades educativas especiales podrían estar ligadas, o no, a la discapacidad. Varios de los trastornos de conducta observados en estudiantes se relacionan con la alteración de la función de atención o la impulsividad, y ese es el caso del TDA (Catala-López y Hutton, 2018; López y Pastor, 2019, Sánchez y González, 2013).

Las adaptaciones curriculares son modificaciones a los elementos del plan de estudios de un curso regular (Hidalgo y Zoutullo, 2014). Su finalidad es brindar las oportunidades de participación y aprendizaje de los estudiantes con alguna discapacidad física, sensorial o intelectual (Silva, 2017).

Las adaptaciones suelen incluir modificaciones en los objetivos, habilidades esperadas, metodología administrada, recursos utilizados, actividades, tiempo de realización de la tarea, complejidad de la evaluación, y las condiciones de acceso para responder a las necesidades educativas especiales y posibilidades de respuesta de cada alumno (Qvortrup y Qvortrup, 2017). Así, las TIC son utilizadas para atender necesidades específicas que se ponen a prueba mediante técnicas del modelado (Sánchez-Caballé, Esteve-Mon y González-Martínez, 2020).

Estos procesos tienden a usarse en la educación personalizada, que debe ser vigilada para que no se convierta en otra forma de exclusión que distancie de la totalidad del grupo escolar a los estudiantes con necesidades educativas especiales vinculadas, o no, a la discapacidad (Baute, Pérez y Luke, 2017). Por esto, es necesario que se diseñen adaptaciones curriculares alternativas que utilicen TIC, juegos, música y artes para mejorar sus logros (Luzardo et al., 2018; Velásquez y Villafuerte-Holguín, 2020).

Trastorno por déficit de atención en la niñez

Los niños y las niñas que han sido diagnosticados con TDA y con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), en general, presentan limitaciones del control de la impulsividad emocional y dificultades en el autocontrol emocional (Barkley y Murphy, 2010). Esta limitación en su autorregulación influye sobre sus relaciones personales y sociales dentro de la escuela (Sánchez y González, 2013), y repercute en su autoconcepto y rendimiento académico (Klingbeil et al., 2017).

Los aspectos que componen el TDA son: la incorporación, la atención, el corazón pleno, la interconexión, la inteligencia emocional y la comunicación mindful (concentración en el aquí y ahora). Por ello, la meditación y la reflexión son las rutas que se siguen en los tratamientos del TDA y TDAH (Silva, 2017).

Para el tratamiento alternativo del TDA y TDAH, se acude a terapias de relajación, sueño mejorado, reducción de la reactividad, autocuidado, autoconciencia y la conexión con la naturaleza (Klingbeil et al., 2017). Aunque, debido a que los niños y adolescentes que poseen esta condición son incapaces de manejar la frustración e irritabilidad (Webster -Stratton y Reid, 2018), en general, tienen un estado de ánimo cambiante (Catala-López y Hutton, 2018; López y Pastor, 2019).

La atención de estudiantes con necesidades educativas especiales vinculadas, o no, a la discapacidad presenta como ejes investigados el desarrollo psicomotriz y el equilibrio (Llorca y Riera, 2012). En este aspecto, se dispone de estudios acerca de las dificultades para la interacción social, la comunicación, la simbolización y los comportamientos restrictivos y estereotipados (López y Pastor, 2019); además, se desarrollan terapias alternativas, como el uso de la música para la estimulación del lenguaje (Acebes-de-Pablo y Giraldez-Hayes, 2019), con el fin de apoyar a las personas que tienen esta condición con procedimientos libres de fármacos.

Entre los trabajos previos revisados en este estudio, citamos a Marcet (2015), quien ratifica que el aporte de las TAC es coherente con la inclusión educativa, ya que respeta los tiempos requeridos para completar los ejercicios y plantea formas de ajustar su complejidad. Añade que se trata de un proceso catalizador que abona a la construcción del conocimiento al motivar al aprendiente.

Por otra parte, el trabajo de García, Demarzo y Modrego (2017), que aplica mindfulness, ha mostrado su eficacia al contribuir al bienestar físico y psíquico, en cuanto a los elementos emocionales y cognitivos de los estudiantes con TDA, en lo concerniente a la conciencia de su cuerpo, la gestión y el autocontrol de las emociones, el mejoramiento del tiempo de concentración y la estimulación de la creatividad. El estudio de Corral (2019) llevado a cabo en Ecuador presenta evidencias de la necesidad de trabajar las capacidades del profesorado en innovaciones de las adaptaciones curriculares.

Metodología

Este trabajo aplicó procedimientos de tipo cuasiexperimental en las líneas de investigación de inclusión educativa y adquisición de una segunda lengua. Para ello, seguimos las experiencias de Llorca y Riera (2012).

Para el registro de la información se empleó una bitácora a lo largo de la ejecución de las actividades, mediante la observación directa de la expresividad de cada participante frente a las actividades sugeridas para cada sesión. Los participantes fueron expuestos a adaptaciones curriculares para la enseñanza de vocabulario en idioma inglés. Este proceso articuló pantallas digitales, juegos recreativos y una carga motivacional importante hacia los participantes. El proceso propuesto abarcó siete sesiones con una duración de 40 minutos cada una.

En esta propuesta se aplicó un pretest y un postest para medir el avance de los participantes respecto a las variables: pronunciación, comprensión auditiva y número de palabras nuevas aprendidas en inglés. Los participantes fueron tres niños en edades comprendidas entre seis y diez años, diagnosticados con TDA y que presentaban retraso en la asignatura de inglés (ver Tabla 1).

Tabla 1 Los participantes del estudio
Datos Generales Informe del departamento de orientación estudiantil Informe del docente de inglés

Seudónimo: Iehuiah

Edad: 8 años

Sexo: masculino

Nivel de estudio: 4º grado

Intervención: sept./2018- feb./2019

Presenta déficit de atención, comportamiento dominante y resistencia a la autoridad.

Estas condiciones reflejan su no participación en actividades recreativas y socioeducativas. También evita compartir tiempo con sus compañeros de clase

Existe retraso importante en el avance de las clases de inglés.

Participa en pocas actividades y proyectos de clase.

Necesita ayuda para llevar a cabo sus tareas escolares

Seudónimo: Gahethel

Edad: 8 años

Sexo: masculino

Nivel de estudio: 4º grado

Intervención: sept./2018 -feb./2019

Presenta comportamiento hiperactivo durante clases y déficit de atención. Esto se evidencia en especial en las clases de poco movimiento físico.

Prefiere no compartir tiempo con sus compañeros de clase. Se muestra interesado en animales prehistóricos

Se reporta retraso leve en el avance de las clases.

Necesita ayuda permanente para elaborar sus tareas escolares.

Su pronunciación en inglés es inferior al promedio de la clase

Seudónimo: Anauel

Edad: 9 años

Sexo: masculino

Nivel de estudio: 5º grado

Intervención: sept./2018 -feb./2019.

Presenta déficit de atención.

Su comportamiento, en general, es dominante.

No participa en actividades recreativas con los compañeros.

Requiere apoyo en casa para elaborar las tareas

Su retraso es notorio respecto a los demás integrantes del grupo de la clase de inglés.

Su participación en clase es esporádica.

Necesita ayuda para tomar apuntes de las clases. Incumple con las tareas

  • Fuente: elaboración propia.