Este ensayo tiene la finalidad de disertar sobre las implicaciones sociales que conlleva la migración del entorno laboral a un plano digital por diversos factores. Se analizará la manera en que la administración y toda disciplina de gestión lleva a cabo procesos que impactan al individuo, pues es innegable la presencia de nuevas afecciones psicosociales como el tecnoestrés y la ansiedad digital. Asimismo, se asume una postura crítica ante la forma en que la administración gestiona la migración de las organizaciones y se defiende la aplicación del conocimiento administrativo por tendencias como una posible causa del incremento de estas afecciones. Finalmente, se propone un horizonte colaborativo multidisciplinario para que, a través de una asimilación teórica administrativa integral, puedan desarrollarse procesos organizacionales funcionales para reducir estas nuevas afecciones psicosociales.
Hablar del tejido social actual, en términos de su funcionalidad, implica mencionar
la presencia de una sociedad industrial, a la que también se le podría considerar
una sociedad organizacional (
La percepción del trabajo es circunstancial en función de la época en la que se está
viviendo. Actualmente, con el desarrollo tecnológico, la aplicación de las
tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la aparición de los entornos
digitales, están surgiendo nuevas percepciones hacia la acción de trabajar, lo que
da pie a ciertas interrogantes para el campo administrativo sobre cómo sus procesos
organizacionales impactan a los individuos en los diferentes planos de la realidad
en la que se desenvuelve la sociedad, por lo que este tema merece la atención de
aquellos que analizan y gestionan estas áreas de conocimiento (
El fenómeno social que se analizará en este trabajo es la migración del entorno
laboral tangible (o físico) a lo digital y las nuevas afecciones psicosociales que
se pueden producir a raíz de esto, así como algunas implicaciones de este cambio
entre espacios (
En primer lugar, es necesario aclarar lo que se comprende por
Resaltar la diferencia de contextos entre los nativos y los migrantes digitales será
de utilidad cuando se describa la importancia de las competencias necesarias para la
inserción, el desarrollo y el mantenimiento de los trabajos en un plano digital, no
obstante, la migración que se analizará es aquella que hace referencia a los
conceptos del espacio, los cuales plantea
Las migraciones laborales del entorno físico al espacio digital son un factor que
propicia la aparición y alza de afecciones psicosociales (como el tecnoestrés y la
ansiedad digital) que han sido identificadas en diferentes estudios sobre sus
detonantes y consecuencias en el mundo laboral (
Es importante mencionar la presencia del espacio digital (hacia donde estos procesos
migratorios están dirigidos), un plano al cual las organizaciones buscaban adaptarse
desde antes de la pandemia por la covid-19, con el propósito de digitalizarse en
respuesta a la tendencia que sigue la 4ta revolución industrial (también llamada
industria 4.0) (
La integración de las TIC a las organizaciones, en conjunto con los entornos
digitales, ha atraído la atención del campo administrativo de forma más recurrente
en la última década. Se han explorado los cambios en la interacción social interna
de las organizaciones (
Se entiende a las organizaciones como una subestructura inserta en el medio social que cumple una finalidad de producción, y se busca identificar la relación existente entre los procesos con los que las organizaciones interactúan con la sociedad y la migración de los entornos laborales al plano digital, para ampliar la perspectiva que se tiene sobre las causas del reciente incremento de los riesgos psicosociales relacionados con las TIC y el concepto de entorno digital.
La migración al espacio digital no puede reducirse únicamente a motivos industriales.
Son los procesos de globalización, sanitarios, sociales y laborales los que conducen
a que los individuos se vean en una necesidad sociocultural de formar parte de este
entorno digitalizado, lo que termina por difuminar la línea entre el uso de la red y
las TIC para fines personales y laborales, un factor para el desarrollo de
afecciones psicosociales (
Resulta de gran importancia disertar sobre la manera en que las organizaciones asimilaron este cambio tecnológico, y es posible establecer una brecha de análisis sobre los efectos que trajo consigo esta migración digital: ¿de qué manera la migración laboral del entorno físico al digital, llevada por las organizaciones, está produciendo afecciones psicosociales?, ¿cuáles son las medidas que se están tomando para su seguimiento? Además, es necesario proporcionar un contexto sobre los procesos sociales que se ven involucrados en la migración de entornos y cómo esto puede ocasionar condiciones psicosociales desfavorables para las personas.
Los procesos sociales son constantes y no se detienen, y el desarrollo de las
ciencias y su impacto no es la excepción. Los desarrollos tecnológicos producen un
impacto tecnocientífico en cualquier disciplina cuyo estudio se centre en los seres
humanos y sus conductas, y la administración uno de estos casos (
Primero se debe aclarar qué se entiende bajo el concepto de asimilación del
conocimiento y las razones detrás de su falla en la teoría administrativa. La
administración se desarrolló transversalmente por diferentes épocas llenas de
cambios sociohistóricos, lo que produjo que, al ser un reflejo técnico del manejo de
personas cumpliendo con la acción de trabajar, se viera envuelta en enfoques
modernos y posmodernos, lo que legitimó las bases técnicas de la administración
(taylorismo) en el contexto de la modernidad (
Además, los súbitos cambios y demandas del mercado cada vez más interconectado y
globalizado produjeron una reducción del tiempo con el que disponía el marco teórico
del campo administrativo para asimilar el desarrollo tecnológico, y todas sus
posibles aplicaciones a la industria terminaron por rebasar la capacidad
administrativa teórica para cohesionar estos avances con los mismos procesos de la
empresa, por lo que se comenzó a operar de manera tendenciosa debido al
funcionamiento primario sobre el que están fundamentados los estudios
administrativos, los cuales operan en una sucesión de tendencias que responden al
contexto histórico y social que las organizaciones requieran (
La administración presenta una falla en la búsqueda de legitimidad brindada por
procesos positivistas propios de la modernidad, por lo que tiende a caer en
tendencias administrativas que reducen en gran medida la perspectiva de la
organización como una estructura orgánica e inserta en un medio social (
La aplicación de estas tendencias se ha intensificado con el tiempo debido al auge
del capitalismo y al desarrollo de una sociedad industrializada en nuevos panoramas
como el plano digital. Estas tendencias se legitiman por medio de los fundamentos
administrativos que tuvieron su raíz en las primeras ingenierías industriales (
El pensamiento administrativo se basa en una fuente de conocimientos técnicos
modificables de acuerdo con el contexto en el que se desarrolla la industria, debido
a que en cada período temporal y sociocultural cambia la forma de articular una
organización. Así, se puede comprender la razón por la que la administración
funciona por tendencias, puesto que su propio campo para aplicar el conocimiento se
modifica y absorbe nuevas tecnologías para prosperar (
A pesar de que existen horizontes relativamente nuevos dentro del contexto social de
la administración, como los enfoques posmodernos (
En los estudios organizacionales, el análisis se encuentra centrado en la misma
estructura de la empresa. En un inicio, cuando la teoría de sistemas comenzó a tomar
fuerza de manera interdisciplinar, la empresa fue tratada como un sistema abierto,
aceptando las nociones de relación estructura-sociedad (
Al recuperar ciertos planteamientos de inicio de época, cuando la implementación de
las TIC estaba en puerta, pero la digitalización todavía se consideraba lejana,
aparece la definición de dos entornos en los que se ejecutaba la realidad tangible:
el ambiente natural (relación humano/naturaleza) y el ambiente de ciudad (relación
humano/humano) (
La aparición de un tercer entorno está directamente relacionada con la interacción
del ser humano y las TIC, lo que genera un concepto de ciudad global o
Con la evolución del concepto planteado por
La aplicación de las TIC tiene beneficios para los empresarios o aquellos que están a
cargo de la gestión de una organización, ya que permite nuevas formas de modelos de
negocios, inmediatez en los procesos comunicativos y mejoras en la productividad.
Una de las ventajas para el trabajador (colaborador) es poder desempeñar sus
funciones en cualquier lugar con acceso a internet, lo que le garantiza una mayor
flexibilidad laboral (
No obstante, en relación con la estructura en la que tanto el colaborador como el
empresario están insertos, los cambios no deberían ser drásticos en un período de
tiempo corto, ya que la presión ejercida por el sistema en los colaboradores puede
resultar en manifestaciones de estrés debido a la presión por aquello que deberían
aprender (
Uno de los factores que propician la aparición de este tipo de estrés en los
individuos es la migración acelerada del entorno laboral por causas externas (como
la pandemia por la covid-19). Además, es necesario mencionar que las personas no
estaban preparadas para este cambio, por lo que se desdibujó la línea entre los
ambientes personales y laborales digitales, lo que generó un agotamiento relacionado
con el uso de las TIC, definido como tecnoestrés (
A pesar de que este tipo de afección puede presentarse por diversos factores, uno de
los elementos que podría acelerar su aparición es la desvinculación del saber
teórico administrativo con el medio social. Las empresas suelen mantener una
adaptabilidad ante los nuevos avances tecnológicos y evolucionan (
La adaptabilidad de las organizaciones ─pensada hacia sus propios fines y dejando de
lado el contexto social en el que están insertas─ aumentó la tensión entre el
individuo y la estructura organizacional o empresa en la que se encontraba inserto.
Además, incrementó el tecnoestrés y ansiedad digital para los trabajadores, incluso
para aquellos que laboraban de forma independiente. En un estudio de la población
mexicana sobre el tecnoestrés y sus variables sociodemográficas y laborales, se
encontró que gran parte de los individuos que presentaron alguna de estas afecciones
son colaboradores con un mayor nivel de escolaridad, así como directivos y
empresarios independientes (
Una de las posibles causas de las afecciones psicosociales que corresponden a este
nuevo entorno laboral puede ser la aplicación apresurada de las TIC en las
organizaciones (
Las organizaciones tuvieron dificultades para gestionarse a través de los medios
digitales. Aunque ya había sido advertido un proceso de adaptación digital, la falta
de interacción teórica administrativa ‒al menos en el contexto mexicano‒ produjo un
desconocimiento en el actuar de las empresas. Desafortunadamente, no tuvieron el
tiempo ni el control necesario para organizar y llevar a cabo sus actividades de
forma digital debido a la aceleración del proceso de la contingencia sanitaria. Este
cambio acelerado puede ser definido como “disruptivo” (
A raíz de estos cambios, la diversificación de las relaciones laborales y su manera
de ejecutarse se ha vuelto tan extensa que no se encuentra un estudio o estadística
contundente que arroje datos acerca de los tipos de relaciones laborales digitales y
la manera en que se desenvuelven. Esto conlleva un riesgo a que el trabajo deje de
ser reconocido como tal y sea relegado a un conjunto de tareas que lo invisibilicen
(
Es importante mencionar la pertinencia de la función del teletrabajo y la forma en la
que se aplica en la organización. Una de las claves de que el teletrabajo sea una
práctica saludable, como se ha llegado a demostrar en ciertos modelos
organizacionales, es dotar a los trabajadores de herramientas y ventajas pertinentes
relacionadas con la función que desempeñan (
Ciertamente, el teletrabajo será más práctico para un directivo administrativo que para un trabajador de línea de producción, por lo que es muy probable que el desarrollo de competencias digitales por parte de las personas con otro tipo de habilidades técnicas produzca una reacción de estrés, sobre todo cuando las opciones laborales se ven reducidas debido a la contingencia sanitaria.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) identificó que en 2020, durante la
pandemia, cerca de doce millones de personas pasaron a los rangos de inactividad
laboral, mientras que la tasa de participación activa en el trabajo disminuyó de
59.8% a 47.5%. No obstante, la tasa aumentó para el período final del año por la
posibilidad de otras fuentes de empleo, al punto en que para junio solo 29.3% del
total de inactivos iniciales tenían disponibilidad para trabajar (
Asimismo, los sectores de la población dedicados al comercio informal se vieron
afectados por la contingencia sanitaria; se reportó una pérdida de 10.4 millones de
puestos informales durante el período inicial de 2020, debido a la intensificación
de las medidas sanitarias y del formalismo que las personas buscaban para tener una
certeza en las reducidas opciones que el mercado laboral pudo ofrecer en los puntos
más críticos de la pandemia. Para finales de 2020, una apertura de espacios menos
restringida dio paso a un aumento en los índices del trabajo informal (
Al tomar en cuenta las necesidades que presentaron los trabajadores cuyo perfil
laboral no podía trasladarse a las plataformas digitales, se puede comprender la
razón por la que incrementaron los factores de riesgos psicosociales en los sectores
laborales formales e informales. Según los datos de la Encuesta Nacional de Empleo
dirigida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], en diciembre
de 2021 22.9% de las personas buscó empleo por más de tres meses, 34.7% duró
empleada de uno a tres meses y 37.1% permaneció buscando empleo hasta por un mes
(
Es evidente que las opciones laborales se reducen debido a lo cambiante que resulta la situación que se atraviesa en el mundo, por lo que, al seguir los datos, las opciones que brindan una apariencia de mayor estabilidad para el empleo son aquellas relacionadas con el teletrabajo o el manejo de las plataformas digitales. Por lo tanto, aunque existan personas nativas digitalmente y otras capacitadas para adaptarse a este modelo de trabajo, otro gran porcentaje de individuos puede desarrollar afecciones psicosociales por el contexto del uso de las TIC.
Entre los detonantes del tecnoestrés se identifican cinco factores: la tecno
sobrecarga, que se refiere al incremento de trabajo por medio de las plataformas
tecnodigitales; la tecno invasión, que es la sensación de transgresión entre los
dominios privados y el trabajo causado por la tecnología; la tecno complejidad, la
cual genera brechas entre el conocimiento del colaborador y el conocimiento del uso
de las TIC; la tecno inseguridad, relacionada con la información personal; y la
tecno incertidumbre, que se produce al no tener certeza sobre el uso de las TIC y
los entornos digitales (
Además, los colaboradores pueden sentirse ansiosos o preocupados si se desconectan o
separan de la tecnología que les permite comunicarse (como la nomofobia, que es el
temor por no tener el teléfono móvil o dispositivos afines), lo que puede llegar a
ocasionar problemas de salud (
Es pertinente para las ciencias administrativas conocer estos factores, pues incluso ante regulaciones como el derecho a la desconexión, es necesario que tanto los gestores implicados en el manejo de la empresa como los colaboradores puedan reconocer y clasificar las afecciones que se desprenden de estos nuevos riesgos psicosociales, lo que permitiría encontrar alguna solución o prevenir su desarrollo.
La brecha generacional es usualmente un concepto mencionado en la administración para
explicar el choque entre los procesos de modernización y la administración clásica.
Sin embargo, este tipo de argumentos son refutables, debido a que no es de mayor
impacto la generación a la que los colaboradores pertenezcan, sino el contacto con
las TIC que se les haya proporcionado previamente en sus centros laborales o su
formación académica (
La transgresión que implica una migración digital −en los casos donde aplica el
trabajo remoto o la conectividad constante o hiperconectividad− produce una serie de
interferencias entre las relaciones del individuo con sus núcleos sociales, lo que
supone otro detonante para múltiples factores de estrés por parte del colaborador
(
No se puede obviar el papel que juegan las redes sociales en la comunicación
organizacional con la finalidad de volver eficientes los canales de flujo de
información. La presencia de las redes sociales produce una conexión prácticamente
obligada en la sociedad actual. Las notificaciones, los mensajes, la publicidad y la
necesidad de usar nuestras propias redes de contactos para la difusión de
información relacionada con aspectos laborales resultan altamente invasivas para las
personas (
La resolución de estas situaciones de tecnoestrés o ansiedad digital es habitualmente
percibida como responsabilidad de los colaboradores, quienes suelen optar por
recibir atención psicológica e, incluso, medidas más drásticas como cambiar de
centro laboral. El afrontamiento ante tal problemática se puede clasificar en dos
formas: 1) lidiar de manera proactiva, cuando el colaborador es el responsable de
mejorar sus habilidades para poder manejar de forma más efectiva las plataformas
tecnodigitales, pero establece un límite en su relación con estas; y 2) lidiar de
manera reactiva, cuando el colaborador responde de forma emocional ante la situación
de estrés y opta por alejarse de esta. Es más probable que la mayoría de los
usuarios reaccionen de manera reactiva que de manera proactiva (
La industria 4.0, los procesos sociales globales ajenos al campo organizacional y la
desvinculación de las prácticas administrativas para manejar esta migración de
entornos laborales impactan en la educación previa de los individuos que serán
insertos en el campo laboral. Se ha analizado la importancia de proyectar planes de
carrera de acuerdo con los trabajos que se desarrollen según el mercado laboral
vigente, y adecuar los planes de estudio a la par del desarrollo tecnológico (
No obstante, esto además de someter al individuo a un tecnoestrés por desarrollar competencias para medirse a la par del avance tecnológico, también demuestra que existe una limitante en los centros de estudios técnicos y profesionales para responder a las demandas aceleradas del mercado, de manera que los riesgos psicosociales comienzan antes de que las personas se inserten en el campo laboral.
La migración digital responde también a las dinámicas de trabajo adoptadas por la
contingencia sanitaria. Para suplir la problemática creciente de la pandemia por la
covid-19, tuvieron que desarrollarse nuevos esquemas y modalidades de trabajo. Es
importante mencionar que esta migración afecta de misma manera a las modalidades de
teletrabajo y trabajo remoto (
La búsqueda administrativa por renovarse para la industria digital (4.0) que se
estaba desarrollando con anterioridad, resultó acelerada y forzada a adoptar estos
entornos digitales por la contingencia sanitaria, lo anterior ha generado un cambio
que requiere mucho más que una simple adaptación a la tecnología. Esta serie de
cambios demanda toda una reconfiguración del pensamiento del colaborador,
principalmente del que no es considerado nativo digital y que requiere adoptar una
mentalidad para el trabajo digital (
Si bien es cierto que el uso de la tecnología resulta más sencillo para los nativos
digitales, no debe olvidarse que la migración laboral al plano digital no está
enfocada, por el momento, a todas las profesiones. La conectividad constante y
recurrente a través del uso recreativo (como las redes sociales) puede ocasionar que
las barreras entre lo personal y el trabajo queden desdibujadas (
Para mantener el paso a esta migración en favor de una actualización a la industria
4.0, los colaboradores deben contar con las competencias digitales requeridas, lo
que ocasionará que exista una brecha entre sus conocimientos y la capacidad que
tengan para el manejo tecnodigital. El cambio súbito y no asimilado, sumado a la
falta de capacitaciones adecuadas provistas por los centros laborales, da como
resultado que los colaboradores de las estructuras organizacionales desarrollen
afecciones como el tecnoestrés (
Los mecanismos gubernamentales encargados de defender los derechos laborales de los individuos en un territorio en cuestión son variados según el contexto. Los procesos tecnológicos y digitales han impactado al mundo entero, de manera que independientemente de la situación socioeconómica de cada territorio (y sin olvidar la situación pandémica), es posible encontrar leyes en común que busquen mediar y regular las relaciones laborales en los entornos digitales, así como proteger a los individuos de los posibles malestares que esto podría generar.
A pesar de que es posible comparar las normas establecidas por todos los países en relación con las regulaciones laborales en los entornos digitales para tener un panorama más amplio, en este ensayo solo se contrastarán tres casos con las posturas de las organizaciones transnacionales. Al tomar ejemplos de España y Colombia, se apuntarán brevemente las causas y los conceptos por los que se promulgaron e incentivaron leyes con el tema en común del derecho a la desconexión.
El impulso de este derecho se fundamenta por diversas estadísticas sobre las personas
y su relación con las TIC. En el caso de España, un informe sobre el estado del
mercado laboral (infojobs y EXCS-España) indica que 51% de la población inserta en
el área laboral responde correos electrónicos y llamadas relacionadas con el trabajo
en sus días de descanso, como fines de semana (sábados y domingos) o vacaciones
(
la incidencia del uso de las tecnologías en el trabajo es diferente en función de
su naturaleza y del puesto de trabajo. Si observamos el caso concreto de los
mandos intermedios y directivos, un 68 y un 84 por ciento, respectivamente, son
quienes más conectados están a los dispositivos digitales fuera de su jornada
laboral (
Resultaba ineludible instrumentar soluciones jurídicas que protegieran al titular
de los datos personales contra este renovado y más incisivo riesgo de
intromisión en la privacidad. Muy recientemente, ante la tendencia empresarial a
aprovechar las redes sociales para conocer más de sus empleados y potenciales
candidatos, incluyendo en las entrevistas de trabajo que se use el nombre de
cuenta en Facebook o Twitter, la Unión Europea ha preparado una Guía o un Código
de Conducta […] en aplicación de su regulación de protección de datos, para
tratar de poner fin a esta práctica de inspeccionar las redes sociales de los
candidatos solo porque la información está disponible en ellas (
Por otra parte, en Colombia aún no se cuenta con una reglamentación directa sobre los
medios digitales y los efectos que pueden ocasionar en los individuos; sin embargo,
se promueve el concepto de la desconexión en respuesta a un tipo de acoso laboral
(
Definición y Modalidades de Acoso Laboral. Para efectos de la presente ley se entenderá por acoso laboral toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo (2006, p. 84).
Esta breve revisión a algunos postulados generales sobre los que se crearon leyes y normas en diferentes lugares nos permite reconocer que la situación en torno a las afecciones psicosociales necesita ser regulada en beneficio de la salud y los derechos laborales de quienes se encuentran inmersos en este modelo de trabajo cada vez más recurrente. Es necesario que los gestores y todos aquellos inmersos en las ciencias administrativas apliquen y den seguimiento a normas dentro de las organizaciones en función del bienestar de sus colaboradores.
Lo descrito en este ensayo pretende visualizar a las organizaciones y sus entornos laborales como otro punto de referencia a un problema complejo como el cada vez más recurrente uso de las plataformas digitales, para que estas puedan ser utilizadas en beneficio de los procesos y de los colaboradores, tomando en cuenta las posibles consecuencias y causas para evitar el surgimiento o la intensificación de los padecimientos psicosociales.
De acuerdo con las lecturas consultadas se entiende que el uso de las tecnologías no es necesariamente dañino o perjudicial; la actualización tecnológica de los espacios podría referirse a una etapa natural en la historia de la humanidad y la relación que tenemos con estas nuevas TIC y los entornos digitales; no obstante, el desarrollo de las afecciones psicosociales por el uso de la tecnología y los entornos digitales puede ser analizado desde diversas perspectivas, no se puede pasar por alto cuando las causas de la intensificación de estos malestares se pueden identificar en cualquier disciplina, por lo que el análisis de las migraciones laborales es un buen punto de partida para cuestionar el pensamiento organizacional y sus repercusiones en la sociedad.
Precisamente, a través de este análisis de las migraciones digitales podemos cuestionar el rol del trabajo y las empresas en el medio social donde se encuentran insertas. Si bien las organizaciones tienen múltiples tensiones sociales y se valen del conjunto de procesos y conocimientos administrativos, así como de la gestión organizacional para manejar este tipo de situaciones, es de vital importancia que desarrollen una perspectiva crítica sobre su visión del campo empresarial, para lograr una práctica laboral digitalizada más saludable.
Esto implica una postura abierta al cambio, pero crítica a la forma en la que se producen estas migraciones de la realidad, con énfasis en el problema de aplicar conocimientos técnicos de gestión sobre las organizaciones que siguen tendencias dentro del campo, pues esto produce que se invisibilice la complejidad del estudio organizacional y por supuesto, de la acción de trabajar.
Las lecturas consultadas no buscan ponerse en contra de cualquier actualización tecnológica o de los entornos en los que se desenvuelve la realidad laboral, por el contrario, proponen que si estos procesos ya se están llevando a cabo, resultaría más provechoso gestionarlos ahora que se encuentran en una etapa temprana de su implementación, para que las consecuencias de su desarrollo, sean buenas o malas, no tomen por sorpresa a las personas, de ahí la importancia del análisis sobre el impacto que tienen los procesos organizacionales sobre las personas.
La forma en que la administración asimila y aplica el conocimiento de su área frena las discusiones interdisciplinarias, lo que produce que muchas veces se propongan soluciones inmediatas a procesos complejos. Es comprensible que en un mundo tan cambiante en sus necesidades se busque la rapidez en las soluciones para las problemáticas actuales; sin embargo, la aplicación ciega del conocimiento lo único que produce a largo plazo es un estancamiento teórico y, por tanto, técnico sobre cómo resolver estos problemas.
Se propone que aquellos inmersos en las ciencias administrativas y de gestión ingresen a discusiones más integrales e interdisciplinarias. La reciente creación de leyes que atienden los problemas de la digitalización del entorno podría tener mayor relevancia si los gestores y colaboradores de las organizaciones participan y enriquecen esta discusión con los saberes teóricos y técnicos con los que cuentan al observar el día a día en las empresas.
Las soluciones que quedan apuntadas en este ensayo, como la creación de leyes que regulen las relaciones digitales laborales, la creación de manuales organizacionales para intervenir cuando existan riesgos psicosociales y la interiorización del conocimiento administrativo con la finalidad de generar un debate que se integre al saber técnico actual del área, son cruciales y deberían ser impulsadas con una perspectiva integrativa y orientada a las personas.
El mundo se encuentra en un cambio constante, y debido a la reciente pandemia generada por la covid-19, la gestión efectiva de espacios seguros puede producir que a largo plazo se cuente con entornos laborales más saludables, al encontrar métodos efectivos que gestionen el trabajo no centralizado en un punto físico y, por extensión, que no resulte invasivo para aquellos individuos que lo desempeñan, lo que mejoraría incluso la perspectiva que tienen las personas ante la acción social de trabajar.
Mejorar la calidad laboral implica un progreso en toda la organización, de manera que atender y solucionar los problemas de las relaciones laborales nos acerca a una modernización sobre las perspectivas del trabajo en un contexto más contemporáneo, lo que conlleva a mejorar la calidad de vida gracias a las prácticas saludables con dimensión social.
Debido a que este análisis de centra en las organizaciones, se enfatizan las áreas de posibilidad que tiene el campo administrativo a la hora de mejorar e integrar el conocimiento que gestione la migración digital. No se percibe a la empresa como un factor que propicia el aumento de las afecciones psicosociales, sino que se hace hincapié en las grandes ventajas para la vida laboral que traería consigo una serie de mejoras sobre la perspectiva y la aplicación del conocimiento.
El surgimiento de las afecciones psicosociales en el ámbito laboral digitalizado todavía está a tiempo de ser atendido bajo técnicas y visiones integrales e interdisciplinarias. La migración a los entornos laborales es un hecho; incluso aunque la contingencia sanitaria terminara, quedarán diversas posibilidades de empleo, mismas que, para ser aprovechadas, deben analizarse y reconocer las ventajas y las desventajas que conlleva su aplicación.