Esta investigación plantea nuevas preguntas sobre la autonomía personal, vinculadas con las tecnologías de la información y la comunicación y los universitarios, relevo generacional educado de un país. Cómo los jóvenes usan estas tecnologías y si estos usos ayudan al florecimiento de su autonomía personal, son dos de las interrogantes principales que guiaron este proyecto. Desde el enfoque del desarrollo humano y la propuesta teórica de las tecnologías en la práctica, se analizaron los datos de una encuesta diacrónica (2015-2020), aplicada a 621 estudiantes de dos universidades públicas de México, del noreste y el centro-occidente, respectivamente. De los hallazgos, se desprende una tipología según los tres perfiles de estudiantes identificados, donde se considera la adopción de estas tecnologías, al mismo tiempo que se visibiliza la mediación que tienen los padres en su desarrollo de capacidades educativas. Asimismo, se proponen tres variables relativas a la categoría autonomía personal, según las potencialidades y contextos de estos jóvenes. Se concluye que si bien el uso de las TIC es fuertemente promulgado por las instituciones educativas -condicionado por las estructuras y herramientas digitales que posean-, este no contribuye a un florecimiento relevante de la autonomía personal de los universitarios.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) dejaron de ser herramientas aisladas para convertirse en los pilares que construyen los entornos tecnológicos que median el estar en el mundo. A menos que se presente una hecatombe mundial que elimine su uso, o que la humanidad decida abstenerse de utilizarlas, es infructuoso preguntarnos si aceptamos o no su participación en las actividades humanas. Ya que la tecnología permea la vida actual, la energía investigativa habría de canalizarse en indagar la forma en la que podemos aprovecharla para generar oportunidades reales para el desarrollo de todos, en observar las formas en las que convenimos sus límites y las acciones que pueden tomarse para que estos no sean catalizadores de viejas y nuevas brechas sociales.
El entorno de las TIC constituye una gama de posibilidades de desarrollo (
En el campo de las ciencias sociales, los estudios volcados a la relación entre los
jóvenes universitarios y las TIC van en expansión. Al revisar trabajos realizados
entre 2010 y 2018 a nivel mundial, se identificaron diferentes vertientes entre las
que sobresalen las vinculadas a la educación y la sociabilidad, mientras que hay una
baja presencia en aquellas relacionadas a las tecnoprácticas en el ámbito de la
ciudadanía y la participación social (
Los datos sobre la penetración de internet en México coinciden con esta línea. La
Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los
Hogares (ENDUTIH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (
Asimismo, refiere que los principales usos que da la población general a la web son para entretenimiento (91.5%), para informarse (90.7%) y comunicarse (90.6%). La Asociación de Internet MX (2019), por su parte, señala que las actividades que más realizan los internautas mexicanos en internet son: acceder a redes sociales (82%), enviar y recibir mensajes instantáneos (78%), y enviar y recibir correos electrónicos (77%).
A pesar de que estas cifras parecían alentadoras, la pandemia SARS-CoV2 ha obligado a
revalorar el acceso efectivo a las TIC. A raíz de la crisis sanitaria, universidades
de todo el mundo se han visto obligadas a desplegar modalidades de aprendizaje a
distancia, situación que ha llevado a realizar estudios para conocer sus condiciones
y su capacidad de respuesta a la adaptación, ya que no todas las instituciones
educativas estaban preparadas para estos cambios (
En el informe La educación en tiempos de la pandemia del COVID-19 (
En la literatura se identifica que, por lo general, los estudiantes son usuarios
consistentes de internet, a tal punto que han reducido progresivamente las brechas
digitales relacionas a las capacidades tecnológicas y el acceso a las TIC. ¿Por qué,
entonces, su uso sigue siendo limitado para su bienestar? (
Con esto en consideración, el enfoque de este proyecto se centra en cómo los universitarios aprovechan las tecnologías, cómo utilizan las TIC, y si esto podría significar una mayor autonomía personal, como una dimensión de desarrollo humano. Para indagar al respecto, se puso especial atención en el acceso a internet y las capacidades tecnológicas de estos jóvenes.
Nuestro trabajo se nutre del enfoque de
No obstante, el Estado no es único que debe brindar estas posibilidades, también las personas han de trabajar en su empoderamiento y su agencia para ganar libertad. En este sentido, se subraya que la educación -no solo la formal- es el mecanismo que tiene la sociedad para formar a sus integrantes, tanto en los saberes como en los valores que la humanidad ha construido y definido como relevantes (entre estos destacan la libertad, la justicia y la solidaridad).
La educación, entonces, no se reduce a la capacitación de recursos humanos según lo
que el mercado requiere para producir bienes y servicios económicos, sino que, como
afirma Adela Cortina (
Esto coincide con el enfoque de
Como persona, se espera que cultive su espíritu
para reconocerse libre para pensar y actuar por sí
misma, y que se asuma responsable de sus actos Como estudiante, se espera que realice prácticas
de aprendizaje relacionadas con su profesión,
buscando el fortalecimiento de su intelecto
crítico y reflexivo, además del aprovechamiento
tecnológico para hacerse de información
valiosa Como ciudadano, se espera su participación en los
asuntos públicos, y su comprensión sobre lo que
sucede en su entorno local, en la vida nacional y
en el mundo
Acceso real al sistema educativo (ingresar y
mantenerse) y a una formación de calidad Acceso amplio a la cultura digital (artefactos,
usos, conocimientos y prácticas) Acceso real a la vida pública, donde pueda
expresarse y su voz se tome en cuenta en las
decisiones que les competen Fuente: elaboración propia a partir de
Capacidad cognitiva y emocional
Comprensión cultural
Rango de oportunidades
Que los jóvenes hayan llegado al nivel
universitario supone suficientes capacidades de razonamiento
para la toma de decisiones por sí mismos, aunque estas no
necesariamente sean las más acertadas
Para que los jóvenes avancen en su proceso de autonomía, deben aprovechar los
recursos que hay disponibles, como las TIC,
La libertad es un proceso -no una condición inalienable de los seres humanos- que se
alcanza con la madurez de la razón, cuando se es capaz de sobreponerse a los
instintos, los sentimientos, las emociones y las directrices heterónomas (
Asimismo, para la expansión de la autonomía personal, no es suficiente la ampliación de las capacidades individuales (conocimiento sobre sí mismo, su entorno local, global, etcétera) y la superación de la ignorancia y la ingenuidad, también se requieren entornos que brinden oportunidades para que las personas participen y conquisten su posición en el mundo, para que elijan la vida que valoran para sí mismas.
Desde la perspectiva del desarrollo, los jóvenes universitarios se han convertido en
actores estratégicos para el cambio social y la renovación generacional. Para el
enfoque de la diversidad y el relativismo cultural, esta afirmación podría
considerarse como una amenaza contra la libertad de los jóvenes, pues parece
contravenir su libertad personal. Sin embargo, como afirma Adela Cortina, es
necesario situar los límites del individualismo, pues cualquier derecho está
vinculado a obligaciones, y la pertenencia a un grupo social implica reciprocidad
(
La libertad es fundamental para todo ser humano, pero cobra especial relevancia en los estudiantes universitarios, porque a ellos se les prepara -al menos, en términos ideales- para alcanzar capacidades críticas, creativas y socialmente comprometidas que les ayuden a comprender y proponer soluciones para sí mismos y para su entorno.
En este punto es relevante mencionar que esta preparación no debe entenderse para su participación futura, sino para el aquí y el ahora, su energía creativa y responsable es valiosa también en el presente. Esta perspectiva perfila a estos jóvenes como una de las fuerzas movilizadoras de la vida social en entornos globales y digitalizados, donde el conocimiento es un recurso valioso.
La institución educativa, pese a la crisis de legitimidad por la que atraviesa,
continúa siendo la principal modalidad que permite a la sociedad moderna expandir
las oportunidades de las personas, al incidir en su autonomía y emancipación (
En México, el grupo de 15 a 29 años representa 25.7% de la población (
Las prácticas sociales son una excelente categoría de análisis para conocer el mundo
social. El modelo estructuracional de la tecnología, desarrollado por
Orlikowski defiende que a través de las prácticas de uso de la tecnología se
interrelacionan diferentes estructuras que inciden en diversos usos y significados;
y es en estas prácticas que se reproducen las condiciones estructurales existentes
al mismo tiempo que emergen otras nuevas. Para comprender este modelo, la autora
propone distinguir dos componentes de la tecnología: la materialidad de los
artefactos
A esto suma dos premisas: la dualidad de la tecnología (la tecnología es producto de la acción humana, y tiene propiedades estructurales) y la flexibilidad interpretativa de la tecnología (la tecnología es potencialmente modificable por las prácticas de uso, tanto en su diseño, como en su uso e interpretación). Se trata de un círculo iterativo donde los usos de la tecnología la habilitan y, a su vez, son constreñidos por esta. En la práctica, este enfoque promueve que, en lugar de concentrarse en las estructuras incorporadas de la tecnología, es preferible observar las estructuras emergentes situadas en contextos sociales específicos, que surgen durante las prácticas de uso cotidiano de la tecnología. Aquí es necesario tomar en cuenta que tanto las estructuras incorporadas como las emergentes se presentan únicamente en la acción de los usuarios.
La propuesta de Orlikowski permite observar las tecnoprácticas relacionadas con la capacidad de autogestión y decisión; por ejemplo, el aprendizaje, la participación ciudadana, el trabajo, el prosumismo, la interacción con el gobierno y con el mercado. Estas prácticas visibilizan la capacidad humana básica de pensar por sí mismo y de actuar en el mundo, donde los procesos productivos de la vida social están transversalizados por el informacionalismo y las TIC son preponderantes.
Para el proyecto se utilizó una estrategia cuantitativa y diacrónica mediante una encuesta aplicada de forma anual desde 2015, cuya última ejecución fue en 2020, resultados de los que parte este estudio. Se seleccionaron como informantes 485 estudiantes de la Universidad de Colima (UdeC), en el occidente de México, y 136 de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), al norte del país. En ambos casos, los universitarios pertenecen a los primeros semestres de las carreras de Comunicación, Economía y Negocios Internacionales, esto con la intención de identificar la cultura digital que poseen los estudiantes al inicio de la carrera.
Como la autonomía personal solo puede ejercerse por medio de las capacidades, del acceso efectivo y del aprovechamiento de los recursos y del contexto, se opta por indagar quiénes son estos estudiantes, cuál es la mediación familiar que los constituye, cuáles son los entornos tecnológicos a los que tienen acceso y cómo usan las TIC. Esto se integró en el instrumento en seis apartados: a) datos sociodemográficos de los jóvenes, b) datos sociodemográficos de sus progenitores o tutores, c) repertorio tecnológico, d) usos de las TIC, e) participación en la vida social y f) opiniones sobre el papel de las TIC en lo escolar, lo profesional y en la sociedad actual, sobre el internet y las redes sociales. El cuestionario se conformó por 48 reactivos, formulados con preguntas de opción múltiple, escala Likert y abiertas.
Para procesar los datos, uno de los métodos estadísticos utilizados fue el análisis
de frecuencia, de correspondencia simple y de conglomerados, técnicas que, al ser
parte de un análisis exploratorio, no requieren probar hipótesis preestablecidas
(
Otra técnica empleada fue la de correspondencia simple (ACS) para explorar las
relaciones entre las categorías de dos variables nominales u ordinales -como las
empleadas en este estudio: percepciones sobre las TIC, la creación de aplicaciones o
contenido, etcétera- (
De igual forma, se hizo un análisis de conglomerados, que explora las agrupaciones
naturales de un conjunto de datos (
Previamente, se aplicó el análisis de componentes principales con rotación Varimax al
conjunto de variables de escala métrica (número de accesorios, de aplicaciones,
etcétera) y a las de tipo Likert para obtener un conjunto menor de variables
intrínsecas, continuas y no correlacionadas. Estas, así como algunas socioeconómicas
categóricas, fueron las que se emplearon en el análisis de conglomerados. La
consistencia de los agrupamientos se realizó comparando las medianas de las
variables, a través de métodos no paramétricos como el de Kruskall-Wallis, que se
aplica cuando las variables empleadas no se acercan a la normal (gaussiana) y no se
presenta homogeneidad de varianzas (
De manera inicial, se describe la evolución del acceso y usos de las TIC por los
estudiantes, a partir del cual se derivó el análisis estadístico de frecuencias.
Una mirada diacrónica de los jóvenes universitarios sobre los usos de las TIC
confirma que no se han dado cambios significativos durante los últimos seis años
(ver
En promedio,
A diferencia del acceso a dispositivos tecnológicos, las tecnoprácticas de los
jóvenes universitarios sí muestran algunos cambios importantes (ver
De igual manera, es relevante el incremento de prácticas en línea, como la interacción con organizaciones gubernamentales (que en 2015 era de 17.8%, y para 2020 subió a 37.8%), la compra o pedido de bienes y servicios (de 6.8% en 2015, aumentó a 42.9% en 2020), y las operaciones bancarias (que en 2015 registraban 8.7% y para 2020 alcanzaban 43.5%). También se observa un crecimiento en las tecnoprácticas vinculadas a la educación y el aprendizaje: en 2020 lograron 53.5%, cuando en 2015 estas apenas representaban 11.7%.
Pese a este aumento en lo educativo, su peso sigue siendo menor frente a las
prácticas de ocio y sociabilidad. Los resultados indican una consistencia en el
uso de aplicaciones para redes sociales (87%, en promedio) muy por encima del
uso de aplicaciones para la educación (23.2%) (ver
Al ahondar en los datos sobre las aplicaciones de redes sociales, dentro de las
prácticas se observa una preferencia por WhatsApp, seguido de Facebook,
Instagram, YouTube, Messenger y Twitter. Destaca un declive en la preferencia de
Facebook entre los universitarios: en 2015 tenía una presencia de 68.2%, cifra
que bajó a 35.2% en 2020. Esta tendencia es contraria al uso de
Instagram
Producto del análisis de conglomerados, se precisó el perfil de tres grupos de
estudiantes (ver
Grupo alfa. Integra principalmente al nivel económico alto. En este
perfil se insertan los jóvenes que estudian en la UdeC y sus
familias, cuyo tiempo de residencia es estable (más de cinco años
viviendo en Colima). Dentro de este grupo destaca que el grado de
estudios de los padres es superior (licenciatura) y que su empleo
consiste en actividades operativas o técnicas. En cuanto a los
universitarios, se encontró que estos realizan trabajo comunitario o
remunerado como una actividad extrauniversitaria y que rara vez
participan en movimientos sociales o usan las redes sociales para
promover el activismo social (aun así, se involucran más que los
otros grupos). El contenido que más desarrollan los estudiantes alfa
es el audiovisual y los medios que emplean para compartirlos son
Drive y las plataformas educativas. Presentan los números más altos
en las variables cuantitativas (número de dispositivos, lugares
donde se conectan a internet, tiempo de uso, número y tipo de
aplicaciones instaladas en el celular). Grupo beta. Constituido por estudiantes de la UdeC que han vivido
toda su vida en Colima, este grupo está conformado por estudiantes
de familias trabajadoras. La educación de los progenitores es
básica, primaria o secundaria, aunque algunos no cuentan con
estudios; los padres tienen empleos de carácter operativo y las
madres son amas de casa. Los universitarios beta mantienen un
trabajo a sueldo como parte de sus ocupaciones adicionales y nunca
(o casi nunca) participan en movimientos sociales o usan redes
sociales para estas actividades. Al igual que el grupo alfa, el
contenido que más desarrollan es visual y gráfico, y se valen de las
plataformas educativas y Drive para compartirlo. En cuanto a las
variables cuantitativas puede decirse que están en una posición
intermedia en la mayoría de estas, por debajo de los alfa pero por
arriba de los gamma. Grupo gamma. Aquí se insertan los estudiantes de la UAdeC que han
vivido toda su vida en Coahuila. Sus familias son de clase media
baja, pues la educación de sus padres es mayoritariamente de
bachillerato y trabajan en actividades técnicas (padres) y
operativas (madres). Comparten atributos con los grupos alfa y beta,
como un trabajo asalariado dentro de sus ocupaciones y que nunca (o
rara vez) participan en movimientos sociales o emplean las redes
sociales para promover activismo social; además, desarrollan sobre
todo contenido visual y gráfico que comparten a través de redes
sociales. Casi en todas las variables cuantitativas presentan los
números más bajos de los tres grupos.
Alfa (256)
Beta (229)
Gamma (136) * El número indica la mediana para cada grupo. ** Variables empleadas en el análisis de correspondencia simple.
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta 2020.
Variables
ji^2(2gl)
Sig. A.
Universidad de adscripción
UdeC
UAde
620.0
0.00
Carrera
Negocios Internacionales
Comunicación
133.9
0.00
Año de aplicación
2017
2020
2018
45.0
0.00
Estado de residencia
Colima
Coahuila
538.1
0.00
Tiempo de residencia
Más de 5 años
Toda la vida
29.8
0.00
Otra ocupación o actividad
Trabajo comunitario o remunerado
Trabajo remunerado
27.2
0.00
Núm. de actividad de ocio*
5
4
6
11.9
0.00
Actividades de ocio destacadas
Pasiva, ver televisión o escuchar
música
1.6
0.46
Estudios del padre
Licenciatura
Básico / sin estudios
Bachillerato
195.0
0.00
Estudios de la madre
Licenciatura
Básico / sin estudios
Bachillerato
210.6
0.00
Ocupación del padre
Técnica
Operativa
Técnica
121.2
0.00
Ocupación de la madre
Operativa y técnica
Ama de casa
Operativa
68.5
0.00
Núm. de dispositivos*
3
2
2
73.7
0.00
Núm. de lugares donde se conectan a
internet*
3
2
2
14.7
0.00
Núm. de veces que usó internet para
diferentes actividades*
6
6
5
45.4
0.00
Promedio de horas al día que usó
internet*
8
8
6
13.7
0.00
Núm. de
32.5
29
18.5
45.4
0.00
Núm. de
5
5
4
13.0
0.00
Núm. de
5
5
4
40.8
0.00
Núm. de
5
4
3
16.3
0.00
Núm. de
2
2
1
36.9
0.00
Núm. de
3
2
1
21.1
0.00
Núm. de
3
2
2
11.1
0.00
Núm. de
3
3
2
28.7
0.00
Núm.
4
3
3
17.8
0.00
Núm. de
3
3
2
22.1
0.00
Razones para instalar las
Estudiar o trabajar
4.0
0.13
Frecuencia de uso de las
Frecuentemente
0.9
0.64
Participación presencial en movimientos
sociales**
Rara vez
Nunca
Rara vez
9.7
0.01
Utiliza redes sociales para promover el
activismo social**
Rara vez
Nunca a rara vez
5.1
0.08
Realización de contenido digital**
Rara vez a frecuentemente
3.0
0.23
Tipo de contenido desarrollado**
Audiovisual
Audiovisual y gráfico
6.1
0.05
Razón para crear contenidos**
Actividades escolares
0.9
0.63
Medio en el que comparte contenido**
Plataformas educativas y
Drive
Redes sociales
29.4
0.00
Opinión sobre las TIC en la educación**
Relevantes
0.1
0.94
Opinión sobre las TIC en la vida
profesional**
Eficientes
0.4
0.80
Opinión sobre las TIC en la sociedad
actual**
Potencialmente riesgosas
0.6
0.72
Opinión sobre internet**
Potencialmente riesgosas
2.6
0.28
Opinión sobre las redes sociales**
Potencialmente riesgosas
0.7
0.71
El análisis de los conglomerados confirma el peso que tienen los entornos sociales en la conformación de capacidades y motivaciones de uso de la tecnología en los estudiantes, así como en sus alcances de las prácticas con las TIC (particularmente, los niveles educativos de los padres, que inciden en el tipo de empleo que desempeñan).
En términos bourdianos, los nichos familiares estructuran el
Finalmente, se identificaron patrones en las prácticas de uso de las TIC y en las
opiniones de los estudiantes. La valoración sobre el rol de la tecnología se
obtiene mediante el análisis de interacción de cinco variables categóricas de
opinión y ocho de uso de las TIC (marcadas con dos asteriscos en la
Fuente: elaboración propia con datos de la encuesta 2020.
Variable
TIC en la educación
TIC en la vida profesional
TIC en la sociedad actual
Sobre el internet
Sobre las redes sociales
P(ji^2) =
Inercia
P(ji^2) =
Inercia
P(ji^2) =
Inercia
P(ji^2) =
Inercia
P(ji^2) =
Inercia
TIC en la educación
***
301
***
243
**
45
***
243
Relevante, útil, eficiente,
riesgo potencial
Útil, riesgo potencial
TIC en la vida profesional
***
161
***
52
***
76
Relevante, útil, eficiente,
riesgo potencial
Útil, relevante
Útiles, eficiente
TIC en la sociedad actual
***
79
***
88
Útil, relevante, riesgo
potencial
Útil, riesgo potencial
Sobre internet
***
133
Útil, riesgo potencial
Frecuencia del uso de las
*
19
Frecuente - Útil / muy frecuente
- relevante
***
42
Realización de contenido digital
Raramente - riesgo potencial /
frecuente - útil
Tipo de contenido
desarrollado
**
51
Multimedia - útil, / audiovisual
- riesgo potencial
Razón para crear contenido
*
33
**
0.04
Actividades escolares y
conocimiento y conciencia - relevante y útil
Actividades escolares y
entretenimiento - útiles / conocimiento o conciencia -
relevante
También se identifica que las opiniones sobre las TIC son consistentes, en virtud de que todas estas variables están relacionadas entre sí, y coincidentes, pues las categorías similares son cercanas. Por ejemplo, se estimó que las redes sociales son útiles, pero tienen potencial de riesgo. Por su parte, las opiniones sobre el papel de las TIC en la educación coinciden con las opiniones sobre las TIC en la vida profesional o en la sociedad actual, y con las relacionadas a internet.
Al cruzar las variables de opiniones sobre las TIC con las de actividades de
creación, uso y difusión de aplicaciones, se observa una limitada existencia de
relaciones significativas (ver
La razón para crear contenido (por actividades de la escuela o por conocimiento y conciencia social) tiene relación directa con las opiniones de las TIC en la educación (vinculado con lo relevante y útil). De igual manera, la creación de contenido multimedia se asocia con la aceptación de la utilidad de las TIC en la sociedad actual, y el contenido audiovisual con la idea del riesgo potencial que permea a la tecnología.
De las interrogantes que guiaron este estudio: cómo utilizan los jóvenes
universitarios las TIC y si estos usos podrían significarles mayor autonomía, se
deduce que, en la práctica, para comprender la relación entre la autonomía personal
de los jóvenes universitarios y las TIC, conviene tomar en cuenta que “no solo se
conoce a alguien por lo que piensa sino también por lo que estima valioso y por lo
que hace” (
Asimismo, como lo propone
A la par, la evolución de los celulares favorece este tipo de creaciones, y aumenta
la potencialidad creativa y la inmediatez, características vinculadas con el juego,
el uso personal y social (
Retomando las diferencias estructurales, se colige que no todos los jóvenes
universitarios cuentan con las condiciones suficientes para expandir su marco de
libertades a través del uso de las TIC. Es evidente que los estudiantes que no
cuentan con una computadora de uso exclusivo o no tienen cómo acceder a internet
siguen en desventaja, ya que ambas herramientas son fundamentales para continuar con
su formación -como lo ha demostrado la pandemia- (
Se infiere que otra estructura interpretativa evidente entre las tecnoprácticas de
estos jóvenes es la institucional educativa, que impulsa un tipo de producción
digital en los estudiantes, quienes asimilan lenguajes, significados y habilidades
para la generación de productos de enseñanza-aprendizaje digitales (
Al margen de las posibles deficiencias académicas y de equipamiento de las
universidades, se considera que la infraestructura de la que dispongan las
instituciones educativas (wifi, equipos de cómputo, laboratorios, etcétera)
constituye una opción para subsanar la carencia de tecnologías de la información y
la comunicación en los hogares de sus estudiantes. Es de especial importancia que
los entornos educativos brinden esta oportunidad, pues contribuye a nivelar el
acceso a lo digital (
Se arguye que la autonomía de los jóvenes universitarios también puede rastrearse en
la coherencia entre sus valoraciones y sus acciones. Los hallazgos en el análisis de
concordancia muestran discrepancia entre las opiniones y prácticas; por ejemplo,
mientras los jóvenes consideran que las TIC son muy relevantes para su educación y
vida profesional, los usos efectivos de estas tecnologías están más asociados al
ocio antes que a su formación (
Los hallazgos de este proyecto dejan al descubierto que las tecnoprácticas que se han mantenido entre los universitarios con el paso de los años son aquellas vinculadas con el entretenimiento y la sociabilidad, en detrimento de aquellas que cultiven las capacidades para el desarrollo humano. Sin embargo, no hay suficiente evidencia para afirmar que esta tendencia es privativa de los jóvenes; para sostener este argumento se requieren estudios comparativos intergeneracionales.
Igualmente, se constata que los cambios en el período estudiado de los usos de las TIC se encuentran en la diversificación de prácticas y artefactos, es decir, a mayor innovación tecnológica emergen nuevas estructuras interpretativas y nuevas apropiaciones. Este cambio implica una migración de los jóvenes entre diferentes redes sociales, lo cual convendría tener en cuenta para difundir contenido especialmente dirigido a ellos (de divulgación científica, participación cívica, cuestiones de salud, entre otros), que de forma estratégica coadyuve en el fortalecimiento de su independencia.
Se concluye que, aunque la institución educativa es un factor nivelador de las capacidades y las oportunidades de los jóvenes, no es suficiente para compensar las diferencias estructurales en los entornos familiares (que se evidencian en la tipología alfa, beta y gamma). Por lo tanto, al estudiar a los universitarios deben considerarse y atenderse estas desigualdades en el acceso y uso de las TIC, así como en sus formas de participación social, presencial y digital.
Asimismo, para coadyuvar a la capacidad crítica y reflexiva de los jóvenes, la opción es incidir en su entorno, lo que implica, entre otras cosas, ampliar y mejorar las formas de educación formal e informal; esta última puede beneficiar las capacidades de los padres de estos jóvenes, y ayudar a cultivar los entornos en general, pues el estar mejor informados posibilita que los ciudadanos tomen decisiones asertivas y socialmente comprometidas.
Se identificaron tres limitaciones en el estudio, y de cada una se especularon posibles soluciones. La primera es la prevalencia de producción de audiovisuales identificada, incidencia que puede deberse a que los estudiantes consultados pertenecen al área de comunicación; para ponerla a prueba, se propone ampliar la muestra a otras disciplinas. En segundo lugar, se detectó que el cuestionario contempló información sobre el acceso a una computadora personal, pero no se indagó si esta era de uso compartido; para conocer la disposición real de la tecnología se recomienda replantear las preguntas respectivas a este rubro. La tercera limitante que se encontró es que en la encuesta tampoco se recogió información explícita sobre la variable rango de oportunidades para la libertad; para completar los datos se sugiere analizar el entorno de los estudiantes para definir mejor las oportunidades a las que tienen acceso.
Asimismo, se identifican posibles líneas de investigación: dar seguimiento a las tecnoprácticas y confrontarlas con las opiniones sobre las TIC, ya que la predominancia de estas puede generar un sesgo de respuestas automáticas, en particular en temas que dan pie a discursos de sentido común. Asimismo, sería deseable un estudio sobre la actualización de las tecnoprácticas en las evidencias de aprendizaje; por ejemplo, donde se investigue cómo los trabajos con mayor argumentación escrita (reportes, ensayos, resúmenes o reseñas) están siendo sustituidos -en particular en las áreas de ciencias sociales y humanidades- por productos multimedia (infografías, videos cortos, etcétera), recursos más sintéticos y visualmente atractivos. Por otro lado, si bien este estudio exploró la relación entre la estructura universitaria y las tecnoprácticas, se requieren mayores datos para comprender de mejor forma cómo la institución educativa estructura no solo las mentalidades de sus estudiantes, sino sus prácticas.
Si la libertad es el camino a la libertad -como medio y fin del desarrollo-, entonces se requiere que se inviertan recursos de todo tipo para fortalecer la independencia de estos jóvenes. La cultura digital se ha incrementado en todo el mundo, y aunque falta por hacer, las brechas de acceso y capacidades van disminuyendo gracias a las acciones de los gobiernos y las lógicas del mercado (propias de las innovaciones tecnológicas).
En este contexto, los mayores desafíos residen en las oportunidades para que los universitarios participen en la vida pública. No es suficiente la posibilidad de que manifiesten su opinión en movimientos sociales o a través de las redes sociales, también resulta urgente asegurar, mediante la política pública, mecanismos que garanticen que la voz de los jóvenes sea tomada en cuenta en las acciones y asuntos que los implica.
Por último, los datos de la encuesta aplicada confirman que ni el acceso al repertorio tecnológico ni las habilidades digitales constituyen condiciones suficientes para mover a estos universitarios hacia una expansión de su libertad que mejore su calidad de vida. Por esto, para avanzar en la madurez de su autodeterminación, se considera necesario enriquecer sus entornos y nutrir sus capacidades reflexivas, para que los jóvenes realicen las prácticas que desean en su individualidad, en consonancia con aquellas que son socialmente deseables para mejorar su calidad de vida e incidir en su desarrollo y en el de su entorno.
El estudio deriva del Observatorio sobre los usos de las TIC, en la Universidad
de Colima (2015 a la fecha), que da seguimiento anual a la evolución de las
prácticas con las TIC para identificar procesos asociados al desarrollo de las
personas (
Al revisar los estudios, se encontró que el uso personal (no compartido) de la computadora es una condición necesaria para enfrentar el reto de la educación a distancia.
Boltvinik explica en
Aunque no son las únicas opciones que tienen, actualmente son fuentes valiosas de información.
De aquí en adelante, por economía de lenguaje, cuando se indica el porcentaje en promedio, este refiere al período analizado (2015-2020).