Planes de estudio no son suficientes para la formación del profesional de la información, asegura experto

La Biblioteca UDGVirtual conmemoró el Día Nacional del Bibliotecario que se celebra el 20 de julio

Con la conferencia “El bibliotecario mexicano desde la época colonial hasta nuestros días”, dictada por el doctor Sergio Ruelas López director del Sistema Universitario de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara (UdeG), la Biblioteca UDGVirtual conmemoró el Día Nacional del Bibliotecario que se celebra el 20 de julio.

“En México actualmente contamos con 15 mil 612 bibliotecas públicas, escolares, académicas y especializadas y uno de los problemas es que los planes de estudio no son suficientes para la formación de profesionales de la información”, aseguró el académico.

Explicó que la introducción de nuevas tecnologías ocasionó un cambio profundo en las labores tradicionales de las bibliotecas. Por lo que los profesionales de la información del siglo XXI requieren competencias como planificación estratégica, coordinación de los recursos relacionados con la información, perfil amplio y diversidad de roles, entre otras.

“Los retos para esta profesión son comprender que las tecnologías, la innovación y la información son herramientas fundamentales para continuar adelante y que su función principal es apoyar la enseñanza-aprendizaje, la investigación y la extensión y divulgación del conocimiento”.

En la conferencia que se realizó este 19 de julio, López Ruelas reseñó la historia de la llegada de los primeros libros a la Nueva España a cargo de navíos oficiales y de mercantes españoles y extranjeros y que en esa época el comercio del libro era monopolio español.

"Los ejemplares que trajeron consigo los primeros misioneros se convirtieron en las primeras bibliotecas personales y, a la postre, en conventuales", agregó

Mencionó que partir de 1780 aumentó la producción editorial europea y también la demanda de libros llegados a través del atlántico, así como de textos producidos por imprentas mexicanas; éstas últimas fueron un vehículo de transmisión de pensamiento y de fomento a la lectura y escritura.

En esa época el bibliotecario era considerado como un gran conocedor de libros, especialista encargado de conservar y preservar el patrimonio y legado de las bibliotecas, garantizaba además la organización y control tanto en préstamos internos y externos con visitas de verificación, detalló el experto.

Dijo que, en las últimas décadas del siglo XIX, consecuencia del reordenamiento de reforma y expropiación de bienes a la iglesia, entre ellos las bibliotecas conventuales, estas tomarían nuevos bríos. Así surge la necesidad de catalogar, clasificar, acomodar e integrar esos espacios.

“Importantes proyectos de masificación educativa y el reconocimiento de la biblioteca como una institución democrática, es propiciada por el acceso de toda la sociedad a la información y al conocimiento”, indicó.
 
Número de boletín: 191
Texto: Nidia Rodríguez
Fotografía: Cortesía

Martes, 19 de julio de 2022