Apertura / vol. 6, núm. 1 /
abril, 2014 / ISSN: 2007-1094
El B-learning: un acercamiento al estado del conocimiento
The B-learning: an approach to the state of knowledge in Latin America, 2003-2013
Universidad de
Guadalajara
RESUMEN
Actualmente, existe una
cantidad importante de información que remite a la generación de conocimiento
sobre las modalidades de enseñanza-aprendizaje asistidas por tecnologías. Este
documento da un bosquejo de los trabajos que entre 2003 y 2013 se han publicado
en Iberoamérica en medios de divulgación de tipo científico. El propósito fue
identificar los países de procedencia, las líneas temáticas abordadas, la
metodología empleada, así como los hallazgos principales. Se encontró que hay
una tendencia a las publicaciones de tipo descriptivo carentes de referente
empírico; son menos las que se sustentan en investigaciones basadas en paradigmas
investigativos de tipo mixto, cuantitativo o cualitativo. De igual manera, la
información recabada, en su mayoría, proviene de áreas como la psicología,
educación, economía, ciencias computacionales, entre otras, y pocos son los
trabajos sobre la producción científica en este ámbito; esta debilidad es un
campo que puede explotarse.
Palabras clave:
B-learning, estado del
conocimiento, educación superior, Iberoamérica.
ABSTRACT
Keywords:
IntroducciÓn
La incursión
de las tecnologías ha llevado a formas distintas de organización económica,
política, social, cultural y educativa incomparables a las que se vivían en
décadas anteriores, situación que nos pone ante una sociedad de la información que
implica renovadas maneras de trabajar, comunicarnos, relacionarnos, aprender,
enseñar, pensar, en suma: vivir. Lo anterior adquiere significatividad, porque
se sustenta en gran medida en las tecnologías y su evolución; por lo tanto, nos
encontramos ante un paradigma tecnológico que gira en torno a las tecnologías
de la información y comunicación (TIC), asociado, además, a grandes
transformaciones sociales, económicas y culturales. A lo anterior se agrega el
fenómeno internet y su impacto en la vida de las personas: aparte de ser una
herramienta para el procesamiento, almacenamiento, comunicación y búsqueda de
información, es un complejo de alcance mundial para acciones sociales y
educativas (Coll y Monereo, 2008).
En este sentido, las tecnologías han abierto un fascinante camino que
introduce a la aldea global del conocimiento, vía que la educación puede
transitar si está a la altura de lo que estos cambios implican, y si los
estudiantes, los docentes, los sistemas educativos y las instituciones mismas
se adecuan a este dinamismo que involucra la configuración de escenarios que no
corresponden a los típicos escolares, ya que las TIC los han transformado al
tiempo que promueven la aparición de otros.
La evolución de las TIC ha propiciado distintas posibilidades de apoyo a
la formación desde el nivel básico al superior y de posgrado. Diversas
publicaciones en las últimas décadas han dedicado espacios para describir cómo
los procesos de enseñanza-aprendizaje han pasado del uso de la televisión y la
correspondencia al internet, los e-books, el correo electrónico, los
dispositivos móviles, el e-learning (aprendizaje electrónico), b-learning
(blended learning o aprendizaje mezclado), m-learning (movil learning o
aprendizaje móvil), u-learning (universal learning o aprendizaje universal),
etcétera; condiciones que, consecuentemente, se han convertido en aceleradores
de cambio que influyen sobre los actores principales del proceso (docentes y
estudiantes), quienes utilizan tecnologías para relacionarse a través de ellas,
comunicarse, expresar tareas, realizar actividades, enseñar y aprender.
A partir de lo anterior, este estado
del conocimiento sobre el b-learning en Iberoamérica busca dar cuenta de lo que
se ha producido e investigado sobre este ambiente de aprendizaje entre 2003 y
2013 a través del análisis de artículos científicos publicados en diversas
revistas durante este periodo.
Se refleja la diversidad de concepciones con base en las cuales se
define el b-learning y la fortaleza que significan las TIC para esta modalidad
de aprendizaje. Este estado del conocimiento comprende elementos como la
conceptualización y procedencia de los autores y los hallazgos publicados a lo
largo de estos años, incluyendo datos como el tipo de investigación, la
metodología o técnica aplicada y, en algunos casos, los resultados empíricos
obtenidos.
DESARROLLO
Antecedentes
La presencia de tecnologías en el mundo ha posibilitado, entre otros aspectos,
múltiples formas de enseñar y aprender, combinando espacios y tiempos síncronos
y asíncronos. El futuro se visualiza extendiendo las opciones de aprendizaje a
otros escenarios que no sean los típicos escolares; esto, gracias a la miniaturización
e integración de las tecnologías y el desarrollo de soportes móviles y las
conexiones inalámbricas; ello apunta a que los alumnos puedan seguir avanzando
en su formación accediendo en todo momento a través de dispositivos móviles a
documentos, portafolios, foros, chats, plataformas, etcétera (Coll y Monereo,
2008).
En este sentido, las modalidades educativas surgen a partir del uso de
TIC, en particular de internet, lo que representa una oportunidad potencial de
aprendizaje para generar cambios en la concepción de la enseñanza y el aprendizaje
tradicional, así como en la identidad de los docentes y los estudiantes, así
como cambios en el tipo, uso y acceso a los materiales y, en consecuencia, transformaciones
notorias en las prácticas de profesores y alumnos.
A partir de lo anterior, se define una de las modalidades con gran auge
en los últimos años: el b-learning, concebido como un modelo alternativo a la
supuesta crisis del e-learning (Pascual, 2003; Bartolomé, 2008), cuyas
debilidades fueron la inadecuación del modelo formativo y de las soluciones
tutoriales, la desconsideración de los aspectos emocionales y la equivocada
interpretación de la consistencia del entorno en cuanto a la uniformización de
los cursos, elementos que se supondría el b-learning vendría a subsanar. Se
entendería, entonces, que esta modalidad se implementa en cursos en los cuales los
sujetos posean habilidades de lectoescritura, tengan una elevada capacidad de
organizarse en el tiempo y el trabajo, sean capaces de trabajar orientados a
objetivos y desarrollar una cognición superior.
El b-learning ha sido definido por Aiello y Willem (2004) como la mezcla
de TIC con presencialidad; por Bartolomé (2008), como un modo de aprender que
combina la enseñanza presencial con la tecnología no presencial y cuya idea
clave es la selección de medios adecuados para cada necesidad educativa. Para Rama
(2006), es la incorporación de elementos a distancia o virtuales soportados en múltiples
modalidades pedagógicas típicas de la primera generación de la educación a
distancia, así como de la segunda, tercera y cuarta, que llega a una
despresencialización diversa que combina en distinta proporción elementos
presenciales y no presenciales en un modelo híbrido. Asimismo, Silvio (2010) se
refirió a esta modalidad como aprendizaje mixto o híbrido. La idea de este tipo
de aprendizaje es ofrecer una combinación o “mezcla” de recursos, tecnologías y
medios tecnológicos de aprendizaje virtual y no virtual, presencial y a
distancia, en diversas proporciones y situaciones.
Por lo anterior, el b-learning es traducido como aprendizaje mixto y
hace referencia al uso de recursos tecnológicos no presenciales y presenciales
para optimizar los resultados de la formación, y son estos elementos los que lo
caracterizan. En torno a esta modalidad educativa, a lo largo de los años se ha
formado un cuerpo teórico que lo respalda (González, Padilla y Rincón, 2011a);
las teorías más influyentes son:
- El conductismo: observable en la estimulación del feedback que se presenta en el desarrollo de las actividades de tipo presencial o virtual.
- Constructivismo: reflejado en los desarrollos cooperativos e individuales que se llevan a la práctica cuando el estudiante investiga o construye su conocimiento por medio de casos particulares propuestos por el docente o con ejercicios de exploración.
- Cognitivismo: vinculados a las estrategias y los medios por los cuales se aprende de forma causal e indagando en fenómenos relacionados.
- Humanismo: referido a la motivación que el tutor puede ejercer en los momentos virtuales y presenciales, tomando en consideración los estilos y ritmos de aprendizaje.
El constructivismo es el que mayor influencia tiene en este tipo de
ambientes de formación, debido a que es la teoría en la que se basa la enseñanza
para lograr que los estudiantes realicen procesos de inferencia, análisis
pertinentes del uso de las TIC y proyectos orientados a la solución de
problemas, de tal manera que ellos sean constructores activos de su propio
aprendizaje y saber.
Metodología
Tomando en consideración que el objetivo de este estado de conocimiento
fue identificar en las publicaciones los países de procedencia, las líneas
temáticas abordadas, la metodología empleada, así como los hallazgos
principales, en la fase heurística se determinó considerar sólo los artículos
presentados en revistas científicas indizadas en Redalyc, Dialnet y el servicio
EBSCO, que éstos fueran en idioma español y del área geográfica ya señalada.
Esta decisión se debió a que el volumen de información que se encuentra en la Red
y que hace referencia en su contenido o título al b-learning en sus diferentes
expresiones es bastante significativo; a lo largo del proceso de investigación
se localizaron fuentes como artículos de revista, memorias de congresos
nacionales e internacionales, blogs de sitios educativos y tesis de
licenciatura maestría y doctorado que hubiesen sido difíciles de analizar en su
conjunto.
La búsqueda se realizó aplicando descriptores como b-learning, ambientes
mixtos, modalidad mixta, y ambientes híbridos. Una vez seleccionados los
artículos, se diseñó una pequeña base de datos que sirvió para construir las
fichas analíticas descriptivas de cada uno, compuesta por los campos: nombre de
la investigación, nombre(s) del investigador(es), país de procedencia, año de
publicación, revista de publicación, metodología o técnica empleada, e ideas y
resultados principales.
Resultados
El número total de artículos considerados para este estado del conocimiento fue de 26. La muestra se limitó debido a que mucha de la información que existe en la Red no proviene de revistas científicas y son menos los artículos que se publican en ellas; además, se buscó que cumplieran con los criterios ya mencionados. Se consideró que los datos recabados eran representativos para construir este acercamiento.
En la fase hermenéutica, en la que se procedió a analizar e interpretar la información, se encontró lo siguiente:
- Las concepciones o definiciones sobre el b-learning son variadas y no hay unificación en la forma en que se refieren a éste; por ejemplo, hay quienes lo conciben como un ambiente híbrido (Osorio y Duart, 2011) o como un ambiente mixto de aprendizaje (González, Padilla y Rincón, 2011a). Antúnez et al. (2013) y Peña (2010) lo llaman aprendizaje mixto, mientras que para Peñalosa et al. (2010), éste es un modelo mixto de aprendizaje. Por su parte, Ruiz (2008) lo denomina instrucción semipresencial.
- Los investigadores en los que se sustenta la definición del b-learning en algunos de los artículos son: Antonio Bartolomé, investigador español con grado de doctor en Ciencias de la Educación, y Martín Aiello, investigador argentino, doctor en Didáctica y Organización Educativa.
- Los países de los que proviene la información se detallan en la gráfica 1; España y Colombia son los de mayor número de publicaciones (siete), seguidos por México (seis):
Gráfica 1.Número de artículos publicado por país.
- El año en que se encontró mayor número de publicaciones corresponde a 2012; el de menor producción fue 2004. Se asume que esto podría deberse a que, para dicho año, el b-learning era concebido como una modalidad incipiente que venía a ofrecer soluciones a un aparente fracaso del e-learning. En cambio, en 2012 esta modalidad estaba más consolidada, por lo que la información que se publicó correspondía a estudios sobre experiencias de implementación, percepciones de los actores, competencias y roles de los sujetos del proceso de enseñanza-aprendizaje, plataformas virtuales que apoyan el proceso, entre otras.
- Respecto a la metodología utilizada en los artículos analizados, se encontró lo mostrado en la gráfica 2.
Gráfica 2. Detalle del tipo de investigaciones.
Como puede apreciarse en la gráfica 2,
de los artículos analizados, 54% corresponden a textos en los que se expresa de
manera descriptiva en forma de ensayo la opinión de los investigadores y en éstos
no existen datos empíricos que los fundamenten (Osorio
y Duart, 2011; Antúnez et al., 2013; Soler et al., 2012; Hinojo y Fernández,
2012; González, Padilla y Rincón, 2011a; Hinojo y Aznar, 2009). Respecto
al paradigma de investigación, 8% corresponde a metodologías cualitativas, 23%,
a métodos mixtos y 15%, a métodos cuantitativos.
En las temáticas abordadas, en los primeros años las
publicaciones se enfocaban a las limitantes del e-learning que el b-learning
podía subsanar; les seguían los trabajos que hablaban de efectos, beneficios y
calidad educativa que representaba la modalidad. Posteriormente, se realizaron estudios
sobre actitudes, percepciones, lineamientos, así como propuestas de modelos
educativos. Por último, se abordaron roles y capacitación docente, metodologías
de evaluación, experiencias de estudiantes y procesos de interacción. A
continuación se presentan mayores detalles de estas temáticas, así como las
metodologías empleadas y resultados o conclusiones principales.
Aiello y Willem (2004)
escribieron un artículo sobre el b-learning cuya línea temática fue las
limitantes que en esa época se observaban sobre los cursos en línea, con la
intención de evitar caer en los mismos errores del e-learning; propusieron
algunos factores de mejora para la docencia y el aprendizaje de los estudiantes
en lo que era un nuevo contexto social y tecnológico.
Por su parte, Monguet
et al. (2006), manejando como línea temática los grados de presencia en la
modalidad, elaboraron un trabajo cuyo objetivo fue conocer cuál era el efecto
que tenía el grado de presencia que requerían los estudiantes en una modalidad
b-learning durante su proceso de enseñanza-aprendizaje, y el rol que
desempeñaba el docente guiándose por una metodología del tipo aprendizaje
basado en problemas. Su conclusión fue que los grupos de estudiantes en los que
hay niveles de presencia media y baja registran mejor rendimiento, mientras que
su motivación en los casos en que había presencia media era mayor. En cuanto al
rol docente, éstos tenían una dedicación diferente dependiendo del nivel de
presencia que se manejara.
González (2007), en su
artículo sobre la evaluación de la relación de alumnos y docentes en un modelo
mixto de aprendizaje para educación superior, compartió los resultados de un
estudio de caso en el que se aplicó la modalidad b-learning y en el que se
encontraron factores de éxito, como reconocer que esta modalidad brinda un
grado de calidad a la educación; la creación y el seguimiento de estándares
mejoran la funcionalidad del sistema de aprendizaje y facilitan la producción
de materiales; la comunicación es vital para este tipo de entornos y el
instructor debe asumir un rol distinto al tradicional. Concluye que el
aprendizaje en línea representa una oportunidad para todos y que es necesario
continuar alentando estudios en los que se aborden las actitudes y formas de
aprendizaje de los estudiantes.
Llorente (2008) llevó
a cabo un estudio en el que se valoraron las actitudes de los estudiantes de
magisterio de la Universidad de Sevilla que participaban en un proceso
formativo mixto; para lograr el objetivo, se aplicó un instrumento validado
tipo cuestionario. Este trabajo reveló que los estudiantes mostraban una
actitud positiva hacia el uso de internet como recurso para la formación y lo
calificaban como útil, necesario e informativo, pero también como adictivo y
caro.
Por su parte Ruiz (2008)
diseñó un estudio con el propósito de verificar la percepción de los
estudiantes ante un proceso de formación de tipo b-learning cuyos resultados mostraron
que los estudiantes obtuvieron calificaciones promedio por encima de nueve
sobre diez; su percepción hacia el curso fue favorable, ya que 96% de los
participantes se sintieron satisfechos y 80% prefirieron la modalidad
semipresencial a la de un curso completamente en línea.
Finalmente, en este
mismo año, Bartolomé (2008) presentó una recopilación documental en la que se
daba una perspectiva sobre el panorama desde el que había surgido el b-learning
y las tecnologías que lo respaldaban; con ello, ofreció algunas claves para un
modelo general de b-learning.
En 2009 se publicó el
artículo Blended learning y sus aplicaciones en entornos educativos, por
Alemañy (2009), quien hacía referencia a las ventajas que la modalidad blended
ofrecía sobre los entornos puramente en línea. Concluyó que la función esencial
de las TIC era conseguir la transformación crítica de los estudiantes para un
mejor proceso de enseñanza-aprendizaje y ayudarlos en su evolución para
aprender a aprender y que reconocieran que el modelo mixto era eficaz para el
desarrollo y la adquisición de competencias básicas de aprendizaje que acrecientan
la autonomía del estudiante.
Hinojo y Aznar (2009) abordaron
las percepciones del alumnado sobre el b-learning en la universidad tras un
estudio realizado en la Comunidad Europea. Encontraron que los estudiantes
visualizaban muchas ventajas de este tipo de metodología de enseñanza, ya que
ofrecía flexibilidad horaria, accesibilidad a la información, rapidez en la
comunicación, y desarrollo y actualidad de los contenidos, aunque también señalaron
como inconveniente la reducción del contacto humano.
Un estudio más estuvo a
cargo de Cabero y Llorente (2009), quienes se enfocaron a conocer las
actitudes, la satisfacción, el rendimiento académico y los usos de las
herramientas de comunicación en línea en los alumnos que participan en procesos
de formación blended. La metodología que emplearon fue de tipo mixto
(cualitativo-cuantitativo) y concluyeron que los estudiantes tenían una actitud
positiva hacia internet y que la modalidad era satisfactoria para los alumnos;
además, identificaron un aumento en su rendimiento académico. Respecto a las
acciones comunicativas en foros y chats, los usos eran más dirigidos a aspectos
sociales e informales.
En 2010, uno de los
artículos revisados analiza el contexto y desarrollo de la modalidad b-learning
en el sistema universitario iberoamericano (Turpo, 2010). El autor trató de
compartir el acervo de conocimiento generado en Iberoamérica como referencia
para otros entornos; las experiencias que examinó demostraron la factibilidad, la
viabilidad y las amplias posibilidades de aplicación y adecuación de esta
modalidad.
Por su parte, Peña
(2010) llevó a cabo un trabajo de corte cualitativo mediante análisis de
contenido en el que se aplicó una entrevista a profesores universitarios que
impartían cursos presenciales y cuya apreciación sobre la enseñanza en línea
fue negativa, mientras que la enseñanza mixta la visualizaban como una
experiencia nueva que podía ser enriquecedora. Otro artículo, el de Peñalosa et
al. (2010), propuso un modelo estratégico de comunicación educativa para
entornos mixtos, constituido por seis dimensiones: ambiente de entrega;
estructura de contenidos y materiales; diseño de experiencias educativas;
fomento de estrategias de aprendizaje y como dimensiones transversales; la
comunicación; y los procesos cognitivos de construcción del conocimiento.
En 2011 se encontraron
dos trabajos de González, Padilla y Rincón: el primero (2011b) hace referencia
a las teorías relacionadas con el b-learning y el papel del docente; buscó dar
importancia a algunas orientaciones pedagógicas que tuvieran que ver con la
modalidad mixta y tomaran en cuenta el papel que asume el docente en dichos
espacios educativos; la relevancia constructivista destacó los procesos de
interacción y gestión de los ambientes mixtos.
El
segundo trabajo de estos autores (2011a) abordó los
fundamentos conceptuales aplicables a la evaluación del docente en contextos
b-learning; a través de una
revisión sistemática documental, recopilaron
información que les sirvió para proponer una orientación conceptual acerca de los referentes evaluativos aplicados al docente
como factores que incentivaran principios de calidad en la educación superior.
Con dicha información, presentaron una propuesta integral que estableció un
marco evaluativo, el rol de los actores y los tipos de evaluación. Su sistema
involucra en su fase inicial la evaluación por pares en un contexto interno; en
la intermedia, una evaluación continua aplicada por externos; y finalmente, la
evaluación de resultados aplicada de nuevo en un contexto interno.
A su vez, Osorio y
Duart (2011) investigaron la interacción en ambientes de aprendizaje híbridos con
base en una metodología cuantitativa fundamentada en el análisis de actividades
educativas, de las discusiones virtuales asincrónicas, de la representación de
las interacciones y la relación entre la interacción y el rendimiento
académico. Finalmente, Contreras y González (2011) y Gallego et al. (2011) realizaron
estudios acerca de la integración de tecnologías a los procesos formativos
mixtos o híbridos, en los cuales se destacó la importancia de la capacitación
docente para el uso de TIC y su promoción entre los estudiantes en pro de la
mejora de la comprensión y el aprendizaje. En los dos trabajos se identificó la
necesidad de visualizar las tecnologías como una forma creativa y colaborativa
de generar conocimiento.
Para 2012 se
encontraron dos trabajos sobre
experiencias de estudiantes del área de la salud en una modalidad b-learning. En el primero (Camacho, Chiappe y López, 2012) se habla de una investigación que da cuenta del favorecimiento de los
estilos de aprendizaje desde una perspectiva de aprendizaje experiencial; el estudio fue de tipo mixto y sus
conclusiones hacen especial hincapié en las
relaciones entre estilos de aprendizaje, rendimiento académico, satisfacción y
factores que limitan el aprendizaje. El segundo trabajo
(Soler et al., 2012) refiere las facilidades que una modalidad blended puede
proporcionar para el fomento de habilidades de redacción científica, curso en el
que la eficiencia terminal fue de 94.11%.
Pulido y Pulido (2012)
compartieron una experiencia en la que se diseñó un entorno b-learning apoyado en
la plataforma Moodle y al que se incorporaron objetos de aprendizaje y espacios
de interacción para los estudiantes. La investigación se realizó con base en un
paradigma cuantitativo y en una encuesta diseñada en Googledocs en la que se encontró
que la formación en ambientes mixtos es bastante aceptable para los
estudiantes.
En cuanto a 2013, el
trabajo analizado corresponde a un estudio que proporcionó los resultados de la
aplicación de la modalidad b-learning en un curso de introducción a la
educación a distancia apoyado en la plataforma moodle. Los resultados mostraron
una satisfacción elevada de los participantes; además, hicieron notar el alto
nivel profesional de los docentes, situación que fue determinante para que
ellos decidieran volver a tomar un curso en esta modalidad.
CONCLUSIONES
Como ha sido constatado en este artículo, aún existe una variación
importante en cuanto a la manera en que los investigadores se refieren a un
escenario de formación donde se combina la presencialidad con la virtualidad:
modelo mixto, ambiente mixto, ambiente híbrido, modalidad mixta, instrucción
semipresencial, etcétera; sin embargo, en su mayoría, los autores coinciden en
que esta modalidad, como se le llame, es favorablemente aceptada por los
estudiantes, mientras que los docentes parece que aún la rechazan en cierto
modo.
Esta modalidad, a lo largo de los años, ha sido investigada para dar
cuenta, en primera instancia, de la forma en que se percibía y las carencias
que venía a subsanar, así como los efectos de los grados de presencia en la
modalidad y los beneficios que se identificaban en ella (2004-2007); luego, los
estudios se enfocaron a mostrar teorías o cuerpos teóricos que la fundamentaran;
estudios sobre actitudes y percepciones hacia la modalidad (2008-2010) para,
finalmente, hablar de experiencias de estudiantes o docentes sobre la
implementación, aplicación y resultados obtenidos (2010-2013).
Con base en el objetivo de la construcción de este acercamiento al
estado del conocimiento, se identificó que esta modalidad está en creciente
desarrollo y aún hay mucho que conocer, escribir y experimentar sobre ella. Los
documentos analizados en su mayoría son textos descriptivos en los que la
técnica utilizada es el acopio de información mediante la recolección y
sistematización de documentos; son menos los que hacen referencia a
investigaciones desde paradigmas investigativos de tipo mixto, cuantitativo o
cualitativo. Esta debilidad es un campo que puede explotarse aún más por
quienes estén interesados en conocer y fundamentar sus investigaciones en
referentes empíricos que sustenten sus aportaciones.
En la recopilación de la información se constató que la cantidad de
fuentes que existen sobre el b-learning es muy grande si se consideran las
tesis, los blogs educativos, las memorias de congresos, los artículos de
revistas, etcétera; por lo tanto, analizarla en su conjunto representa una
tarea exhaustiva. Por ello, este acercamiento da un bosquejo de lo que puede
encontrarse en torno a esta temática y, a su vez, puede ser un desafío para un
posterior ejercicio académico de investigación en el que se siga construyendo
conocimiento en torno a esta modalidad.
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Claudia Islas Torres es doctoranda en Sistemas y Ambientes Educativos. Profesora de tiempo
completo, Centro Universitario de los Altos, Universidad de Guadalajara, carretera
Tepatitlán-Yahualica, km. 7.5. Tel. 3787-828-033. Correo electrónico: cislas@cualtos.udg.mx
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Fecha de recepción del artículo: 10/02/2014
Fecha de aceptación para su publicación: 10/04/2014
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Apertura vol. 16, núm. 1, abril - septiembre 2024, es una revista científica especializada en innovación educativa en ambientes virtuales que se publica de manera semestral por la Universidad de Guadalajara, a través de la Coordinación de Recursos Informativos del Sistema de Universidad Virtual. Oficinas en Av. La Paz 2453, colonia Arcos Sur, CP 44140, Guadalajara, Jalisco, México. Tel.: 3268-8888, ext. 18775, www.udgvirtual.udg.mx/apertura, apertura@udgvirtual.udg.mx. Editor responsable: Alicia Zúñiga Llamas. Número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión electrónica: 04-2009-080712102200-203, e-ISSN: 2007-1094; número de la Reserva de Derechos al Uso Exclusivo del Título de la versión impresa: 04-2009-121512273300-102, ISSN: 1665-6180, otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Número de Licitud de Título: 13449 y número de Licitud de contenido: 11022 de la versión impresa, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Responsable de la última actualización de este número: Sergio Alberto Mendoza Hernández. Fecha de última actualización: 22 de marzo de 2024.