Este artículo analiza el impacto que la covid-19 provocó entre los profesores universitarios de las instituciones de educación superior de 19 entidades federativas de México en su capacidad para sostener los procesos educativos a distancia, así como su disposición en el uso de recursos técnicos para suplir la educación presencial. Esta investigación es de tipo comparativa y exploratoria, y sigue la hipótesis de constatación de que cerrar estas instituciones, como medida de contención ante la pandemia, urgió desplegar soluciones educativas basadas en tecnologías digitales, lo que sorprendió a los profesores, quienes no contaban con la preparación, los recursos financieros y tecnológicos necesarios, ni la ayuda institucional. Como parte de la metodología se utilizó la documentación sistemática, que permitió enmarcar el tema explorado, y la encuesta, cuyos datos constatan la información previamente encontrada. Como parte de los resultados, se reporta que el objetivo fue cumplido y la hipótesis confirmada.
En diciembre de 2019 el coronavirus tipo 2 (SARS-Cov-2) apareció como endemia en
Wuhan, China. Luego de tres meses se convirtió en epidemia, y hacia marzo de 2020,
al extenderse por el mundo, se convirtió en la conocida pandemia de la covid-19. A
pesar de advertencias científicas sobre el origen, causas y efectos de este tipo de
enfermedades (
De acuerdo con el informe de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el Instituto Internacional para la
Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESLAC), 91.3% de la población
estudiantil del mundo, es decir, cerca de 1 600 millones de estudiantes de poco
menos de dos centenas de países, fueron afectados por el cierre de sus planteles
escolares (
En México, según la Estadísticas Básicas de Educación Superior 2017-2018,
realizada por la Dirección General de Educación Superior Universitaria (DGESU)
de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la matrícula en educación superior,
incluyendo licenciatura y posgrado, es de 4 561 792 estudiantes (
En Sinaloa, el ciclo lectivo 2018-2019 registró 122 081 estudiantes en educación
superior en la modalidad de licenciatura universitaria y tecnológica (atendidos
por 8 346 docentes), 1 179 en las licenciaturas impartidas por las escuelas
Normales (atendidos por 259 docentes), y 3 572 de posgrado (atendidos por 804
docentes) (
El cierre de las IES obligó al despliegue de soluciones de educación a distancia
para asegurar la continuidad del proceso educativo, tanto en el aprendizaje de
los estudiantes como en la capacitación docente.
La tecnología se refiere al “conjunto de teorías y técnicas que permiten el
aprovechamiento práctico del conocimiento científico” (
Se entiende “por tecnología digital el uso de tácticas asistidas por computadora y tecnologías que promueven el aprendizaje en los centros educativos” (Fundación la Caixa, 2016). Esta incluye: a) tecnologías en las que el alumnado utiliza aplicaciones o programas diseñados para el aprendizaje abierto y para resolver problemas, y b) tecnología docentes, como plataformas de aprendizaje.
En los últimos años, la enseñanza remota ha sido un recurso reactivo ante la covid-19, adoptado por las universidades en su modalidad presencial, que han reconvertido los métodos durante el confinamiento. Ana María Raad, exdirectora del portal Educar Chile y actual dirigente de EcosiSTEAM en la Universidad de Harvard, afirma que es necesario distinguir entre educación en línea y educación remota o a distancia.
Una educación completamente en línea requiere que los estudiantes tengan una
buena conexión y equipo de cómputo en casa, mientras que la educación a
distancia es más flexible en este aspecto, pues usa la tecnología de manera
intermitente (
En el modelo que ahora llaman
Cristian Celedón, asesor en educación de la Universidad de Chile, sostiene que la
educación presencial y la educación en línea no son lo mismo, así como una clase
en la plataforma de videoconferencia Zoom no puede calificarse en automático
como parte de la formación en línea. Un curso en línea se diseña con el
conocimiento de que los alumnos no estarán al frente, por lo que aparte de la
planificación, las actividades y las tácticas para transmitir el conocimiento
son distintas. Incluso, hay cursos en línea sin clases, donde el estudiante
ingresa a la plataforma, lee el material, mira los videos, participa en foros y
es evaluado, con lo que se cierra el módulo (Timeline
Además de las actividades, también es necesario tener en cuenta el número de
alumnos por clase. Tras su investigación, Lawrence Tomei y Douglas Nelson,
profesores de la Universidad Robert Morris y de la Universidad Seton Hill
respectivamente, determinaron que los cursos de pregrado en modalidad presencial
y en modelos mixtos deben tener un máximo de 18 estudiantes, en contraste con
las modalidades en línea, que no deben rebasar los doce estudiantes; mientras
que las clases en línea de posgrado no deben tener más de 14 estudiantes, y las
de doctorado deben tener solo nueve estudiantes (
Desde la baja conectividad y la falta de contenidos en línea en los planes de
estudio, hasta una comunidad educativa-superior con poca instrucción
tecnológica, fueron los diversos obstáculos para continuar la educación en la
“nueva normalidad” en los tiempos de pandemia. Esto aumentó el riesgo de la
desigualdad educativa y la marginación entre los estudiantes que no pudieran
seguir con sus estudios por carecer de las herramientas para ello (
El cierre de las IES confinó al binomio del proceso de enseñanza-aprendizaje y el
aula se mudó a las casas de los estudiantes y de los profesores para invadir su
intimidad. A la par del incremento de las tareas, del uso de tecnologías y del
balance entre los recursos financieros, personales y familiares, se sumó la
aparición de síntomas de depresión, angustia psicológica y trastornos de estrés
postraumático entre enseñantes y aprendientes (
En la educación superior, sobre todo, se tornó más visible la necesidad de
replantear la formación docente frente a las nuevas tecnologías (Yáñez, 2021, p.
173), pues los profesores se cuestionaron haber sido “lanzados al ruedo” sin la
debida capacitación en las plataformas y recursos digitales (
El estudio cualitativo de
Existe un problema capital: no todos los profesores están capacitados para sostener procesos educativos a distancia, ni disponen de los recursos técnicos suficientes ni eficaces para un despliegue que supla su ejercicio educativo presencial; asimismo, algunos profesores no siempre se prestan atentos de la comunicación con sus estudiantes, ni con la suficiente sensibilidad para comprender sus necesidades (Yáñez, 2021). Al contar con experiencia en el uso de la tecnología, la tarea es menos incierta; y sin experiencia, se aceptan el reto y las posibilidades, lo que resulta “maravilloso” para quienes aprendieron a usar plataformas y a desarrollar otras formas de enseñar.
La falla digital
Según el estudio realizado por
El 40% de esos profesores informa no tener acceso a internet o que la velocidad de la red en la institución donde trabajan no es óptima: en México, 35% de los docentes reporta baja o nula conexión a internet en sus IES, en tanto 75% reportó que su institución cuenta con alguna plataforma tecnológica para la gestión de los aprendizajes.
Uno de cada cuatro docentes considera que su institución no tiene una visión de
cómo utilizar las tecnologías digitales para mejorar la enseñanza y el
aprendizaje. El 60% de los profesores cuyas instituciones tienen programas de
capacitación digital los encuentra efectivos, mientras que 59% reporta que su
IES no ha definido ningún sistema de incentivos para desarrollar proyectos de
tecnologías digitales (
En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en
44.3% de los hogares hay una computadora y solo 56.4% tiene conexión a internet.
De igual forma, se identifica que 65.8% de la población usa la red, y de estos
73.1% corresponde a la población urbana y 40.6% al área rural (
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información
en los Hogares (ENDUTIH), realizada por el INEGI, afirma que entre quienes han
estudiado una licenciatura o posgrado, solo 4.9% no usa internet, de los que han
cursaron preparatoria (o equivalente) suman 11.5%, mientras que aquellos con
primaria o secundaria significan 45.1%. Las actividades que estos usuarios
practican en red son: 1) entretenerse (90.5%), 2) comunicarse (90.3%), 3)
informarse (86.9%), 4) educación/capacitación (83.6%), y 5) acceso a contenidos
audiovisuales (78.1%) (
La misma fuente reporta que 73.5% de la población usa teléfono celular: de estos,
83.8% posee al menos un celular inteligente con conexión a internet, 15.4%
cuenta con un celular con prestaciones limitadas, y 0.8% posee ambos tipos de
dispositivos (
Para el INEGI, Sinaloa es uno de los estados con mayor conectividad a internet,
con más de un 60% de los hogares (
El presente proyecto tuvo como objetivo conocer el impacto que la pandemia de la covid-19 ha provocado entre los profesores universitarios en cuanto a su capacitación para sostener procesos educativos a distancia, así como saber si disponen de los recursos técnicos eficientes para suplir los procesos educativos presenciales y si su institución les ayuda para tal fin. La hipótesis de constatación que guio este trabajo fue: el cierre de las instituciones de educación
superior, medida emergente para contener la pandemia de la covid-19, urgió el despliegue de soluciones educativas basadas en tecnologías digitales y sorprendió a profesores sin la preparación necesaria, ni los recursos financieros y tecnológicos, y sin ayuda de las instituciones para las que laboran.
Para desplegar esta investigación cuantitativa, de alcance exploratorio e hipótesis de constatación, se utilizó:
El cuestionario de la encuesta se diseñó con matices de respuestas dicotómicas y de una escala Likert, con un total de 24 preguntas reunidas en cuatro secciones. En la primera se consultaron datos generales de los encuestados: sexo, edad, grado académico, entidad de residencia y tipo de institución donde laboran. La segunda sección incluyó preguntas sobre el grado en el que trabajan, su área de especialización, su experiencia docente y acerca de la utilidad de las tecnologías en línea en el proceso educativo. Asimismo, la tercera contempló lo relativo al conocimiento y uso de las tecnologías aplicables a los cursos y disciplinas que enseñan, el manejo para su ejercicio, así como determinar si su IES disponía, previo a la pandemia, de conectividad y de PE en línea. Por su parte, en la cuarta sección se preguntó sobre los apoyos que la institución específica ofrece en materia de capacitación, recursos financieros y tecnológicos.
La muestra fue de tipo aleatoria simple, considerando solo a profesores que imparten cátedra en educación superior, en particular en Sinaloa (78.7%), en presencia de un grupo testigo de docentes que laboran en IES públicas y privadas de 19 entidades federativas (21.3%) de México. Previo al levantamiento de la encuesta se realizó una prueba piloto para evaluar la fluidez y claridad de las preguntas. El cuestionario se aplicó del 1 al 10 de julio de 2020 y se obtuvieron 328 respuestas, provenientes de las entidades referidas, asegurando así un margen de error de 5.4% y un nivel de confianza de 95%. Los datos se procesaron a través de Formularios de Google, lo que posibilitó el envío mediante WhatsApp, Facebook y correo electrónico. La información viabilizó calcular las frecuencias, con apoyo del programa SPSS (versión 21), así como interpretarlas y describirlas mediante tablas y gráficas.
Casi cuatro quintas partes de las encuestas respondidas se recibieron de IES de
Sinaloa, en una proporción de 78.7%; sigue Colima con 4.8%; Ciudad de México con
4.1%; Guerrero con 1.6%; Yucatán igualmente con 1.6%; Zacatecas con 1.3%; y, al
final, 14 entidades que en conjunto suman 7.9%.
De los docentes participantes, 63.5% son mujeres y 36.5% hombres. La edad más
frecuente, con una porción de 35.6%, se ubica entre los 46 y 55 años; sigue el rango
de edad de 36 a 45 años con 24.8%; después el grupo etario de los 56 a 65 años con
20.3%; en seguida el de 26 a 35 años con 14%; el grupo de 66 años y más alcanza
5.1%; y los más jóvenes de 18 a 25 años representan 0.3%. En tanto que, en el grado
académico, 43.5% tiene una maestría en ciencias; 43.2% doctorado, mientras que el
nivel de licenciatura representa 12.4% y la especialidad 1% (ver
Fuente: elaboración propia.
SEXO
RANGOS DE EDAD
GRADO ACADÉMICO
M
H
18-25
26-35
36-45
46-55
56-65
66 y más
Licenciatura
Especialidad
Maestría
Doctorado
63.5%
36.5%
0.3%
14%
24.8%
35.6%
20.3%
5.1%
12.4%
1%
43.5%
43.2%
En la
Fuente: elaboración propia.
TIPO DE IES EN LA QUE USTED TRABAJA
(RESPUESTA MÚLTIPLE)
GRADO EN EL QUE TRABAJA (RESPUESTA
MÚLTIPLE)
Pública autónoma
Pública federal
Pública estatal
Privada
Licenciatura
Maestría en ciencias
Doctorado en ciencias
76.2%
6.3%
16.8%
10.5%
92.7%
25.9%
12.8%
La
Fuente: elaboración propia.
ÁREA DE ESPECIALIZACIÓN
EXPERIENCIA COMO DOCENTE
Ciencias económico- administrativas
Ciencias naturales y exactas
Ciencias sociales y humanidades
Ingenierías y tecnologías
0 a 2 años
3 a 5 años
6 a 9 años
10 a 14 años
Más de 15 años
14.7%
4.7%
68.8%
11.8%
5.7%
6.7%
11.1%
20.6%
55.9%
La
Fuente: elaboración propia.
UTILIDAD DE LAS TECNOLOGÍAS
APLICABLES A LA ENSEÑANZA
CONOCIMIENTO DE LAS TECNOLOGÍAS
APLICABLES
Mediana
Muy útiles
Útiles
Algo
Casi nada
Mucho
Nada
Poco
2.9%
79.4%
17.8%
60%
1.6%
25.7%
0.3%
12.4%
La
La
Fuente: elaboración propia.
NIVEL DE PREPARACIÓN
PORCENTAJE (%)
Entre 60 y 69%
9.8
Entre 70 y 79%
14.6
Entre 80 y 89%
39.1
Entre 90 y 100%
30.5
Menos de 59%
6
Total
100%
El 52.7% de los docentes manifiesta que, antes de la covid-19, su institución contaba
con PE presenciales en un rango de 76% a 100%, mientras que 62.2% afirma que sus PE
a distancia eran de 0% a 25%. Respecto a los PE mixtos, 59.7% afirma que su
institución disponía de 0% a 25% de estos programas. La
Fuente: elaboración propia.
ANTES DE LA COVID-19, ¿SU INSTITUCIÓN CONTABA CON
PROGRAMAS EDUCATIVOS?
0 A 25%
26 A 50%
51 A 75%
76 A 100%
TOTAL (%)
Presenciales
2.5
3.5
41.3
52.7
100
A distancia
62.2
25.7
8.3
3.8
100
Mixto
59.7
24.4
12.1
3.8
100
El 47.6% sabe que la IES donde trabaja dispone de recursos tecnológicos y financieros
para instalar y operar sistemas de educación en línea, 34% sabe poco sobre este
tema, y 18.4% declaró no saber. Así también, para 64.4% la IES en la que labora hay
una visión de cómo utilizar la tecnología digital para mejorar el proceso educativo,
21.9% no sabe, y para 13.7% no hay tal visión (ver
Fuente: elaboración propia.
¿SABE SI SU INSTITUCIÓN CUENTA CON
RECURSOS TECNOLÓGICOS Y FINANCIEROS PARA INSTALAR Y OPERAR
SISTEMAS DE EDUCACIÓN EN LÍNEA?
¿TIENE SU INSTITUCIÓN UNA VISIÓN
CLARA DE CÓMO UTILIZAR LA TECNOLOGÍA DIGITAL PARA MEJORAR LA
ENSEÑANZA Y EL APRENDIZAJE?
No sabe
Sabe poco
Sí sabe
No
No sé
Sí
18.4%
34%
47.6%
13.7%
21.9%
64.4%
En respuesta a la pregunta: ¿Cuenta su institución con alguna plataforma tecnológica
para la gestión de aprendizajes?, 57.5% de los docentes declara que la IES donde
trabaja dispone de alguna plataforma, 23.5% no sabe y 19% afirma que su institución
no cuenta con una plataforma (ver
Entre quienes respondieron que su institución sí cuenta con alguna plataforma tecnológica para la gestión de aprendizajes, 37.2% mencionó a Moodle, 11% a Google Classroom, 7.9% una plataforma institucional, 4.3% el aula virtual, 4.2% la Unidad de Educación Virtual de la Universidad Autónoma de Occidente, 3.7% a la Plataforma Educ de la Universidad de Colima, 3.6% el Centro de Universidad Virtual de la Universidad Autónoma de Sinaloa, 3% Canvas, 3% Zoom, 2.4% Microsoft Team, 1.2% Eminus y 1.2% el Campus Virtual de la Universidad Autónoma de Guerrero; por su parte, 4.2% no recordó.
Fuente: elaboración propia.
SI RESPONDIÓ QUE “SÍ” A LA PREGUNTA, MENCIONE
CUÁLES SON
PORCENTAJE (%)
Moodle
37.2
Google Classroom
11
Plataforma institucional
7.9
Aula virtual
4.3
Unidad de Educación Virtual, Universidad Autónoma
de Occidente
4.2
Plataforma Educ, Universidad de Colima
3.7
Centro de Universidad Virtual, Universidad Autónoma
de Sinaloa
3.6
Canvas
3
Al preguntar a los participantes cómo evaluaban la calidad de conexión a internet
dentro de su institución previo a la pandemia, estos respondieron: 57.8%
medianamente buena, 27.9% baja, 11.1% muy buena y nula 3.2% (ver
Según los profesores consultados, 66.7% de sus respectivas IES dispone de un programa de capacitación docente en tecnologías aplicables a la enseñanza en línea, 18.7% no cuenta con estos programas y 14.6% no sabe. Al pedirles que evaluaran si su institución cuenta con algún programa y qué tan efectivo lo consideran, 41% dijo que algo, 23.8% que mucho, 15.2% no sabe, 12.1% que poco, 5.4% que casi nada, y 2.5% que nada.
A la pregunta: ¿Su institución le ha capacitado en el uso de tecnologías para operar
un sistema educativo en línea?, los docentes respondieron 81.3% que sí y 18.7% que
no. Entre quienes respondieron que sí, 23% declaró que la capacitación duró cuatro
horas, 22.2% que 20 horas, 16% que dos horas (o menos), otro 16% que ocho horas, y
8.2% que doce horas.
Fuente: elaboración propia.
¿SU INSTITUCIÓN LE HA CAPACITADO EN
EL USO DE TECNOLOGÍAS PARA OPERAR UN SISTEMA EDUCATIVO EN
LÍNEA?
EN CASO QUE SU RESPUESTA SEA “SÍ”,
¿CUÁNTO TIEMPO DURÓ LA CAPACITACIÓN
Sí
No
4nhoras
20 horas
2 horas (o menos)
8 horas
12 horas
Duración no especificada
81.3%
18.7%
23%
22.2%
16%
16%
8.2%
14.8%
Al indagar cuál consideran como el principal obstáculo para el desarrollo de cursos
en línea, los docentes respondieron de la siguiente forma: 76.8% juzga que la falta
de acceso a internet en los hogares de los estudiantes, 65.1% señala la carencia de
equipo de cómputo en los hogares, 60.6% menciona la falta de capacitación a los
docentes en el uso de tecnologías y plataformas digitales, 41.9% calcula
dificultades financieras de los docentes para adquirir equipo de cómputo y acceder a
internet, y 41% ven como obstáculo que los estudiantes tengan que acudir a
cibercafés para conectarse (ver
Fuente: elaboración propia.
¿CUÁL CONSIDERA QUE PUDIERA SER EL PRINCIPAL
OBSTÁCULO PARA EL DESARROLLO DE CURSOS EN LÍNEA? (OPCIÓN
MÚLTIPLE)
PORCENTAJE (%)
Falta de capacitación de los docentes para utilizar
las tecnologías y las plataformas digitales
60.6
Dificultades financieras de los docentes para
adquirir equipo de cómputo y acceso a internet
41.9
Falta de equipo de cómputo (de escritorio o
portátil) en los hogares de los estudiantes
65.1
Falta de conectividad (acceso a internet) en los
hogares de los estudiantes
76.8
Que los estudiantes tengan que acudir a cibercafés
para acceder a internet
41
Para el trabajo también era relevante preguntar a los docentes si habían tenido ayuda
financiera de parte de su institución en alguno de los rubros que implica la
educación a distancia; al respecto, 10.2% contestó que su IES le ha apoyado en la
adquisición de equipo de cómputo, 1.6% en sufragar los gastos de conexión a
internet, 0.6% en los gastos del consumo de energía eléctrica, 1.5% ha recibido
otros apoyos, y un abrumador 86.1% confirma que su institución no le ha apoyado en
ninguno de los rubros considerados (ver
Más allá de lo que ilustra lo cualitativo, en cuanto al uso de los recursos propios
de los docentes y las afectaciones que ello provocó, en lo cuantitativo el panorama
de los docentes se sintetiza en la
Fuente: elaboración propia, con datos de
RUBRO
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
MÉXICO Y SINALOA
Preparación
75% de los docentes de las IES no se siente
preparado para usar nuevas tecnologías digitales en el aula. Uno
de cada cuatro afirma estar completamente preparado para usar
las tecnologías digitales
30.5% se considera preparado entre 90 y 100%, un
39% se percibe entre 80 y 89% preparado para incorporar las
tecnologías digitales, 14.6% entre 70 y 79%, 9.8% entre 60 y
69%, y 6% juzga su preparación en menos de 59%
Utilidad
90% de los docentes las considera útiles
79.4% las considera muy útiles, 17.8% útiles, y
2.9% medianamente útiles
Conocimiento
74% dice conocer las herramientas tecnológicas
aplicables a las disciplinas que enseñan
60% conoce algo estas tecnologías, 25.7% las
conoce mucho, 12.4% poco, 1.6% casi nada, y un 0.3% no las
conoce
Programas mixtos
Antes de la pandemia, 19% de los programas de las
IES eran de educación a distancia y 16% modalidades mixtas en
las universidades con enfoque virtual
52.7% de los docentes afirma que antes de la
covid-19 los programas presenciales en sus instituciones
abarcaban de 76 a 100%, 62.2% dice que sus programas a distancia
eran de 0 a 25%
Capacitación
38% reporta que sus IES no tienen programas de
capacitación para el uso de las tecnologías digitales
66.7% afirma que sus IES cuentan con programas de
capacitación docente en tecnologías aplicables a la educación en
línea, 18.7% no cuentan con programas, y 14.6% no sabe
Efectividad
Mientras seis de cada diez que relatan contar con
programas de capacitación los encuentran efectivos
41% dicen que sus programas son algo efectivos,
23.8% son mucho, 15.2% no sabe, 12.1% poco, 5.4% casi nada, y
2.5% nada efectivos
Conexión
40% informa no tener conexión a internet o que la
velocidad del servicio en su IES no es óptima: en México, 35% de
los docentes reporta baja o nula conexión a internet en su
IES
Sobre la conexión a internet, dentro de su
institución, los docentes consultados respondieron: medianamente
buena 57.8%, baja y nula 31.1%, muy buena 11.1%
Plataforma
75% de ellos reportó que su institución cuenta
con alguna plataforma tecnológica para la gestión de los
aprendizajes
57.5% de los docentes declaran que su IES dispone
de alguna plataforma tecnológica; 23.5% no sabe, en tanto 19%
afirma que su institución no cuenta con una plataforma
Visión
25% considera que su institución no tiene una
visión de cómo utilizar las tecnologías digitales para mejorar
la enseñanza y el aprendizaje
Según 64.4% de los docentes, su IES tiene claro
cómo utilizar la tecnología digital para mejorar la enseñanza y
el aprendizaje; 21% no lo sabe; y para 13.7% no hay tal
visión
Incentivos
59% reporta que su IES no ha definido ningún
sistema de incentivos para desarrollar proyectos de tecnologías
digitales
A 10.2% su IES le ha apoyado al adquirir equipo
de cómputo, a 1.6% en los gastos de conectividad, a 0.6% en el
consumo de energía eléctrica, 1.5% ha recibido otros apoyos, y
86.1% afirma que su IES no le ha apoyado en ningún rubro
En esta tabla se observan diferentes matices entre la presente investigación y el
trabajo de
Las tecnologías aplicables al proceso educativo son útiles, aunque su conocimiento sea parcial. Antes de la covid-19, como podría conjeturarse, las IES sostenían la mayoría de sus PE en la modalidad presencial, dejando a la modalidad a distancia con menor frecuencia. Ahora, la era pospandemia exige una reconversión donde las IES deben definir, según su plan estratégico la proporción equilibrada entre las modalidades presencial, virtual y mixta, haciendo las rectificaciones que sean necesarias para lograrlo. En la proporción que resulte, si se decide diseñar y operar la modalidad en línea, deben tenerse en mente las características de lo que son la universidad virtual y su modelo educativo. Para ello deberán desplegar un programa de capacitación en tecnologías aplicables a la educación que esclarezca su uso. En lo posible, las IES deben disponer de plataformas propias y mejorar la conectividad, así como apoyar a sus académicos en la adquisición de equipo de cómputo, los gastos de conexión a internet y el consumo de energía eléctrica.
El objetivo de este estudio fue conocer el impacto que la pandemia de la covid-19 provocó entre los docentes de las IES mexicanas en cuanto a su capacitación para sostener procesos educativos virtuales, así como saber si disponen de los recursos técnicos eficientes para ello. Se comprobó la hipótesis de que el cierre de las IES como medida emergente para contener la pandemia urgió el despliegue de soluciones de educación a distancia basadas en tecnologías digitales, sorprendiendo a profesores sin la preparación necesaria ni los recursos financieros ni tecnológicos, y sin la ayuda de las instituciones para las que laboran.
La presencia de la covid-19 posibilita suponer que este problema de salud, al principio epidémico, se ha convertido en una enfermedad endémica. Por tanto, lo que hoy es enseñanza remota en situación de emergencia debe transitar en un modelo educativo que equilibre lo virtual y lo presencial. Eso supone efectuar lo necesario para superar la fisura tecnológica de las IES, los docentes y los discentes. Una recomendación al respecto es que, entre la SEP, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y las IES, se diseñen y operen programas tendientes a superar esta fisura e incluso que estas tres instancias sumen esfuerzos para diseñar y operar una plataforma amigable y de bajo costo para el uso de las escuelas, universidades, sus docentes y estudiantes.
Por último, los planes estratégicos de las IES requieren ser rectificados para que contemplen la proporción de PE presenciales, virtuales y mixtos, así como lo necesario a la disposición de una plataforma propia que soporte la articulación de contenidos con la currícula institucional y mejore la conectividad al interior de cada plantel. Por supuesto, dentro de los PE virtuales es necesario capacitar a los docentes y apoyarlos tanto en la compra de equipos de cómputo eficientes como en sus gastos de internet y electricidad.
En general, los docentes fueron capacitados por sus pares mediante cursos vía
conferencia telefónica, por internet, usando videos pregrabados o grupos de
WhatsApp (
El objetivo principal de esta forma de enseñanza es trasladar a un aula remota,
virtual, a distancia o en línea, los cursos que previo a la pandemia se
impartían de manera presencial (
Este modelo requiere recursos tecnológicos obligatorios, como una computadora o
tableta, conexión a internet y el uso de una plataforma multimedia. Este método,
a diferencia de la educación en línea, funciona de manera asincrónica, es decir,
los docentes no tienen que coincidir en horarios con los alumnos para las
sesiones (
Declarada primera universidad abierta del mundo, a diferencia de las IES
presenciales, orientadas a jóvenes de 18 años, se dirige a estudiantes con una
edad media de 30 años, quienes han dejado sus estudios o ya tienen una carrera o
un módulo profesional; además, deben contar con dispositivos y una buena
conexión a internet (
La expresión “brecha digital” (
Baja California Sur, Michoacán, Nayarit, Puebla, Estado de México, Hidalgo, Veracruz, Chiapas, Durango, Jalisco, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco y Tamaulipas.
Los cursos suelen durar un mínimo de 20 horas y un máximo de 120 (